lunes, 12 de junio de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor -Tomo 8 - Tercera semana en Beit Ids ( 26 )

Y hacia la hora quinta ( once de la mañana ) , la cuadrilla hizo el acostumbrado alto en el trabajo y se dispuso a reponer fuerzar . Las mujeres habían cocinado un tagine , una gacha con carne picada y huevos , muy espesa y generosa en cebolla y dientes de ajo machacados . Era un plato único , pero definitivo . Con ello resistíamos hasta la puesta del sol .
Comí algo , pero no sé muy bien por qué , quizá impulsado por esa << fuerza >> que nos habita , llené de nuevo la escudilla de madera y me dirigí al jamsín . Me senté frente a Ajasdarpan y le ofrecí el tagime . El niño me miró , incrédulo . Insistí , pero no se atrevió a recibir la comida . La vieja de la calabaza , más que ebria , quiso apoderarse de la escudilla , pero no lo permití . Y permaneció atenta , a pocos pasos , en compañía de los otros tres rapaces . Quizá no hice bien en regalarle las albondigas de carne , pero me sirvió de pretetexto para acercarme , y examinarlo co detenimiento .
Era lo que me temía ...
Sonrió abiertamente , y mostró unos dientes desordenados , con un brillo céreo azul grisáceo , típico del mal que padecía .
Pregunté si entendía el arameo , pero tampoco replicó . Traté de hacerme entender por señas , y el niño , comprendiendo , llevó la mano izquierda a la oreja . Lo hizo , como en todos sus movimientos , desesperadamente despacio . Tocó la oreja dos veces y , por último , dejó caer los dedos hacia los labios . Y negó con la cabeza .
Era sordo .
Y volvió a sonreir , satisfecho . A pesar de su problema , era un muchacho alegre y listo .
Finalmente , tras insistir un par de veces , el de la << mirada azul >> sujetó el cuenco y accedió a comer . Cada cucharada fue interminable , pero me sentí feliz . Ajasdarpan estaba hambriento . Y supo agradecérmelo con una casi permanente sonrisa . Lo observé a conciencia , y deduje que el primer diagnóstico podía ser correcto . Ajasdarpan padecía una enfermedad rara , conocida en nuestro << ahora >> como osteogénesis imperfecta . Como consecuencia de un defecto genético , los huesos presentaban una extrema fragilidad , así como deformaciones esqueléticas , articulaciones sin fuerzas , y sin tensión en las fibras , musculatura débil y una piel frágil , con cicatrices hiperplásticas , y siempre llena de moratones . Lo increíble es que no hubiera muerto durante el período fetal ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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