La advertencia de Santa Claus era acertada . Los jinetes avanzaban al paso , apartando a los descuidados con las afiladas bases de hierro de sus pilum o lanzas . En total llegué a contar 33 soldados , perfectamente uniformados con oscura cota de malla , cascos dorados y relucientes , grebas , largas espadas al cinto y escudos hexagonales , orlados con un borde metálico. La totalidad de los caballeros vestía unos pantalones rojizos , bastante ajustados , y hasta la mitad de la pierna .
Matchaban de tres en fondo , ocupando prácticamente la totalidad del camino . Al pasar a mi altura advertí con asombro que , a excepción de los jefes o decuriones , todos eran muy jóvenes ; quizá entre los dieciocho y treinta años . Naturalmente , tampoco podía conceder demasiado crédito a aquella impresión . En el año 30 , el promedio de vida podía oscilar alrededor de los cuarenta años .
Cerraba el grupo armado un trío de soldados a lomos de caballos tordos sobre cuyas grupas habían sido amarrados sendos haces de jabalinas , algo más cortas que los pilum que portaban en la diestra y que posiblemente superaban los dos metros de longitud.
A pesar de estar viéndolo con mis propios ojos , ¡ qué difícil me resultó en aquellas primeras horas hacerma a la idea de que había retrocedido en el tiempo y que verdaderamante tenía a mi alrededor era la Palestina del emperador Tiberio !
Cuando me disponía a levantarme y reanudar el camino , sentí la leve presión de una mano en mi hombro . Al volver el rostro me encontré con un niño de tez morena y profundos ojos negros . Vestía una corta túnica de amplias mangas y color indefinible . En su mano izquierda sostenía una escudilla de madera con agua . Sin pronunciar una sola palabra , dibujó una sonrisa y me tendió el oscuro recipiente . Mojé mis labios en el agua y le devolví la vasija , agradeciéndole el gesto.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Matchaban de tres en fondo , ocupando prácticamente la totalidad del camino . Al pasar a mi altura advertí con asombro que , a excepción de los jefes o decuriones , todos eran muy jóvenes ; quizá entre los dieciocho y treinta años . Naturalmente , tampoco podía conceder demasiado crédito a aquella impresión . En el año 30 , el promedio de vida podía oscilar alrededor de los cuarenta años .
Cerraba el grupo armado un trío de soldados a lomos de caballos tordos sobre cuyas grupas habían sido amarrados sendos haces de jabalinas , algo más cortas que los pilum que portaban en la diestra y que posiblemente superaban los dos metros de longitud.
A pesar de estar viéndolo con mis propios ojos , ¡ qué difícil me resultó en aquellas primeras horas hacerma a la idea de que había retrocedido en el tiempo y que verdaderamante tenía a mi alrededor era la Palestina del emperador Tiberio !
Cuando me disponía a levantarme y reanudar el camino , sentí la leve presión de una mano en mi hombro . Al volver el rostro me encontré con un niño de tez morena y profundos ojos negros . Vestía una corta túnica de amplias mangas y color indefinible . En su mano izquierda sostenía una escudilla de madera con agua . Sin pronunciar una sola palabra , dibujó una sonrisa y me tendió el oscuro recipiente . Mojé mis labios en el agua y le devolví la vasija , agradeciéndole el gesto.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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