La familia , al contrario de lo que venía observando entre sus propios discípulos , sí había entendido el fondo del problema e intuían que aquélla podía ser la última Pascua de Jesús .
Los murmullos decrecieron , pero algunos de los apóstoles siguieron comentando el suceso , moviendo negativamente la cabeza , en señal de desacuerdo con el rabí . Judas Iscariote había caido en un impenetrable silencio . Sus ojos me asustaron . Destilaban un odio sordo y contenido . Saltaba a la vista que había tomado aquellas palabras de Jesús como un reproche personal e , indudablemente , se había sentido ridiculizado ante los demás . En mi opinión , debió ser a raiz de aquel incidente cuando el traidor comenzó a tramar su venganza contra el Galileo. Dudo mucho que Judas pensase en aquellos momentos en la entrega del Maestro a los miembros del Sanedrín . No tenia sentido , ya que la propia policía del Templo había recibido órdenes concretas de apresarle . Sin embargo , su espíritu vengativo vio abierto así un camino para tratar de humillar a Cristo y resarcirse.
Estaba ya próxima la vigilia del domimgo cuando algunos de los fariseos , que habían permanecido en un prudente silencio , se dirigieron a Jesús y , precindiendo de la valiosa naturaleza del perfume , le recriminaron por haber consentido que aquella mujer hubiera violado las sagradas leyes del descanso sabático . Según acerté a entender , una de las normas establecia que una mujer no podía salir de su casa con una aguja que tuviera agujero ( es decir apta para coser ) , ni con un anillo que tubiera sello , ni con un gorro en forma de caracol , ni con un frasco de perfume . Si infrigía este código , estaba obligada a pagar y ofrecer un sacrificio , en conpensación por su pecado.
Jesús observo divertido a los sacerdotes.
- Decidme - les preguntó ¿ de dónde venís ?
- De Jerusalén - afirmaron.
- ¿ Y cómo es posible que condenéis a una mujer que ha caminado menos de quince estadios , habiendo recorrido vosotros más de quince?
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Los murmullos decrecieron , pero algunos de los apóstoles siguieron comentando el suceso , moviendo negativamente la cabeza , en señal de desacuerdo con el rabí . Judas Iscariote había caido en un impenetrable silencio . Sus ojos me asustaron . Destilaban un odio sordo y contenido . Saltaba a la vista que había tomado aquellas palabras de Jesús como un reproche personal e , indudablemente , se había sentido ridiculizado ante los demás . En mi opinión , debió ser a raiz de aquel incidente cuando el traidor comenzó a tramar su venganza contra el Galileo. Dudo mucho que Judas pensase en aquellos momentos en la entrega del Maestro a los miembros del Sanedrín . No tenia sentido , ya que la propia policía del Templo había recibido órdenes concretas de apresarle . Sin embargo , su espíritu vengativo vio abierto así un camino para tratar de humillar a Cristo y resarcirse.
Estaba ya próxima la vigilia del domimgo cuando algunos de los fariseos , que habían permanecido en un prudente silencio , se dirigieron a Jesús y , precindiendo de la valiosa naturaleza del perfume , le recriminaron por haber consentido que aquella mujer hubiera violado las sagradas leyes del descanso sabático . Según acerté a entender , una de las normas establecia que una mujer no podía salir de su casa con una aguja que tuviera agujero ( es decir apta para coser ) , ni con un anillo que tubiera sello , ni con un gorro en forma de caracol , ni con un frasco de perfume . Si infrigía este código , estaba obligada a pagar y ofrecer un sacrificio , en conpensación por su pecado.
Jesús observo divertido a los sacerdotes.
- Decidme - les preguntó ¿ de dónde venís ?
- De Jerusalén - afirmaron.
- ¿ Y cómo es posible que condenéis a una mujer que ha caminado menos de quince estadios , habiendo recorrido vosotros más de quince?
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
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