Teclé , proporcionando los parámetros necesarios : distancia , volumen espacial , tiempo para la inversión y , obviamente , naturaleza de los swivels a << remover >> .
Quince segundos despues , un seco y apagado << trueno >> espantaba a una familia de rapaces nocturnas , alzando el vuelo sobre los olivos . Y la boca de la cripta apareció limpia y desafiante .
Repetí la observación sobre el camposanto y su entorno . Aquél era otro instante clave . El estampido , aunque breve , podía llamar la atención .
Esperé inquieto .
Las lechuzas recobraron la paz y yo con ellas .
Bien . Era el momento ...
Deslicé los dedos hacia el extremo superior del cayado , pulsando el láser de gas y posicionándolo en la potencia mínima ( una fracción de vatio ) . Al punto , un un finísimo hilo de de fuego apareció en la noche . Aproximé la rama de olivo y el << cilindro >> ( de apenas 25 micras ) provocó la combustón .
No había tiempo que perder . Y portando la improvisada tea penetré sigiloso en la cripta .
La humedad me abofeteó . Hacía mucho que el lugar permanecía clausurado .
El reducido habitáculo , en forma de círculo , de unos tres metros de diámetro y algo más de uno y medio de altura , fue excavado pacientemente , conquistando una dócil y cenicienta caliza . En su perímetro , a cincuenta centímetros del suelo , presentaba una docena de hornacinas . Dudé...
Encorvado y con el corazón en un puño me volví hacia la << desaparecida >> muela . No , aquél no era el plan ...
Pero no tuve fuerzas.
Una vez en el interior , como medida precautoria , evitando así que alguien me detectara , este explorador debía activar de nuevo el << tatuaje >> , materializando la roca y cerrando la gruta .
Pero , como digo , dudé . Sentí miedo . Despues de la amarga experiencia en los subterráneos de la casa del saduceo , en Nazaret , no deseaba tentar la suerte . Sabía que el << tatuaje >> no fallaría , pero ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Quince segundos despues , un seco y apagado << trueno >> espantaba a una familia de rapaces nocturnas , alzando el vuelo sobre los olivos . Y la boca de la cripta apareció limpia y desafiante .
Repetí la observación sobre el camposanto y su entorno . Aquél era otro instante clave . El estampido , aunque breve , podía llamar la atención .
Esperé inquieto .
Las lechuzas recobraron la paz y yo con ellas .
Bien . Era el momento ...
Deslicé los dedos hacia el extremo superior del cayado , pulsando el láser de gas y posicionándolo en la potencia mínima ( una fracción de vatio ) . Al punto , un un finísimo hilo de de fuego apareció en la noche . Aproximé la rama de olivo y el << cilindro >> ( de apenas 25 micras ) provocó la combustón .
No había tiempo que perder . Y portando la improvisada tea penetré sigiloso en la cripta .
La humedad me abofeteó . Hacía mucho que el lugar permanecía clausurado .
El reducido habitáculo , en forma de círculo , de unos tres metros de diámetro y algo más de uno y medio de altura , fue excavado pacientemente , conquistando una dócil y cenicienta caliza . En su perímetro , a cincuenta centímetros del suelo , presentaba una docena de hornacinas . Dudé...
Encorvado y con el corazón en un puño me volví hacia la << desaparecida >> muela . No , aquél no era el plan ...
Pero no tuve fuerzas.
Una vez en el interior , como medida precautoria , evitando así que alguien me detectara , este explorador debía activar de nuevo el << tatuaje >> , materializando la roca y cerrando la gruta .
Pero , como digo , dudé . Sentí miedo . Despues de la amarga experiencia en los subterráneos de la casa del saduceo , en Nazaret , no deseaba tentar la suerte . Sabía que el << tatuaje >> no fallaría , pero ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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