lunes, 2 de enero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 19 de octubre , viernes ( 15 )

¿ Qué sucedería si la robaban ? No quise ni pensarlo . Si alguien sustraía el cayado y activaba , por accidente , alguno de los sistemas de defensa , el resultado sería catastrófico .
Los carteles , advirtiendo a los posibles ladrones , se me antojaron premonitorios . Y temblé ...
Eliseo se dirigió al aserradero , y quien esto escribe fue conducido al nacimiento del foso , en las proximidades del << pesquero >> sobre el que martilleaba y canturreaba el Galileo . El he-zeer no era otra cosa que un cobertizo de tablas y cañas , en el centro del varadero , en el que se alamacenaban las cántaras del agua potable y el material con el que se procedía a la fabricación de tintes , pinturas y barnices . Aquél sería mi lugar de trabajo . Estaría a las órdenes del oficial encargado de los referidos productos protectores de la madera . Sería su ayudante , y algo más ...
No tardé en averiguar en que consistía ese << algo más >>.
De pronto , en el deposito de leña sono un << ¡ Eh , pequeño ! >> . Alguien me reclamaba con el pellejo de cabra que servía para transportar el agua .
- ¡ Ez ..., ze´er !
Comprendí.
El he- zeer pronunciado por Yu era una expresión , en arameo , algo distorsionada , que equivalía a una llamada : < < ¡ Eh , pequeño ! >> , refiriéndose al muchacho o aprendiz que hacía de << chico para todo >>. Por derivación , el covertizo donde se almacenaba el agua terminó por recibir el citado nombre . Todos , en el astillero , solicitaban la presencia del  << chico para todo >> c on el consiguiente << ¡ Eh , ze ´er ! >> . Era la señal . Cuando sonaba , mi pbligación dejar lo que tuviera entre manos y acudir presuroso - mejor a la carrera - al punto en el que e solicitaba mi servicio . Ese servicio abarcaba el aprovisionamiento de clavos o pernos , afilado de las herramientas , transporte de maderos , alimentación de los hornos y estufas , barrido del serrín , recogida de la basura y su transporte al cercano basurero o gehenna , limpieza diaria del vestuario y , por supuesto , la preparación de los mencionados barnices y pinturas.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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