Por último , el evangelista vuelve a pillarse los dedos en el versículo 21 del castatrófico capítulo 2 . << Y todo el que invoque el nombre del Señor - afirma Pedro (?) - se salvará . >>
Lucas , como fue dicho, escribe este texto hacia el año 80 y olvida un casi insignificante << detalle >> que , sin embargo , invalida el pasaje . La expresión << los que invoquen el nombre del SEñor >> sería acuñada por los cristianos algún tiempo después de Pentecostés . Fue una especie de << marca de la casa >> . Una forma de definirse . En aquellos iniciales momentos - cuando Lucas sitúa el discurso de Pedro -, ni el líder ni ningún otro hablaban así . Seria años más tarde cuando nacería el eslogan . No en aquel tergiversado jueves ...
Sirvan , pues , estas reflexiones como aviso a los navegantes . Dados los numerosos y graves errores - y lo escribo con todo respeto -, ¿ cómo aceptar los evangelios como la palabra de Dios ?
Espero y deseo que el hipotético lector de estas memorias sepa juzgar por sí mismo ...
Ahora lo sé . La decisión fue providencial . El destino sabe siempre lo que hace ...
Perfiladas las indagaciones sobre Pentecostés , poco faltó para que emprendiera viaje de retorno a Nazaret . Pero la insistencia y el cariño de los Marcos me obligaron a ceder , prolongando mi estancia en Jerusalén hasta mediados de junio .
Sí , la casualidad no existe ...
Merced a esta circunstancia , quien esto escribe tendría la excelente oportunidadde ser testigo de una serie de acontecimientos inéditos para mí y , supongo , para los que se consideran cteyentes . Unos sucesos de especial trascendencia que , obviamente , no podían ser recogidos por los evangelistas . Y no porque no tuvieran noticias de ello , sino por la delicada naturaleza de los mismos .
Trataré de ordenarlos , tal y como sucedieron , y de sintetizarlos . La verdad es que me asusta lo poco que me queda de vida ..., y lo mucho que aún tengo que contar .
El primero de estos hechos apareció nítido e implacable a las pocas horas del advenimiento del Espíritu .Pedro fue el gran impulsor . En los días que siguieron a Pentecostés , el entusiasta líder y varios de los íntimos continuaron predicando y conversando con cuantos deseaban saber sobre la resurrección.
Y fue en esos discursos y charlas donde se perfiló la idea .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Lucas , como fue dicho, escribe este texto hacia el año 80 y olvida un casi insignificante << detalle >> que , sin embargo , invalida el pasaje . La expresión << los que invoquen el nombre del SEñor >> sería acuñada por los cristianos algún tiempo después de Pentecostés . Fue una especie de << marca de la casa >> . Una forma de definirse . En aquellos iniciales momentos - cuando Lucas sitúa el discurso de Pedro -, ni el líder ni ningún otro hablaban así . Seria años más tarde cuando nacería el eslogan . No en aquel tergiversado jueves ...
Sirvan , pues , estas reflexiones como aviso a los navegantes . Dados los numerosos y graves errores - y lo escribo con todo respeto -, ¿ cómo aceptar los evangelios como la palabra de Dios ?
Espero y deseo que el hipotético lector de estas memorias sepa juzgar por sí mismo ...
Ahora lo sé . La decisión fue providencial . El destino sabe siempre lo que hace ...
Perfiladas las indagaciones sobre Pentecostés , poco faltó para que emprendiera viaje de retorno a Nazaret . Pero la insistencia y el cariño de los Marcos me obligaron a ceder , prolongando mi estancia en Jerusalén hasta mediados de junio .
Sí , la casualidad no existe ...
Merced a esta circunstancia , quien esto escribe tendría la excelente oportunidadde ser testigo de una serie de acontecimientos inéditos para mí y , supongo , para los que se consideran cteyentes . Unos sucesos de especial trascendencia que , obviamente , no podían ser recogidos por los evangelistas . Y no porque no tuvieran noticias de ello , sino por la delicada naturaleza de los mismos .
Trataré de ordenarlos , tal y como sucedieron , y de sintetizarlos . La verdad es que me asusta lo poco que me queda de vida ..., y lo mucho que aún tengo que contar .
El primero de estos hechos apareció nítido e implacable a las pocas horas del advenimiento del Espíritu .Pedro fue el gran impulsor . En los días que siguieron a Pentecostés , el entusiasta líder y varios de los íntimos continuaron predicando y conversando con cuantos deseaban saber sobre la resurrección.
Y fue en esos discursos y charlas donde se perfiló la idea .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto