Y el cielo fue complaciente . En la tarde del martes , 23 , poco antes del ocaso , este explorador llamaba a las puertas del hogar de los Marcos , en Jerusalén . El último tramo , desde Jericó , aunque en solitario , fue cubierto sin incidentes dignos de mención.
El ambiente , lo reconozco , me desconcertó . El luto por la muerte del cabeza de familia parecía haber desaparecido por completo . Todo era bullicio y una contagiosa e inexplicable alegría . María , la señora de la casa , Juan Marcos , el benjamín , Rode , el resto de la servidumbre y los íntimos del Maestro que aún permanecían en la vivienda me recibieron con los brazos abiertos . Todos menos Juan Zebedeo , claro está ...
La verdad es que los echaba de menos . Tras la aparición en el yam , en la tarde del sábado , 29 de abril , no había vuelto a verlos . También la Señora y Santiago , su hijo , seguían en el caserón .
¿ Seré capaz de explicarlo ?
Como digo , allí sucedía << algo >> inusual . Rostros , ademanes y actitudes no eran normales . Aquello no guardaba relación con lo que había visto y escuchado en la Galilea . Desconcertante . Sí...
Pensé primero en los lógicos efectos provocados por la última aparición del Resucitado . Pero no ... El comportamiento , insisto , me resultaba familiar . Sonrisas , alegría , compañerismo y afecto no eran estridentes . Allí latía algo más profundo , más sereno , más sólido y continuado . Todos hablaban y se manifestaban con un aplomo , con una seguridad y una dulzura que , repito , me recordó la enigmática << sensación >> experimentada por mi hermano y por quien esto escribe en la cumbre del Ravid .
Algún tiempo después , tras sucesivas jornadas de intensas y minuciosas conversaciones con aquella veintena de amigos , llegué a una conclusión . Una conclusión que me hizo temblar ...
Pero sigamos por orden.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
El ambiente , lo reconozco , me desconcertó . El luto por la muerte del cabeza de familia parecía haber desaparecido por completo . Todo era bullicio y una contagiosa e inexplicable alegría . María , la señora de la casa , Juan Marcos , el benjamín , Rode , el resto de la servidumbre y los íntimos del Maestro que aún permanecían en la vivienda me recibieron con los brazos abiertos . Todos menos Juan Zebedeo , claro está ...
La verdad es que los echaba de menos . Tras la aparición en el yam , en la tarde del sábado , 29 de abril , no había vuelto a verlos . También la Señora y Santiago , su hijo , seguían en el caserón .
¿ Seré capaz de explicarlo ?
Como digo , allí sucedía << algo >> inusual . Rostros , ademanes y actitudes no eran normales . Aquello no guardaba relación con lo que había visto y escuchado en la Galilea . Desconcertante . Sí...
Pensé primero en los lógicos efectos provocados por la última aparición del Resucitado . Pero no ... El comportamiento , insisto , me resultaba familiar . Sonrisas , alegría , compañerismo y afecto no eran estridentes . Allí latía algo más profundo , más sereno , más sólido y continuado . Todos hablaban y se manifestaban con un aplomo , con una seguridad y una dulzura que , repito , me recordó la enigmática << sensación >> experimentada por mi hermano y por quien esto escribe en la cumbre del Ravid .
Algún tiempo después , tras sucesivas jornadas de intensas y minuciosas conversaciones con aquella veintena de amigos , llegué a una conclusión . Una conclusión que me hizo temblar ...
Pero sigamos por orden.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto