Así fue como nació << ¡ Eh , ze , er ! >> o << ¡ Eh , pequeño ! >> Durante las estancias en el varadero , todos me conocieron por este alias . ¡ Quién lo hubira adivinado ! Yo , piloto de la USAF , terminé barriendo un astillero y corriendo como una liebre de un lugar a otro ...
No importaba . Habíamos logrado nuestro objetivo .Él estaba cerca . Nunca lo perdimos de vista . Y supimos de un Jesús desconocido , un trabajador esmerado y responsable que esperaba su hora ...
Pero estoy siendo injusto . También disfruté como << chico para todo >> . Aprendí mucho , en especial sobre la mansedumbre y la humildad . Servir bien es tan arduo como saber mandar . Quizá más ...
Y disfruté , sobre todo , con mi trabajo como aprendiz en la elaboración de productos protectores de la madera . Mi maestro , un fenicio viejo y desencantado , me enseñó algunos secretos , demostrando que también se puede vivir en el pequeño mundo de un recipiente lleno de pintura o de cola de carpintero .
Aquella jornada , sin embargo , fue un desastre . A mi despiste tuve que sumar la procupación ( casi miedo ) por la suerte de la << vara de Moisés >> . Toda mi atención se fue hacia la puerta del vestuario . Cada vez que alguien entraba o salía del barracón , interrumpía lo que tuviera encomendado , y así me gané las primeras reprimendas y maldiciones . Fue superior a mí . No pude acostumbrarme . Teníamos que hallar una solución...
Hacia la quinta ( las once de la mañana ) , Yu golpeó la barra metálica que colgaba del eh, ze´er , anunciando la hora del almuerzo.
¿ Almuerzo ? Ni Eliseo ni yo lo habíamos previsto . Y por pura prevención nos sentamos en el interior de la caseta que servía de vestuario y comedor .
La vara continuaba en su lugar.
Los operarios se hicieron con sus respectivos cestos y hatillos y buscaron acomodo dentro y fuera del barracón .
Eran momentos de bromas y confidencias .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No importaba . Habíamos logrado nuestro objetivo .Él estaba cerca . Nunca lo perdimos de vista . Y supimos de un Jesús desconocido , un trabajador esmerado y responsable que esperaba su hora ...
Pero estoy siendo injusto . También disfruté como << chico para todo >> . Aprendí mucho , en especial sobre la mansedumbre y la humildad . Servir bien es tan arduo como saber mandar . Quizá más ...
Y disfruté , sobre todo , con mi trabajo como aprendiz en la elaboración de productos protectores de la madera . Mi maestro , un fenicio viejo y desencantado , me enseñó algunos secretos , demostrando que también se puede vivir en el pequeño mundo de un recipiente lleno de pintura o de cola de carpintero .
Aquella jornada , sin embargo , fue un desastre . A mi despiste tuve que sumar la procupación ( casi miedo ) por la suerte de la << vara de Moisés >> . Toda mi atención se fue hacia la puerta del vestuario . Cada vez que alguien entraba o salía del barracón , interrumpía lo que tuviera encomendado , y así me gané las primeras reprimendas y maldiciones . Fue superior a mí . No pude acostumbrarme . Teníamos que hallar una solución...
Hacia la quinta ( las once de la mañana ) , Yu golpeó la barra metálica que colgaba del eh, ze´er , anunciando la hora del almuerzo.
¿ Almuerzo ? Ni Eliseo ni yo lo habíamos previsto . Y por pura prevención nos sentamos en el interior de la caseta que servía de vestuario y comedor .
La vara continuaba en su lugar.
Los operarios se hicieron con sus respectivos cestos y hatillos y buscaron acomodo dentro y fuera del barracón .
Eran momentos de bromas y confidencias .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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