El tribuno se encogió de hombros . Y preguntó a su vez quién era aquel << rey >> . En opinión de quien esto escribe , la absoluta ignorancia de Vedio sobre la crucifixión del Maestro reflejaba una situación que no ha sido bien calibrada por la Historia . Para creyentes y no creyentes - con el favor que otorga la distancia en el tiempom -, la pasión de Jesús ha sido enjuiciada como un suceso de máxima relevancia que extremeció los pilares de la sociedad judía . Nada más lejos de la realidad . A excepción de familia , amigos , seguidores , gremio sacerdotal y fuerza acantonada en la fortaleza Antonia , los hechos de aquel viernes 7 de abril , no conmocionaron a nadie . La noticia corrió por determinadas regiones de Palestina , sí , pero eso fue todo . La muerte del Hijo del Hombre no sería conocida en el imperio hasta algunos años después . En aquellas fechas - como demostraba la pregunta del tribuno de Cesarea - muy pocos tuvieron información sobre el prendimiento , torturas y ejecución del casi anónimo Galileo . Respecto al significado de la << inteligente >> resurrección , mejor ni comentar....
- Jesús de Nazaret - lo atornillé .
Y Poncio , al fin , abriendo los ojos al límite , fue asintiendo en silencio .
- Inocente , sí - me ensañé -, pero colgado de un árbol .
Y espantado por el súbito recuerdo , pasó de la afirmación a una febril y convulsiva negación de cabeza .
- ¿ No fue un error ? - le acorralé con todo el cinismo de que fui capaz .
Reclamó a gritos el vino . Y el galo , sin inmutarse , dejó bebida y comida sobre la redonda mesita que me separaba de Vedio . Apuró la copa y restregando la mano , en un nervioso afán por limpiar los reguerillos del espeso y caliente licor , arrastró parte de los excrementos , introduciéndolos en la boca . Enrojeció . Y escupiendo , pateó furioso el frágil mueble . Y mesa , jarras , crátera y la fuente con los sesos de mono rodaron por el piso.
Y desorganizado por el nuevo estímulo , como lo más natural del mundo , olvidó mi pregunta , concentrandose en el asustado tribuno .
- ¡ Tú y tus maravillosos maquillajes !....
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Jesús de Nazaret - lo atornillé .
Y Poncio , al fin , abriendo los ojos al límite , fue asintiendo en silencio .
- Inocente , sí - me ensañé -, pero colgado de un árbol .
Y espantado por el súbito recuerdo , pasó de la afirmación a una febril y convulsiva negación de cabeza .
- ¿ No fue un error ? - le acorralé con todo el cinismo de que fui capaz .
Reclamó a gritos el vino . Y el galo , sin inmutarse , dejó bebida y comida sobre la redonda mesita que me separaba de Vedio . Apuró la copa y restregando la mano , en un nervioso afán por limpiar los reguerillos del espeso y caliente licor , arrastró parte de los excrementos , introduciéndolos en la boca . Enrojeció . Y escupiendo , pateó furioso el frágil mueble . Y mesa , jarras , crátera y la fuente con los sesos de mono rodaron por el piso.
Y desorganizado por el nuevo estímulo , como lo más natural del mundo , olvidó mi pregunta , concentrandose en el asustado tribuno .
- ¡ Tú y tus maravillosos maquillajes !....
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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