lunes, 6 de marzo de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 6 de noviembre al 16 de diciembre ( 3 )

Según Jaiá , quien esto escribe pasaba buena parte del día en silencio , pendiente del cielo . Toda mi vida se redujo a ver pasar el sol y las nubes , a travás de una de las ventanas de la casa de Abá Saúl . En ocasiones , no muchas , reía y reía , sin sentido . Hablaba en una lengua estraña ( probablemente en inglés ) y confundía al anciano Saúl con un tal Curtiss , << un militar de lejanas tierras >> ... El pobre Saúl escuchaba pacientemente , pero no comprendía .
Después , en mitad de aquellos altibajos , emprendí una tarea que terminó de desanimar al matrimonio . De pronto me dediqué a contar los granos de las granadas . Me sentaba en la cocina y desgranaba los frutos , uno tras otro . Acto seguido , proclamaba : << Dios respira números >> ...
Jaiá retuvo cinco de esas cifras , correspondientes a otras tantas granadas : 493 granos , 386 , 397 , 378 , y 462 .
La gente del pueblo me tomó por un poseso . Era lo que llamaban yad ( una posesión ). Y discutieron sobre el posible demonio que se había instalado en mi << segunda alma >> . Abá Saúl fue el único que no se pronunció.
No creía en tales posesiones . Se limitaba a observar y a llorar ...
Jaiá siguió el consejo de los bienintencionados , pero supersticiosos , vecinos , y consultó a cuantos kasday o astrólogos se pusieron a su alcance . Todos coincidieron : una de mis almas fue invadida por Lilit , el demonio - mujer que fuera expulsado del Paraíso , y al que ya me he referido en otras oportunidades . Para cercionarse , los caldeos le recomendaron que alfombrara la puerta de entrada a la casa con ceniza bien tamizada . A la mañana siguiente , las huellas de Lilit quedarían impresas en el polvo . Eran inconfundibles - decían - , y similares a las patas de los gallos .
Según la buena mujer , esas huellas nunca aparecieron ...
Por supuesto , jamás pensé en una << posesión diabólica >> . Lo que padecí fue una patología , a la que ya me había enfrentado en otras ocasiones , pero nunca tan de cerca ...
El domingo , 16 de diciembre , fue un día especialmente luminoso , y no sólo por la transparencia del valle . Esa mañana , al despertar , supe quién era . La memoria regresó y , con ella , toda mi vida .
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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