El ursus , entonces , cambió de dirección y se aproximó al saco de viaje .
¡ Las provisiones ! ¡ Acababa de olfatearlas !
En efecto , tras inspeccionar el contenido , introdujo las fauces en el petate , dando buena cuenta de la comoda .
La cría , aburrida , siguió merodeando . Y en una de aquellas cortas carreras fue a topar casi con la piedra sobre la que oraba el Hijo del Hombre .
Me estremecí .
El osezno , a pesar de la absoluta inmovilidad de Jesús , captó algo y , curioso , fue rodeando la laja . Al situarse contra el viento , la presencia humana le dio de lleno . Permaneció quieto . Intrigado . Miró a la madre , pero esta , encantada con la ración de miel , no le prestó la menor atención . Entonces , decidido , levantó las manos , apoyándolas sobre el filo de la roca .
Eliseo y quien esto escribe temblamos .
Las sandalias del Maestro se hallaban a escasos treinta o cuarenta centímetros de las garras del cachorro . Si lo tocaba , lo más probable es que el Galileo reaccionase . En ese caso , ¿ qué sucedería?
El osezno aproximóel hocico , olfateando a la extraña y alta criatura . Y en ello estaba cuando , de improviso , los bajos de túnica , agitados por el maarabit, fueron a golpearlo en plena cara , asustándolo . No lo dudó . Saltó hacia atrás y , aterrorizado , corrió hacia la osa .
Instantes después , concluido el festín , el ursus se alejó por donde había llegado , seguido de cerca por la incansable cría . Y los vimos desaparecer en el intrincado bosque de cedros .
Respiramos .
Una hora más tarde - rondando la << décima >> ( las cuatro ) -, Jesús abandonó su aislamiento , reuniéndose con estos maltrechos exploradores . Algo notó en nuestros rostros y , al punto intrigado , preguntó que sucedía , Al explicarle , sonriendo burlón , exclamó :
- ¡ Una osa ! ... ¡ Aquí ? ... ¡ Y yo con estos pelos !...
Así era aquel Hombre . Aquel magnífico Hombre .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ Las provisiones ! ¡ Acababa de olfatearlas !
En efecto , tras inspeccionar el contenido , introdujo las fauces en el petate , dando buena cuenta de la comoda .
La cría , aburrida , siguió merodeando . Y en una de aquellas cortas carreras fue a topar casi con la piedra sobre la que oraba el Hijo del Hombre .
Me estremecí .
El osezno , a pesar de la absoluta inmovilidad de Jesús , captó algo y , curioso , fue rodeando la laja . Al situarse contra el viento , la presencia humana le dio de lleno . Permaneció quieto . Intrigado . Miró a la madre , pero esta , encantada con la ración de miel , no le prestó la menor atención . Entonces , decidido , levantó las manos , apoyándolas sobre el filo de la roca .
Eliseo y quien esto escribe temblamos .
Las sandalias del Maestro se hallaban a escasos treinta o cuarenta centímetros de las garras del cachorro . Si lo tocaba , lo más probable es que el Galileo reaccionase . En ese caso , ¿ qué sucedería?
El osezno aproximóel hocico , olfateando a la extraña y alta criatura . Y en ello estaba cuando , de improviso , los bajos de túnica , agitados por el maarabit, fueron a golpearlo en plena cara , asustándolo . No lo dudó . Saltó hacia atrás y , aterrorizado , corrió hacia la osa .
Instantes después , concluido el festín , el ursus se alejó por donde había llegado , seguido de cerca por la incansable cría . Y los vimos desaparecer en el intrincado bosque de cedros .
Respiramos .
Una hora más tarde - rondando la << décima >> ( las cuatro ) -, Jesús abandonó su aislamiento , reuniéndose con estos maltrechos exploradores . Algo notó en nuestros rostros y , al punto intrigado , preguntó que sucedía , Al explicarle , sonriendo burlón , exclamó :
- ¡ Una osa ! ... ¡ Aquí ? ... ¡ Y yo con estos pelos !...
Así era aquel Hombre . Aquel magnífico Hombre .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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