No hubo comentarios . ¡ Qué podíamos decir !
Y Eliseo , regresando a la realidad , solicitó mi parecer.
- Y ahora , qué ...
Le hice ver que convenía esperar . Las provisiones se hallaban en el refugio . El Maestro lo sabía .
- No creo que tarde ...
Y añadí , movido por una repentina alarma :
- ¿ Recuerdas las palabras de Tiglat ? ... El << extraño galileo >> parece serio y preocupado...
- No te comprendo .
Dudé . Quizá exageraba . Quizá aquel inesperado sentimiento no tenía sentido . Pero decidí compartirlo .
- No sé ... El muchacho dijo también que algo grave debía sucederle para que se hubiera retirado a este lugar...
Mi hermano , con su fina intuición , adivinó la extraña e inoportuna inquietud .
- ¿ Estás insinuando que quizá desea estar solo ?
Asentí .
- ¿ Crees que nos hemos precipitado ?
No supe responder.
Y el silencio de aquellos exploradores se unió al de las cumbres.
El ingeniero se dejó caer junto al semicirculo de piedra y , tras una larga pausa , sentenció con tino :
- Muy bien , querido mayor ... Aceptemos que tienes razón , que no es el momento , ni el lugar adecuado . Incluso que el Galileo , al vernos , manifiesta su deseo de continuar en soledad ... Todo eso puede ser correcto , pero , utilizando tu propio lenguaje , ¿ por qué no dejas que el Destino decida?
Y , burlón , matizó:
- Destino , como tú dices y escribes , con mayúsculas...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Y Eliseo , regresando a la realidad , solicitó mi parecer.
- Y ahora , qué ...
Le hice ver que convenía esperar . Las provisiones se hallaban en el refugio . El Maestro lo sabía .
- No creo que tarde ...
Y añadí , movido por una repentina alarma :
- ¿ Recuerdas las palabras de Tiglat ? ... El << extraño galileo >> parece serio y preocupado...
- No te comprendo .
Dudé . Quizá exageraba . Quizá aquel inesperado sentimiento no tenía sentido . Pero decidí compartirlo .
- No sé ... El muchacho dijo también que algo grave debía sucederle para que se hubiera retirado a este lugar...
Mi hermano , con su fina intuición , adivinó la extraña e inoportuna inquietud .
- ¿ Estás insinuando que quizá desea estar solo ?
Asentí .
- ¿ Crees que nos hemos precipitado ?
No supe responder.
Y el silencio de aquellos exploradores se unió al de las cumbres.
El ingeniero se dejó caer junto al semicirculo de piedra y , tras una larga pausa , sentenció con tino :
- Muy bien , querido mayor ... Aceptemos que tienes razón , que no es el momento , ni el lugar adecuado . Incluso que el Galileo , al vernos , manifiesta su deseo de continuar en soledad ... Todo eso puede ser correcto , pero , utilizando tu propio lenguaje , ¿ por qué no dejas que el Destino decida?
Y , burlón , matizó:
- Destino , como tú dices y escribes , con mayúsculas...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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