lunes, 12 de junio de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - Tercera semana en Beit Ids ( 25 )

En los primeros momentos lo vi de lejos . Se afanaba en la rebusca , con el resto de sus compañeros . Se inclinaba con dificultad sobre el terreno , pero era hábil . Cuando encontraba una pareja o un racimo de aceitunas , las levantaba lentamente y las hacía girar a la altura de los ojos . Aproximaba el fruto , como si no viera bien  , y limpiaba las amantes con la lngua . Despué , igualmente tranquilo , hacía descender la manoizquierda y depositaba el hallazgo en una espuerta negra , confeccionada con delgadas duelas de cornejo , muy resistentes a la podredumbre . Y vuelta a empezar ...
A decir vrda , nadie , entre los vareadores , hizo momentario alguno . Lo concían de antiguo , y no le prestaban mayor atención . Lo llamaban por su nombre , y también lo apodaban el de la << mirada azul >> Cuando pregunté el porqué , sólo obtube una respuesta : << Porque su mirada es azul . >> Naturalmente , no lo creí . Probablemente se burlaban de aquel forastero ...
El equivocado fui yo , una vez más.
Sin poer remediar la curiosidad , a lo largo de esa mañana me las ingenié para caminar cerca del jansín , la estaca roja que delimitaba el territorio de los rebuscadores . Y ahora que lo pienso , me pregunto : ¿ fue la curiosidad lo que me empujó a onservar al muchachito mestizo . ?
Como decía el Maestro , quien tenga oídos , quem oíga ...
Crucé varias veces frente a Ajasdarpan , y las sospechas iniciales tomaron fuerza .
Era de estatura baja . Apenas un metro , con una aparatosa desviación de la columna , una cifiescoliosis  progresiva que lo atormentaba , sin duda , con un dolor más que notable .
¡ Dios bendito !
Su << mirada >> , en efecto , era zul . Los felah , a su manera , definian así un defecto de las escleróticas ( el blanco de los ojos ) , que provocaba una << mirada >> gris -azulada .La cabeza era triangualar , en forma de << boina escocesa >>, con una nariz picuda y un acusado hiperterolismo ( ojos más separados de lo hbitual ) que le proporcionaban un aspecto monstruoso ,
¡ Dios bendito ! Sentí una profunda piedad por aquella criatura ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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