El capataz no permitió que Jesús vareara desde las ramas . Demasiado alto y corpulento , dijo . Y el Galileo , obediente , trabajo en tierra .
A cada poco , quien esto escribe regresaba al árbol y , mientras cargaba , contemplaba al Maestro . El Hijo del Hombre agitaba el ramage con una de aquellas varas rojar , y lo hacía con entusiasmo y sin respiro . Las << amantes >> , negras y lustrosas , se precipitaban a decenas , y quedaban enganchadas en los cabellos del Maestro . ahora recogidos en su típica << cola de caballo >> . Parecía haber olvidado el incidente del día anterior , en el wadi . Y , lentamente , se fue integrando en el grupo , y tomando parte en las elementales conversaciones que sostenían los felah . Lo vi nuevamente feliz . Disfrutaba cada instante , de eso estoy seguro ...
Cruzamos algunas miradas. Ahora , al ordenar estas memorias , he dudado . Quizá intentó anunciarme lo que estaba a punto de suceder ...
No sé ...
La cuestión es que este torpe explorador no supo traducir aquellas intensas miradas .
Sí , algo se preparaba ...
Y esa noche , aunque nos hallábamos cerca de la cueva de la << llave >> , Jesús decidió permanecer en el campamento de la << 800 >> . Allí cenamos , con los campesinos , y allí caímos rendidos . Dgul dormía en el olivar , con los << suyos >> ...
Fua al día siguiente , martes , 29 de enero , cuando me fijé en aquel niño ...
Tenía nueve años , poco más o menos . Era un rebuscador .
La rebusca - según me explicaron - no formaba parte de la recogida de la aceituna propiamente dicha , pero nadie concebía la asepa sin la muraya . La rebusca ( los felah le daban el nombre de muraya o << detras de >> ) consistía en el último rastre del campo , a la caza y captura de las aceitunas olvidadas , o esturreadas , entre los terrones y los matojos , si los había . Solo podía practicarse cuando los vareadores concluían el << vaciado >> de los zayit . Por eso la definían como algo que tenía lugar << detras de >> . Y así era .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
A cada poco , quien esto escribe regresaba al árbol y , mientras cargaba , contemplaba al Maestro . El Hijo del Hombre agitaba el ramage con una de aquellas varas rojar , y lo hacía con entusiasmo y sin respiro . Las << amantes >> , negras y lustrosas , se precipitaban a decenas , y quedaban enganchadas en los cabellos del Maestro . ahora recogidos en su típica << cola de caballo >> . Parecía haber olvidado el incidente del día anterior , en el wadi . Y , lentamente , se fue integrando en el grupo , y tomando parte en las elementales conversaciones que sostenían los felah . Lo vi nuevamente feliz . Disfrutaba cada instante , de eso estoy seguro ...
Cruzamos algunas miradas. Ahora , al ordenar estas memorias , he dudado . Quizá intentó anunciarme lo que estaba a punto de suceder ...
No sé ...
La cuestión es que este torpe explorador no supo traducir aquellas intensas miradas .
Sí , algo se preparaba ...
Y esa noche , aunque nos hallábamos cerca de la cueva de la << llave >> , Jesús decidió permanecer en el campamento de la << 800 >> . Allí cenamos , con los campesinos , y allí caímos rendidos . Dgul dormía en el olivar , con los << suyos >> ...
Fua al día siguiente , martes , 29 de enero , cuando me fijé en aquel niño ...
Tenía nueve años , poco más o menos . Era un rebuscador .
La rebusca - según me explicaron - no formaba parte de la recogida de la aceituna propiamente dicha , pero nadie concebía la asepa sin la muraya . La rebusca ( los felah le daban el nombre de muraya o << detras de >> ) consistía en el último rastre del campo , a la caza y captura de las aceitunas olvidadas , o esturreadas , entre los terrones y los matojos , si los había . Solo podía practicarse cuando los vareadores concluían el << vaciado >> de los zayit . Por eso la definían como algo que tenía lugar << detras de >> . Y así era .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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