Jesús conocía bien la trocha . Atravesamos los espesos bosques de cedros y , tras saltar en varias oportunidades sobre el bravo nahal Aleyin ( << el que cabalga las nubes >> ), alcanzamos al fin los primeros ventisqueros .
Cota << 2.800 >>. Casi en la cumbre .
Una brisa fresca , limpia y moderada nos recibió complacida . Entre rocas azules , la nieve , escalando la montaña santa , dulcificaba paredes y farallones . Y el sol , todavía rasante , empezó sus juegos de luces . apostando por el blanco y el naranja .
El Maestro , canturreando uno de los salmos , recogió los cabellos , amarrándolos en su acostubrada cola . Después , sonriendo , rebosante de una paz y felicidad difíciles de explicar , comentó :
- ¡ Permaneced tranquilos !... ¡ Es el turno de mi Padre !
Nos guiño un ojo y , despacio , se alejó hacia una las cercanas y chorreantes lenguas de nieve .
Aquella estampa , de nuevo , me maravilló .
¡ Jesús de Nazaret caminando sobre la blanca y crujiente nieve !
Al poco se detuvo . Alzó los brazós y levantó el rostro hacia el azul purísimo de los cielos . Y así permaneció largo rato .
Entonces creí entender el porqué de sus enigmáticas palabras ...
<< ¡ Acompañadme ! ... Los detalles también son importantes >>
Por supuesto que lo eran . A decir verdad , nunca hasta ese momento , le vimos en comunicación con Ab-ba . Nunca , que yo recuerde , habíamos asistido a la majestuosa y , al mismo tiempo , sencilla escena de un Jesús en oración . Miento . Este explorados sí fue testigo de excepción de uno de esos momentos . Pero las circunstancias , poco antes del prendimiento en el huerto de Getsemaní , fueron muy diferentes . Éste no era un Jesús de Nazaret atormentado y humillado . Éste era un Hombre-Dios pletórico . Lleno de vida . Entusiasmado . Feliz y dispuesto .
Y durante horas me bebí aquella imagen .
¡ Hasta en eso era distinto y original !
El Maestro no rezaba como el resto de los judíos . Al menos , en privado ...
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Cota << 2.800 >>. Casi en la cumbre .
Una brisa fresca , limpia y moderada nos recibió complacida . Entre rocas azules , la nieve , escalando la montaña santa , dulcificaba paredes y farallones . Y el sol , todavía rasante , empezó sus juegos de luces . apostando por el blanco y el naranja .
El Maestro , canturreando uno de los salmos , recogió los cabellos , amarrándolos en su acostubrada cola . Después , sonriendo , rebosante de una paz y felicidad difíciles de explicar , comentó :
- ¡ Permaneced tranquilos !... ¡ Es el turno de mi Padre !
Nos guiño un ojo y , despacio , se alejó hacia una las cercanas y chorreantes lenguas de nieve .
Aquella estampa , de nuevo , me maravilló .
¡ Jesús de Nazaret caminando sobre la blanca y crujiente nieve !
Al poco se detuvo . Alzó los brazós y levantó el rostro hacia el azul purísimo de los cielos . Y así permaneció largo rato .
Entonces creí entender el porqué de sus enigmáticas palabras ...
<< ¡ Acompañadme ! ... Los detalles también son importantes >>
Por supuesto que lo eran . A decir verdad , nunca hasta ese momento , le vimos en comunicación con Ab-ba . Nunca , que yo recuerde , habíamos asistido a la majestuosa y , al mismo tiempo , sencilla escena de un Jesús en oración . Miento . Este explorados sí fue testigo de excepción de uno de esos momentos . Pero las circunstancias , poco antes del prendimiento en el huerto de Getsemaní , fueron muy diferentes . Éste no era un Jesús de Nazaret atormentado y humillado . Éste era un Hombre-Dios pletórico . Lleno de vida . Entusiasmado . Feliz y dispuesto .
Y durante horas me bebí aquella imagen .
¡ Hasta en eso era distinto y original !
El Maestro no rezaba como el resto de los judíos . Al menos , en privado ...
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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