Empezaron a mezclarse entre los doscientos , ofreciendo víveres , pan recien honeado , agua , grandes hojas de palma para protegerse del sol , << lociones >> contra los mosquitos , << abanicos >> trenzados con esparto para los momentos más calurosos del día , cuando splase el ardiente jamsín o viento del este , colirios fabricados con antimonio ( << refrescantes y milagrosos contra la violenta radiación del valle >> ) , espinas de acacias para el aseo de los dientes , y cualquier otro servicio que pudiera requerir la parroquia . Era muy simple . El pueblo , como decía , se hallaba a poco más de trescientos metros . Todo dependía del precio o de la urgencia ...
Era elemental . La presencia en el << vado de las Columnas >> de Juan el Bautista se había convertido en un interesante negocio . Todos , en Damiya y alrededor , pujaban y se las ingenieban para sacar partido . Todo servía ...
Uno de los vendedores pasó muy cerca , pregonando lo que llamaban << agua de Dekarim >> , un zumo de raíces de palmera , muy recomendado para combatir << las mañanas tristes >> ( especialmente después de una borrachera por legmi) y los frecuentes trastornos intestinales ocasionados por las dudosas aguas de pozos y manantiales de la cuenca . Me pareció interesante , y solicité una de las calabazas . A Eliseo le vendría bien . Fue entonces , al servirme , cuando descubrí algo que me desconcertó . El hombre caminaba con la ayuda de una pata de palo . Le faltaba el pie izquierdo o , al menos , eso parecía .
¡ Maldito bribón !
Al fijarme , me percaté del truco . El pie , supuestamente mutilado , se hallaba oculto en el interior de la próteis . Una de las mugrientas bandas de tela que aparecían enrolladas sobre el doble armazón que sujetaba la madera a la pierna se hallaba suelta , y revelaba el engaño .
El individuo , hábil , siguió la dirección de mi mirada , y descubrió , a su vez , el fallo . Se apresuró a anudar la tela y , sonriendo con malicia , me hizo un guiño de complicidad . Y se negó a cobrarme . Estaba claro : agua << milagrosa >> a cambio de silencio .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Era elemental . La presencia en el << vado de las Columnas >> de Juan el Bautista se había convertido en un interesante negocio . Todos , en Damiya y alrededor , pujaban y se las ingenieban para sacar partido . Todo servía ...
Uno de los vendedores pasó muy cerca , pregonando lo que llamaban << agua de Dekarim >> , un zumo de raíces de palmera , muy recomendado para combatir << las mañanas tristes >> ( especialmente después de una borrachera por legmi) y los frecuentes trastornos intestinales ocasionados por las dudosas aguas de pozos y manantiales de la cuenca . Me pareció interesante , y solicité una de las calabazas . A Eliseo le vendría bien . Fue entonces , al servirme , cuando descubrí algo que me desconcertó . El hombre caminaba con la ayuda de una pata de palo . Le faltaba el pie izquierdo o , al menos , eso parecía .
¡ Maldito bribón !
Al fijarme , me percaté del truco . El pie , supuestamente mutilado , se hallaba oculto en el interior de la próteis . Una de las mugrientas bandas de tela que aparecían enrolladas sobre el doble armazón que sujetaba la madera a la pierna se hallaba suelta , y revelaba el engaño .
El individuo , hábil , siguió la dirección de mi mirada , y descubrió , a su vez , el fallo . Se apresuró a anudar la tela y , sonriendo con malicia , me hizo un guiño de complicidad . Y se negó a cobrarme . Estaba claro : agua << milagrosa >> a cambio de silencio .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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