El inteligente Pablo, haciendo suyas las premisas que vencieron en los días posteriores a la llegada del Espíritu, forjó una religión cuyo objetivo básico era la glorificación del Maestro . Lamentablemente , el gar mensaje , el que propició el cisma , fue enterrado. Y así contunúa ... , veinte siglños despues . Pero esta historia me llevaría muy lejos , apartándome de lo que me ha sido encomendado .
Mi trabajo en la Ciudad Santa tocaba a su fin . En realidad sólo restaba poner orden en otro << capítulo >> . Un << capítulo >> , lo reconozco , que me tenía obsesionado yque iba engordando día a día . Un << capítulo >> espectacular , igualmente cercenado por los evangelistas . Me refiero , claro está , a las numerosas apariciones del Maestro tras su muerte en la cruz ...
Desde que llegué a Jerusalén , las noticias sobre las increíbles << presencias >> del Resucitado se sucedían casi sin interrupción . Procedían de todas partes .
Al principio me reistí . Aquello era una locura . Alguien probablemente , estaba fabulando . Quizá el hecho de la resurrección trastornó las mentes ...
Pero no . El equivocado era yo .
Conforme fui interrogando a los mensajeros comprobé que sus testimonios eran sólidos . No pude hallar contradicciones . Algo extraño , fuera de lo común , en efecto , había sucedido en esos cuarenta días .
Los íntimos y demás seguidores del rabí se reunían en torno a estos << correos >> y escuchaban , felices y embelesados , los sucesivos relatos . Cada historia fue un chorro de oxígeno que renovó la certeza de todos , fortaleciendo ideas y las diarias predicaciones de Pedro y su grupo . En cierto modo , las apariciones parecían dar la razón al líder . Aquello era físico . Palpable . Deslumbrante . Aquello removía los corazones . Hacía palpitar a las gentes . Provocaba la polémica . Entusiasmaba ...
Y poco a poco conseguí ordenar el galimatías , reuniendo , creo , una información exhaustiva sobre el particular . Pero , antes de proceder a comentar estos fascinantes sucesos , entiendo que el hipotético lector de este diario tenga cumplida cuenta de los hechos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Mi trabajo en la Ciudad Santa tocaba a su fin . En realidad sólo restaba poner orden en otro << capítulo >> . Un << capítulo >> , lo reconozco , que me tenía obsesionado yque iba engordando día a día . Un << capítulo >> espectacular , igualmente cercenado por los evangelistas . Me refiero , claro está , a las numerosas apariciones del Maestro tras su muerte en la cruz ...
Desde que llegué a Jerusalén , las noticias sobre las increíbles << presencias >> del Resucitado se sucedían casi sin interrupción . Procedían de todas partes .
Al principio me reistí . Aquello era una locura . Alguien probablemente , estaba fabulando . Quizá el hecho de la resurrección trastornó las mentes ...
Pero no . El equivocado era yo .
Conforme fui interrogando a los mensajeros comprobé que sus testimonios eran sólidos . No pude hallar contradicciones . Algo extraño , fuera de lo común , en efecto , había sucedido en esos cuarenta días .
Los íntimos y demás seguidores del rabí se reunían en torno a estos << correos >> y escuchaban , felices y embelesados , los sucesivos relatos . Cada historia fue un chorro de oxígeno que renovó la certeza de todos , fortaleciendo ideas y las diarias predicaciones de Pedro y su grupo . En cierto modo , las apariciones parecían dar la razón al líder . Aquello era físico . Palpable . Deslumbrante . Aquello removía los corazones . Hacía palpitar a las gentes . Provocaba la polémica . Entusiasmaba ...
Y poco a poco conseguí ordenar el galimatías , reuniendo , creo , una información exhaustiva sobre el particular . Pero , antes de proceder a comentar estos fascinantes sucesos , entiendo que el hipotético lector de este diario tenga cumplida cuenta de los hechos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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