Y tras los acostumbrados << ¡ Arrepentíos ! >> , el Anunciador pronunció la palabra clave ( sakak - << bajad al agua >> - ) y el del sofar se apresuró a romper el silencio con un toque largo . Era la señal para la ceremonia de inmersión En esta ocasión sí se produjo un notable cambio . Abner y los armados habían logrado establecer un mínimo de orden . Los que deseaban << purificar >> sus cuerpos aguardaban en fila , sin empujones ni prisas . Los discípulos rodearon al vidente y , con las armas dispuestas en la cintura , fueron permitiendo el paso , uno a uno , sin enfermos , tullidos o parihuelas .
- Las sanaciones en otro momento - gritó Abner -, cuando el profeta lo disponga ...
Y en un respetuoso y , para mí , inusual silencio , los doscientos o trecientos acampados fueron desfilando por delante de las fuentes gemelas .
También la << liturgia >> fue modificada , adaptándose a las << necesidades >> del lugar.
El << candidato al reino >> llegaba a la altura de Yehohanan y , como era prebisible , quedaba atónito ante la imponete figura del Anunciador y , sobre todo , ante el aspecto feroz del vidente .
- ¿ Te arrepientes ?
Si el hombre era rápido en la respuesta , Yehohanan lo empujaba materialmente bajo el chorro de agua tenplada , y allí lo mantenía durante dos o tres segundos .
Por el contrario , si el aspirante dudaba o balbuceaba una respuesta poco clara , el de las siete trenzas rubias lo desplazaba hacia el caño de agua fría , << como castigo a su tibieza >> (!).
- Neqe ! ( ¡ Limpio ! >> )
Y el individuo se alejaba de los te ´omin .
- ¡ Siguiente !
Las mujeres , como pude apreciar en el << vado de las Columnas >>, no contaban para el profeta . No preguntaba ni les prestaba la menor atención. Iban directamente a la cascada de agua fría . Todas - según él - eran << tibias >>.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Las sanaciones en otro momento - gritó Abner -, cuando el profeta lo disponga ...
Y en un respetuoso y , para mí , inusual silencio , los doscientos o trecientos acampados fueron desfilando por delante de las fuentes gemelas .
También la << liturgia >> fue modificada , adaptándose a las << necesidades >> del lugar.
El << candidato al reino >> llegaba a la altura de Yehohanan y , como era prebisible , quedaba atónito ante la imponete figura del Anunciador y , sobre todo , ante el aspecto feroz del vidente .
- ¿ Te arrepientes ?
Si el hombre era rápido en la respuesta , Yehohanan lo empujaba materialmente bajo el chorro de agua tenplada , y allí lo mantenía durante dos o tres segundos .
Por el contrario , si el aspirante dudaba o balbuceaba una respuesta poco clara , el de las siete trenzas rubias lo desplazaba hacia el caño de agua fría , << como castigo a su tibieza >> (!).
- Neqe ! ( ¡ Limpio ! >> )
Y el individuo se alejaba de los te ´omin .
- ¡ Siguiente !
Las mujeres , como pude apreciar en el << vado de las Columnas >>, no contaban para el profeta . No preguntaba ni les prestaba la menor atención. Iban directamente a la cascada de agua fría . Todas - según él - eran << tibias >>.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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