Entonces , el Hombre se incorporó . Y , aproximándose fue a golpear la espalda de este caído y cada vez más desconcertado explorador .
Instantes después , en pie , disipadas las risas , sumidos en la sorpresa y antes de que acertáramos a pronunciar una sola palabra , Jesús de Nazaret abrió lo brazos y , estrechándome , susurro:
- Oheb!
Y repitió :
- yaqqir oheb ! ... ¡ Querido amigo !
No soy capaz de explicarlo . No hay forma de articular y poner en pie el torbellino de sentimientos y sensaciones que provocó aquel abrazo.
¿ Gratitud ? ¿ Alegría ? ¿ Emoción ? ¿ Desconcierto?
Sólo recuerdo que , sin poder conrenerme , rompí a llorar . Y me abracé a Él , con más fuerza si cabe...
¡ Al fin !
- ¡ Querido amigo ! ... ¡ Querido amigo !
A continuación , al estrechas a Eliseo entre los musculosos brazos , siguió pronunciando la misma frase .
- Yaqqir oheb!...
¡ Dios bendoto !
De un plumazo , de la forma más simple y natural , todos mis temores y recelos se extinguieron .
¡ Nos reconoció ! ¿ Nos reconoció ? ... No , fue mucho más que eso . Pero , ¿ como pudo ? , ¿ cómo sabía ? . ¿ cómo era posible ?...
¡ Pobre idiota ! nunca aprenderé ...
Nos contempló unos segundos y , acogiéndonos con una radiante e interminable sonrisa , exclamó :
- ¡ Gracias ! ... ¡ Gracias por vuestra decisión y sacrificiós !...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Instantes después , en pie , disipadas las risas , sumidos en la sorpresa y antes de que acertáramos a pronunciar una sola palabra , Jesús de Nazaret abrió lo brazos y , estrechándome , susurro:
- Oheb!
Y repitió :
- yaqqir oheb ! ... ¡ Querido amigo !
No soy capaz de explicarlo . No hay forma de articular y poner en pie el torbellino de sentimientos y sensaciones que provocó aquel abrazo.
¿ Gratitud ? ¿ Alegría ? ¿ Emoción ? ¿ Desconcierto?
Sólo recuerdo que , sin poder conrenerme , rompí a llorar . Y me abracé a Él , con más fuerza si cabe...
¡ Al fin !
- ¡ Querido amigo ! ... ¡ Querido amigo !
A continuación , al estrechas a Eliseo entre los musculosos brazos , siguió pronunciando la misma frase .
- Yaqqir oheb!...
¡ Dios bendoto !
De un plumazo , de la forma más simple y natural , todos mis temores y recelos se extinguieron .
¡ Nos reconoció ! ¿ Nos reconoció ? ... No , fue mucho más que eso . Pero , ¿ como pudo ? , ¿ cómo sabía ? . ¿ cómo era posible ?...
¡ Pobre idiota ! nunca aprenderé ...
Nos contempló unos segundos y , acogiéndonos con una radiante e interminable sonrisa , exclamó :
- ¡ Gracias ! ... ¡ Gracias por vuestra decisión y sacrificiós !...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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