Jacobo , divertido ante mi insolencia , lanzó un codazo a su cuñado . Y María le desintegró con la mirada .
-...Cuando supe que Jesús se disponía a cancelar su contrato con la fragua - prosiguió tratando de evitar nuevos conflictos familiares - quise verle ... - La Señora , ajena a estas pequeñas historias , quedó en suspenso -... Mi padre cedió y acudió al taller , invitándole a nuestra casa ...- El susto cubrió de nieve el rostro de María -... Jesús declinó la invitación . Y el rayo de luz que templaba mis esperanzas se eclipsó . Al día siguiente , antes de lo previsto , abandonó la ciudad . Yo provoqué su marcha .
Nadie suspiró . Y los primeros luceros , en lo alto , fueron fijando posiciones , a la espera de la siguiente rezagada flota de estrellas .
Hubiera deseado consolarla . Explicarle que , a buen seguro , como aquellos planetas primerizos , sus temores no reflejaban la verdad . Ésta , como la noche , es siempre una construcción intrincada . El ser humano , desde tierra , debe limitarse a contemplarla . Poseer la verdad - como las estrellas - es todavía un sueño . Si el Maestro decidió partir de Séforis no fue por su causa . Y la Señora , leyendo en mi firmamento interior , restableció el orden .
-Te equivocas , criatura . Destierra esa idea absurda . Mi Hijo ( tú lo aprendiste en los años de predicación ) actuaba movido por la voluntad de su Padre ; nunca por temores humanos .
Me dieron ganas de devolverle el beso . Difícilmente podía simplificarse con mejor galanura . Mi sonrisa , en la que hubiera podido instalarse todas las costelaciones , lo suplió con creces . Y embarcado como un polizón en el excelente humor de la Señora me aproveché de él , arrastrándola a las aguas que me convenian . La intuición - ese infalible semáforo del alma - no dejaba de parpadear en ámbar . Hacía tiempo que me gritaba la importancia de aquella serena y concurrida noche . Con el alba , con el jueves y con la asamblea del Pequeño Sanedrín de Séforis mi suerte podía remontar el vuelo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
-...Cuando supe que Jesús se disponía a cancelar su contrato con la fragua - prosiguió tratando de evitar nuevos conflictos familiares - quise verle ... - La Señora , ajena a estas pequeñas historias , quedó en suspenso -... Mi padre cedió y acudió al taller , invitándole a nuestra casa ...- El susto cubrió de nieve el rostro de María -... Jesús declinó la invitación . Y el rayo de luz que templaba mis esperanzas se eclipsó . Al día siguiente , antes de lo previsto , abandonó la ciudad . Yo provoqué su marcha .
Nadie suspiró . Y los primeros luceros , en lo alto , fueron fijando posiciones , a la espera de la siguiente rezagada flota de estrellas .
Hubiera deseado consolarla . Explicarle que , a buen seguro , como aquellos planetas primerizos , sus temores no reflejaban la verdad . Ésta , como la noche , es siempre una construcción intrincada . El ser humano , desde tierra , debe limitarse a contemplarla . Poseer la verdad - como las estrellas - es todavía un sueño . Si el Maestro decidió partir de Séforis no fue por su causa . Y la Señora , leyendo en mi firmamento interior , restableció el orden .
-Te equivocas , criatura . Destierra esa idea absurda . Mi Hijo ( tú lo aprendiste en los años de predicación ) actuaba movido por la voluntad de su Padre ; nunca por temores humanos .
Me dieron ganas de devolverle el beso . Difícilmente podía simplificarse con mejor galanura . Mi sonrisa , en la que hubiera podido instalarse todas las costelaciones , lo suplió con creces . Y embarcado como un polizón en el excelente humor de la Señora me aproveché de él , arrastrándola a las aguas que me convenian . La intuición - ese infalible semáforo del alma - no dejaba de parpadear en ámbar . Hacía tiempo que me gritaba la importancia de aquella serena y concurrida noche . Con el alba , con el jueves y con la asamblea del Pequeño Sanedrín de Séforis mi suerte podía remontar el vuelo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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