No fue muy difícil llegar hasta la casa de Lázaro . Me bastó con seguir a uno de los grupos de judíos que acababa de entrar en Betania . A los pocos minutos me encontraba frente a una hacienda levantada casi a las afueras del núcleo principal de la población . En la fachada pulcramente blanqueada , se habría una puerta con dos dinteles y jambas trabajados con piedras labradas . Delante de la casa se extendía un pequeño jardín de cinco o seis metros de largo por otros seis o siete de ancho . En ál , sobre un banco de piedra y a la sombra de una frondosa higuera , estaba sentado un hombre . Vestía una túnica con franjas verticales rojas y azules y largas y amplias mangas . Una treintena de hombres le rodeaban por doquier. Algunos , incluso se habían situado a sus pies . Absortos , aquellos judíos escuchaban y contemplaban a aquel hombre de cuerpo enjuto y rostro picado de viruela . ¡ Era Lázaro !
Un estremecimiento me recorrió de pies a cabeza . Intenté abrirme paso , pero fue inútil . Nadies estaba dispuesto a ceder su sitio . Lázaro se había convertido en la máxima atracción de aquellos días.
Con voz cansada - como si repitiese el suceso por enésima vez - fue desgranando su aventura y respondió a cuantas preguntas le formulaban.
Oteando por encima de las cabezas de los curiosos observé que se trataba de un hombre relativamente joven ( posiblemente no había cumplido los cuarenta años ) , aunque la palidez de su rostro y unas profundas ojeras le envejecian notablemente .
A los pocos minutos , ante mi desesperación , Lázaro se incorporó , despidiendose de los allí reunidos .
Lo vi desaparecer en la penumbra de la casa , mientras los hebreos se desperdigaban , gesticulando y comentando cuanto habían visto y oído.
Y allíme quedé yo , abrumado y solitario frente a la pequeña cerca de madera que rodeaba el jardín . ¿ Qué debía hacer ? ¿ Entraba en la casa ? ¿ Esperaba ? Pero ¿ a qué y para qué ?
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez
Un estremecimiento me recorrió de pies a cabeza . Intenté abrirme paso , pero fue inútil . Nadies estaba dispuesto a ceder su sitio . Lázaro se había convertido en la máxima atracción de aquellos días.
Con voz cansada - como si repitiese el suceso por enésima vez - fue desgranando su aventura y respondió a cuantas preguntas le formulaban.
Oteando por encima de las cabezas de los curiosos observé que se trataba de un hombre relativamente joven ( posiblemente no había cumplido los cuarenta años ) , aunque la palidez de su rostro y unas profundas ojeras le envejecian notablemente .
A los pocos minutos , ante mi desesperación , Lázaro se incorporó , despidiendose de los allí reunidos .
Lo vi desaparecer en la penumbra de la casa , mientras los hebreos se desperdigaban , gesticulando y comentando cuanto habían visto y oído.
Y allíme quedé yo , abrumado y solitario frente a la pequeña cerca de madera que rodeaba el jardín . ¿ Qué debía hacer ? ¿ Entraba en la casa ? ¿ Esperaba ? Pero ¿ a qué y para qué ?
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez
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