De acuerdo con la sabia Naturaleza , ese despegue se forjó sin traumas y al compas del relog de las necesidades humanas . En aquellos años previos a la llamada << vida pública >> , a pesar de la inteligencia y del magnetismo que le adornaban , nadie sobre la tierra hubiera podido sospechar que aquel gigante de 1,81 metros , complexión atlética y trabajador y viajero infatigable estaba llamado a modificar la brújula de la historia . Como mucho , los más optimistas le aseguraban un futuro discretamente brillante y atrincherado en la enseñanza . De hecho , su fama como instructor corría ya de boca en boca . En la primavera del año 18 quedaría demostrada la solidez de esta realidad . Una semana después de la Pascua , un joven judío residente en Alejandría visitó la casa de Nazaret , proponiendo << algo >> que el Maestro aceptó con placer : un cambio de impresiones con una selecta representación de los sabios y rabinos que trabajaban en la referida metrópoli egipcia . Y en junio , a dos meses de su veinticuatro aniversario , se sentó en Cesarea frente a cinco eminentes profesores . Las conversaciones giraron alrededor de dos ideas y una propuesta . Para aquellos judíos , Alejandría estaba llamada a ocupar el centro cultural del mundo . Las corrientes helénicas imperaban en la civilización mediterránea , habiendo desbordado el pensamiento y la filosofía babilónicos . En cuanto a la propuesta , no cabe duda de que constituyó una quinta y atractiva tentación : Alejandría le ofertaba un puesto de profesor y ayudante del decano de la sinagoga principal . Para ello , obviamente , debería residir en Egipto .
A lo largo de esta << cumbre >> con la flor y nata de la sabiduría judía en el exilio , el Hijo del Hombre tuvo ocasión de escuchar un pronóstico que , años después , con plena conciencia de su divinidad , convertiría en profecía : la destrucción de Jerusalén y el templo . Los rabinos , tratando de ganarle para su causa , no dudaron en hacerle partícipe de los preocupantes rumores que circulabandentro y fuera de Palestina . La revelión - dijeron - era inminente . La nación sería aplastada por Roma en un plazo máximo de tres meses . Los hombres prudentes debían abandonar Israel . ¿ Qué mejor momento para Él y su familia ? Alejandría le abría sus brazos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
A lo largo de esta << cumbre >> con la flor y nata de la sabiduría judía en el exilio , el Hijo del Hombre tuvo ocasión de escuchar un pronóstico que , años después , con plena conciencia de su divinidad , convertiría en profecía : la destrucción de Jerusalén y el templo . Los rabinos , tratando de ganarle para su causa , no dudaron en hacerle partícipe de los preocupantes rumores que circulabandentro y fuera de Palestina . La revelión - dijeron - era inminente . La nación sería aplastada por Roma en un plazo máximo de tres meses . Los hombres prudentes debían abandonar Israel . ¿ Qué mejor momento para Él y su familia ? Alejandría le abría sus brazos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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