La risita del gobernador se clavó de nuevo en Claudia . Y deseé con todas mis fuerzas que alguien acudiera en nuestro auxilio . Y ante la sorpresa de quien esto escribe , ese << alguien >> fui yo mismo .
- ¿ Dudas de la magia de Isis ? - se recuperó Procla desviando la mirada hacia este perplejo explorador -.
¡ Pregúntale !
Me sentí atrapado -
- ¡ Pregunta al mago !
El tribuno me obsequió con un desplante :
- ¿ Otro adivino ?
Esta vez , Poncio no rechistó
- ¡ Ignorante, la magia existe !...
Y la gobernadora se descolgó con una pregunta fatídica :
- ¿ Quieres una demostración ?
Intenté decir algo , en un esfuerzo por conjurar los propósitos de Procla . Fue inútil.
- ¡ Jasón ! - ordenó la mujer sin paliativos -. Muéstrale a este epicúreo ateo y engreido hasta dónde llega tu poder .
Pero los insultos funcionaron . Y me salvaron ..., momentáneamente .
- ¿ Ateo ? - brincó Vedio como una pantera -. ¿ Me llamas ateo ?
Claudia , desorientada por la súbita réplica , dejó en suspenso la orden y el terror de quien esto escribe.
- ¿ No sois vosotros - vociferó el amanerado fuera de sí . los que adorais al rayo y al lobo ? ¿ No sois vosotros , pobres inconsecuentes , los que habéis reducido las divinidades a monstruos llenos de ira , envidia , celos y concupiscencia ? ¿ Dónde está la espiritualidad y la libertad de esos supuestos dioses ? ¿ No sois vosotros , ciegos y torpes , los que veneráis la materia inanimada ?
El Certero discurso era inapelable .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¿ Dudas de la magia de Isis ? - se recuperó Procla desviando la mirada hacia este perplejo explorador -.
¡ Pregúntale !
Me sentí atrapado -
- ¡ Pregunta al mago !
El tribuno me obsequió con un desplante :
- ¿ Otro adivino ?
Esta vez , Poncio no rechistó
- ¡ Ignorante, la magia existe !...
Y la gobernadora se descolgó con una pregunta fatídica :
- ¿ Quieres una demostración ?
Intenté decir algo , en un esfuerzo por conjurar los propósitos de Procla . Fue inútil.
- ¡ Jasón ! - ordenó la mujer sin paliativos -. Muéstrale a este epicúreo ateo y engreido hasta dónde llega tu poder .
Pero los insultos funcionaron . Y me salvaron ..., momentáneamente .
- ¿ Ateo ? - brincó Vedio como una pantera -. ¿ Me llamas ateo ?
Claudia , desorientada por la súbita réplica , dejó en suspenso la orden y el terror de quien esto escribe.
- ¿ No sois vosotros - vociferó el amanerado fuera de sí . los que adorais al rayo y al lobo ? ¿ No sois vosotros , pobres inconsecuentes , los que habéis reducido las divinidades a monstruos llenos de ira , envidia , celos y concupiscencia ? ¿ Dónde está la espiritualidad y la libertad de esos supuestos dioses ? ¿ No sois vosotros , ciegos y torpes , los que veneráis la materia inanimada ?
El Certero discurso era inapelable .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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