Eliseo y yo nos miramos , estupefactos . ¿ Desde cuándo confiábamos en el criterio y en la voluntad de Ab-ba . Lo increible es que ninguno se sintió incómodo . Todo lo contrario . Lucharíamos , sí . Eso estaba claro . Pero , a partir de un punto , si la inteligencia o las fuerzas flaqueaban , el sunto pasaría a su jurisdicción . Sí , no cabe duda . Algo habíamos aprendido del Maestro ...
Tercer problema . Mejor dicho , doble tercer problema : la amenaza de Poncio y el irritante asunto de la escasez de fondos .
El gobernador , como anunciara el primipilus , no descansaría hasta capturar al << poderoso mago>>
que había osado dejarle en ridiculo . La verdad es que poco podía hacer . Amén de las ya habituales y conocidas medidas personales de seguridad , sólo me reataba extremar la prudencia y confiar...
Eliseo , discreto , no deseando cargar mi ánimo , aligeró de hierro el conflicto , recordándome algo que ya sabía :
- Resistiremos ... Con el tercer << salto >> , todo eso desaparecerá .
Otra cuestión fue el enojoso dilema planteado por el ópalo . En principio , yo había perdido una primera oportunidad de canjearlo en Jerusalén . Sin embargo , contemplando las sensatas recomendaciones del anciano Zebedeo , advirtiéndome sobre las torcidas intenciones y la rapacidad de banqueros y cambistas , ya no estuve tan seguro . Es más : Eliseo se congratuló ante la aparentemente loca huida de la Ciudad Santa . ¿ Qué hacer entonces con aquella valiosa gema ? Como se recordará , según Claudia Procla , gobernadora , la pieza fue tasada en unos dos millones de sestercios ( algo más de trescientos treinta mil denarios - plata . Toda una fortuna ...
Podía arriesgarme a viajar a Jerusalén con ella . Podía , incluso , negociar la venta . Pero , ¿ era aconsejable el transporte de tan abultado y pesado cargamento de monedas hasta la << cuna >> ?
Mi hermano se negó en redondo . El sentido común le dictaba cautela . Esperaríamos .
Fue entonces , al llebar a cabo el reencuentro de las menguadas reservas existentes en la bolsa de hule , cuando aquellos exploradores , lejos de caer en un más que lógico desánimo , rompieron a reír
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Tercer problema . Mejor dicho , doble tercer problema : la amenaza de Poncio y el irritante asunto de la escasez de fondos .
El gobernador , como anunciara el primipilus , no descansaría hasta capturar al << poderoso mago>>
que había osado dejarle en ridiculo . La verdad es que poco podía hacer . Amén de las ya habituales y conocidas medidas personales de seguridad , sólo me reataba extremar la prudencia y confiar...
Eliseo , discreto , no deseando cargar mi ánimo , aligeró de hierro el conflicto , recordándome algo que ya sabía :
- Resistiremos ... Con el tercer << salto >> , todo eso desaparecerá .
Otra cuestión fue el enojoso dilema planteado por el ópalo . En principio , yo había perdido una primera oportunidad de canjearlo en Jerusalén . Sin embargo , contemplando las sensatas recomendaciones del anciano Zebedeo , advirtiéndome sobre las torcidas intenciones y la rapacidad de banqueros y cambistas , ya no estuve tan seguro . Es más : Eliseo se congratuló ante la aparentemente loca huida de la Ciudad Santa . ¿ Qué hacer entonces con aquella valiosa gema ? Como se recordará , según Claudia Procla , gobernadora , la pieza fue tasada en unos dos millones de sestercios ( algo más de trescientos treinta mil denarios - plata . Toda una fortuna ...
Podía arriesgarme a viajar a Jerusalén con ella . Podía , incluso , negociar la venta . Pero , ¿ era aconsejable el transporte de tan abultado y pesado cargamento de monedas hasta la << cuna >> ?
Mi hermano se negó en redondo . El sentido común le dictaba cautela . Esperaríamos .
Fue entonces , al llebar a cabo el reencuentro de las menguadas reservas existentes en la bolsa de hule , cuando aquellos exploradores , lejos de caer en un más que lógico desánimo , rompieron a reír
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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