María alzó los ojos hacia sus hijos y , esfordandose por reprimir la risa , terminó abrazando al pequeño contra contra su pecho , indicando a Jacobo que volviera a sentarse y que no perdiera los estribos . Santiago , retirandose al cobertizo , dio rienda suelta a las carcajadas que se empujaban en su ánomi , descargando de paso la tensión provocada por el asunto de Judá .
- ¿ Por qué lo has hecho ?
El tono fingidamente severo de la abuela no obtuvo otra respuesta que un indescifrable mohín , seguido de un mecánico encogimiento de hombros . María asintió . Finalmente , el hijo mayor de Jacobo y Miriam confesó << algo >> que borró la tolerante mirada de su abuela :
- El tío Jesús lo decía ....
- ¿ El tío Jesus te enseñó a meter grillos en las ropas de la gente ?
- ¡ Judá ! - le amonestó su padre - , ¿ por qué mientes ?
No mentía . Sencillamente , no le habían dejado terminar . Y protestó al amparo de la Señora .
- El tío Jesús lo decía : si un grillo se aleja de su casa , jamás vuelve a cantar ..
- Pero ...
La abuela intercedió de nuevo , rogando a Jacobo que no interrumpiera . La historia era simple en extremo . El << tío Jesús >> , como le llamaba Judá , había contado que los grillos aman tanto su tierra natal que si , por cualquier circunstancia , se ven lejos de su hogar deciden no cantar . Y según explicó , aquel grillo era oriundo de Séforis . Su prima Raquel , hija mayor de Santiago , lo había tra´do al principio de la primavera .
- ¿ Qué mejor oportunidad para devolverlo a su casa - razonó Judá - que al cuidado de Rebeca ?
La SEñora , Jacobo y este explorador seguimos la narración espantados .
- ¿ Y no se te ocurrió negociarlo con la pobre Rebeca ?
El argumento de María fue desestimado por el << salvador de grillos >> .
- Imposible .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¿ Por qué lo has hecho ?
El tono fingidamente severo de la abuela no obtuvo otra respuesta que un indescifrable mohín , seguido de un mecánico encogimiento de hombros . María asintió . Finalmente , el hijo mayor de Jacobo y Miriam confesó << algo >> que borró la tolerante mirada de su abuela :
- El tío Jesús lo decía ....
- ¿ El tío Jesus te enseñó a meter grillos en las ropas de la gente ?
- ¡ Judá ! - le amonestó su padre - , ¿ por qué mientes ?
No mentía . Sencillamente , no le habían dejado terminar . Y protestó al amparo de la Señora .
- El tío Jesús lo decía : si un grillo se aleja de su casa , jamás vuelve a cantar ..
- Pero ...
La abuela intercedió de nuevo , rogando a Jacobo que no interrumpiera . La historia era simple en extremo . El << tío Jesús >> , como le llamaba Judá , había contado que los grillos aman tanto su tierra natal que si , por cualquier circunstancia , se ven lejos de su hogar deciden no cantar . Y según explicó , aquel grillo era oriundo de Séforis . Su prima Raquel , hija mayor de Santiago , lo había tra´do al principio de la primavera .
- ¿ Qué mejor oportunidad para devolverlo a su casa - razonó Judá - que al cuidado de Rebeca ?
La SEñora , Jacobo y este explorador seguimos la narración espantados .
- ¿ Y no se te ocurrió negociarlo con la pobre Rebeca ?
El argumento de María fue desestimado por el << salvador de grillos >> .
- Imposible .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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