lunes, 6 de marzo de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 9 de noviembre al 16 de diciembre ( 4 )

Saúl y Jaiá lo advirtieron y me abrazaron , entre lágrimas . Fue  a partir de ese día , como digo , cuanado tuve la posibilidad de rehacer la laguna mental , justo desde el momento en que fui recogido por << Tiempo corto >> y el respeto de los campesinos .
Todo encajaba . Los síntomas previos - desfallecimientos fulminantes , brevísimos períodos en << blanco >> , somnolencia , dolores de cabeza  y abatimiento en general - fueron un aviso , pero , lamentablemente , no supe verlo . Todos mis buenos propósitos para demorar el mal que nos aquejaba quedaron reducidos a humo , ante la la fascinación ejercida por Yehohanan . Fue mi culpa . Antepuse las indagaciones sobre aquel personaje a la toma obligada de los antioxidantes . Lo que llamábamos << resaca psíquica >> se presentó implacable , hundiéndome en una amnesia retrógada , en la que el pasado fue borrado de un plumazo . Miento . Pasado y presente . Todo fue desintegrado . Al eclipse total de los vivido se unió el verdugo que me imposibilitaba para conseguir nuevos recuerdos . Durante cinco semanas viví en un permanente presente , sujeto , tan sólo , a la claridad del día y a la bondad de mis cuidadores . Fue entonces cuando experimenté el miedo más severo . Fue ese 16 de diciembre , al recuperarme , cuando comprendí lo cerca que había estado del final . ¿ cerca ? Yo diría que entré en el túnel y , milagrosamente , logré salir...
Pero ¿ cuánto duraría el nuevo periodo de calma ? Si la destrucción neuronal continuaba , si el óxido niroso seguía devorando nuestros cerebros , la catástrpfe podía presentarse en cualquier instante .
¡ En cualquier momento y para ambos , para Eliseo y para quien esto escribe !
Tenía que pensar . Tenía que evaluar la situación y decidir . Aquello no era un juego . Quizá habíamos ido demasiado lejos . Era menester hablar con mi compañero y adoptar una decisión . pero ¿ cómo explicarle la tragedia  vivida ? Él no estaba allí , no podía comprender , ¿ o sí ?
Me hallaba todavía débil y Jaiá no permitió que paseara solo . Se brindó a acompañarme y se lo agradecí , una vez más . Tenía que poner en orden las ideas .
Y caminamos hacia la suave colina que llamaban el << lugar del principe >> , el cerro en el que tuve el misterioso sueño y que Abá Saúl interpretó como un << encuentro >> con Melquisedec
Dediqué largo rato a meditar . Y el miedo siguió a mi alrededor , merodeando .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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