domingo, 4 de diciembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 25 de setiembre , martes ( 19 )

La fiebre rondaba los 40 grados . Busqué la dudosa protección  de uno de los cañaverales y esperé .
Maldije de nuevo mi estrella . Por no tener , no tenía ni un mal lienzo con el que aliviar la calentura . Rasgué mi túnica y preparé una compresa empapada en el agua del río . Aquel continuo ir y venir hasta la orilla , procurando refrescar la frente y las sienes del ingeniero , no paso inadvertido para el grupo que continuaba bajo la sófora . Ahora  más calmados , se preguntaban el porqué de mi extraña actitud . Sinceramente , casi no reparé en ellos .
La respiración , entrecortada , me tenía obsesionado . No sé qué absurdas ideas se apoderaron de mí en aquellos instantes ...
Y el miedo , como digo , se sentó a milado .
Pellizqué el dorso de las manos y verifiqué que la resistencia de los pliegues aumentaba . La deshidratación , imparable , fue la peor de las torturas . El agua del odre disminuía alarmantemente . Pensé en aproximarme al guigal e implorar la que fuera necesaria .
De pronto , Eliseo dejó de sudar . El organismo , en alerta , bloqueó los conductos , evitando así nuevas pérdidas de agua . Le hice beber casi a la fuerza .
Y , semiinconsciente , entró en una fase de delirio .
¿ Qué podía hacer ?
Quizá si lo sumergía en el Yaboq podría equilibrar , en parte , el exceso de temperatura .
- Lo siento , mayor ...
Eliseo empezó a balbucear , mezclando el inglés con el arameo . Traté de tranquilizarlo . Imposible . Ni siquiera me oía .
- ... Ellos me obligaron ... Lo siento , mayor ...  Sé que está prohibido , pero ella ...
Y lo repitió una y otra vez ..
- Ellos me obligaron ...
No presté excesiva atención a sus manifestaciones . Sabía que estaba bajo los efectos de la fiebre . Sin embargo , ahí quedaron en la memoria . ¿ A quién se refería ? ¿ Quién le obligó ? ¿ De qué hablaba ? Tendría que esperar al final de aquella aventura para entender el significado de las supuestamente absurdas palabras ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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