Los equipos de restauración , por tanto , prosiguieron con su misión , a los pies de los muros del octógono , mientras nosotros desembalábamos el material , entregándonos a una frenética tarea de montaje de la cuna .
Pero la alegría del general y también la nuestra iban a sufrir un súbito revés.
Los venenosos tentáculos de la CIA - nunca supimos cómo - habían tocado y detectado la operación conjunta judionorteamericana y la Defense Intelligence Agency ( DIA ) estaba presionando para que Kissinger les pusiera al corriente . Las sucesivas negativas del secretario de Estado crearon fuertes tensiones entre la CIA y los reducidos círculos militares del Pentágono que estaban al tanto de la misión . La situación fue tan insostenible que el general Curtiss fue reclamado a Washington, a fin de apaciguar los ánimos e intentar hallar una solución.
Mientras tanto , el resto del equipo Caballo de Troya siguió en su empeño , aunque con los ánimos encogidos por la crecanía de la siempre peligrosa sombra de la CIA.
En este caso , la manifiesta habilidad de Curtiss no sirvió de gran cosa . El director de la Agencia Central de Inteligencia ( CIA ) , Richard Helms, no estaba dispuesto a ceder . Ante la gravedad de los acontecimientos , y por sugerencia expresa de Kissinger , el presidente Nixon << aconsejaría >> pocos días despues que Helms dimitiera como director de la CIA . Con el fin de reforzar la confianza del Pentágono , el 4 de enero era designado el general e íntimo colaborador de Curtiss , Alexander Haig , como vicejefe del Alto Estado Mayor del Ejercito de los Estados Unidos . Los periódicos publicaron entonces que la dimisión del director de la CIA se debía a << profundos desacuerdos de Helms con Kissinger en asuntos relacionados con la seguridad del Estado >> . No iban descaminados , aunque nunca supieron las verdaderas razones de aquella drástica << operación quir´rgica >> en la cúspide de la Agencia Central de Inteligencia y del Alto Estado mayor del Ejercito de Estados Unidos .
Una vez capeado el temporal , Curtiss regresó a Jerusalén , reincorporándose a los últimos preparativos de la que - sin duda - iba a ser una de las más grandes aventuras de la historia de la Humanidad.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez
Pero la alegría del general y también la nuestra iban a sufrir un súbito revés.
Los venenosos tentáculos de la CIA - nunca supimos cómo - habían tocado y detectado la operación conjunta judionorteamericana y la Defense Intelligence Agency ( DIA ) estaba presionando para que Kissinger les pusiera al corriente . Las sucesivas negativas del secretario de Estado crearon fuertes tensiones entre la CIA y los reducidos círculos militares del Pentágono que estaban al tanto de la misión . La situación fue tan insostenible que el general Curtiss fue reclamado a Washington, a fin de apaciguar los ánimos e intentar hallar una solución.
Mientras tanto , el resto del equipo Caballo de Troya siguió en su empeño , aunque con los ánimos encogidos por la crecanía de la siempre peligrosa sombra de la CIA.
En este caso , la manifiesta habilidad de Curtiss no sirvió de gran cosa . El director de la Agencia Central de Inteligencia ( CIA ) , Richard Helms, no estaba dispuesto a ceder . Ante la gravedad de los acontecimientos , y por sugerencia expresa de Kissinger , el presidente Nixon << aconsejaría >> pocos días despues que Helms dimitiera como director de la CIA . Con el fin de reforzar la confianza del Pentágono , el 4 de enero era designado el general e íntimo colaborador de Curtiss , Alexander Haig , como vicejefe del Alto Estado Mayor del Ejercito de los Estados Unidos . Los periódicos publicaron entonces que la dimisión del director de la CIA se debía a << profundos desacuerdos de Helms con Kissinger en asuntos relacionados con la seguridad del Estado >> . No iban descaminados , aunque nunca supieron las verdaderas razones de aquella drástica << operación quir´rgica >> en la cúspide de la Agencia Central de Inteligencia y del Alto Estado mayor del Ejercito de Estados Unidos .
Una vez capeado el temporal , Curtiss regresó a Jerusalén , reincorporándose a los últimos preparativos de la que - sin duda - iba a ser una de las más grandes aventuras de la historia de la Humanidad.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez
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