Jacobo me explicó que debía aguardar en compaqñía de su cuñada . El menguado calibre del túnel - elrededor de sesenta centímetros - obligaba a penetrarlo a gatas . Mi presencia , amén de innecesaria , hubiera sido un estorbo . Y ciñendose la Túnica a los lomos se adentró con decisión en la axfisiante << tubería >>. Las aclaraciones de la mujer me proporcionaron una idea de dicha inspección . El boquete que tenía ante mí , horadado en la roca , llevaba a un depósito natural en el que se almacenaba el agua de lluvia . El brocal se hallaba en superficie , a corta distancia del muro norte de la casa . Si las precipitaciones eran copiosas y continuadas , el nivel podía subir haciendo peligrar las provisiones del silo . Para evitarlo dastaba con clausurar el extremo del pasadizo con una trampilla , dejando que el agua corriera libre por cualquiera de los dos ramales que perforaban igualmente el subsuelo , partiendo de este canal principal . Como han puesto de manifiesto las modernas excavaciones arqueológicas , la secreta y trogoldítica Nazaret era un diabólico laberinto de túneles y contratúneles . Según Esta , los aliviaderos en cuestión conducían a su vez a otros silos y cavernas - La mayoría abandonados y repletos de ratas - y éstos a otros . De esta forma , si alguien tiviera el coraje suficiente para aventirarse en aquella tela de araña de cuevas , podía entrar por un extremo del pueblo y salir por el opuesto . Suponiendo , claro está , que no pereciese en el loco intento..
Al asomarme a la boca del túnel , algunos esporádicos y lejanos reflejos amarillentos en las húmedas paredes me dieron a entender que el audaz albañil debía hallarse ya sobre su objetivo . Pero la tenebrosidad del corredor era tal que no acerté a distinguir las formas de Jacobo . Ante mis dudas , la esposa de Santiago aclaró que - aunque ella jamás había pasado del silo -, según los hombres , la << tubería >> hacía un codo , dobándose hacia la derecha . En ese segundo pasadizo se abrían otros dos o tres conductos . Pues bien , una de ellos llevaba directamente a la cisterna .
Y esperamos . Con medio cuerpo en el interior del corredor me esforcé por distinguir algún sonido familiar . La escasa ventilación me trajo un pútrido alor , mezcla de humedad y excrementos de ratas . Y como ñunica referencia , el ya mencionado martilleo de los ríos de lluvia cayendo en el pozo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al asomarme a la boca del túnel , algunos esporádicos y lejanos reflejos amarillentos en las húmedas paredes me dieron a entender que el audaz albañil debía hallarse ya sobre su objetivo . Pero la tenebrosidad del corredor era tal que no acerté a distinguir las formas de Jacobo . Ante mis dudas , la esposa de Santiago aclaró que - aunque ella jamás había pasado del silo -, según los hombres , la << tubería >> hacía un codo , dobándose hacia la derecha . En ese segundo pasadizo se abrían otros dos o tres conductos . Pues bien , una de ellos llevaba directamente a la cisterna .
Y esperamos . Con medio cuerpo en el interior del corredor me esforcé por distinguir algún sonido familiar . La escasa ventilación me trajo un pútrido alor , mezcla de humedad y excrementos de ratas . Y como ñunica referencia , el ya mencionado martilleo de los ríos de lluvia cayendo en el pozo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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