Ésta era la interpretación que Yehohanan había dado al pergamino de piel de asnon : Jerusalén , en el centron de la estrella de seis puntas ; la tierra santa hasta el segundo círculo , formado por la frase , en hebreo y , a partir de ahí , los paises de los bárbaros . El versículo 23 del capítulo 3 de Malaquías constituía , para el Anunciador , una especie de frontera con lo que llamó abar-naharah o religiones más allá del río Éufrates , en Babilonia . Yehohanan se equivocaba de nuevo . Sus conceptos geográficos eran un caos , como su mente . Para él ,la tierra sagrada de Israel era inmensa - más de dos millones de millas romanas cuadradas - y , algún día , a no tardar , se extendería al resto del mundo . Esas tierras de los impíos e Israel estaban gobernadas po la << gran ramera >> , Roma . Por lo que pude deducir , el Anunciador no sabía muy bien qué era la cultura romana , ni que pretendía . Lo ignoraba prácticamente todo sobre las dimensiones reales del imperio , y hubiera sido absurdo hablarle de las regiones que integraban el mundo romano en aquel tiempo . No sabía , ni le importaba , qué era la Macedonia , el Ponto , la Mauritania o la Cyrenaica , entre otros territórios . Roma era la maldad , el invasor y el causante , en definitiva , de la ruina del pueblo elegido . Yehohanan , como otros muchos , no medía la paz y la properidad que vivía aquel << ahora >>. Roma era la propietaria de la Sekinah o Divina Presencia y había que arrebatársela . Era el momento . << El hacha estaba en la base del árbol .>> El Santo no podía esperar . El Dios implacable y vengativo del Sinaí reclamaba justicia . Él y su gente abrirían el sendero . Los cinco ejércitos , con los 142 . 322 guerreros , empujarían a Roma al mar . Era curioso y triste , al mismo tiempo . El hombre de las << pupilas >> rojas y la << mariposa >> en el rostro jamás vio el mar . Lo único que contempló , relativamente parecido , fue el mar de la Sal o mar muerto . Yehohanan sólo se movió en Jerusalén y sus alrededores , el desierto de Judá y el valle del Jordán . No pasó de ahí . Su cultura era tan limitada como fanática . Estaba convencido de que Roma había llegado al final de sus días . La suerte - decía . estaba echada . Obviamete , no era consciente de la realidad . Yehohanan vivía un sueño ...
Aun así , como digo , el pergamino me dejó intrigado . Los símbolos encerraban mucho más de lo que apuntaba el gigante de las siete trenzas rubias . Fue puro instinto ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Aun así , como digo , el pergamino me dejó intrigado . Los símbolos encerraban mucho más de lo que apuntaba el gigante de las siete trenzas rubias . Fue puro instinto ...
Autor : J.J.Benitez
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Antonio Martinez
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