Una de mis preocupaciones en aquellos primeros momentos del fuerte estrés sufrido en el huerto fue el seguimiento del ritmo cardíaco y arterial de Jesús . Al dirigir los ultrasonidos sobre el corazón , el << efecto Doppler >> arrojó un ritmo de 135 pulsaciones por minuto . En cuanto a la tensión arterial , la cifra se había elevado a 210 de máxima . ( El ritmo cardíaco normal del Nazareno fue calculado en 60 latidos por minuto y su tensión arterial media en 130 máxima y 80 mínima . Aquello significaba , evidentemente , una profunda alteración orgánica . Los especialistas de Caballo de Troya estimaron así mismo que la descarga previa de adrenalina en el torrente sanguíneo de aquel Hombre - a la vista de la resistencia arterial periférica - pudo ser del orden de 10 microgramos por kilo y minuto .
Poco a poco , al cabo de diez o quince minutos , conforme el rabí fue serenando su espíritu , el ritmo cardíaco y arterial fueron recobrando la normalidad . Sin embargo , aquella dura prueba - en opinión de los expertos en nutrición - significó , además , el total agotamiento de las 750 calorías suministradas al organismo en la reciente cena . El estrés debió suponer un consumo de calorías sensiblemente superior a esa cantidad , por lo que el Nazareno , en opinión de los médicos de Caballo de Troya tuvo que empezar a tirar de sus reservas naturales posiblemente a partir de la una o las dos de la madrugada de este viernes . ( Con aquel aporte energético , y suponiendo que Jesús se hubiera retirado a descansar inmediatamente , el organismo hubiera podido aguantar hasta las ocho de la mañana , aproximadamente . Pero , con la crisis iniciada en el huerto de Getsemaní , los especialistas , como digo , estimaron que el organismo del Hijo del Hombre tuvo que iniciar una << lipolisis >> o disolución de la grasa del tejido adiposo , con el único fin de suministrar ácido graso y sobrevivir . Las reservas de glucógeno o azúcar concentrada se agotarían en cuestión de horas , y la naturaleza del galileo no tendría otra alternativa que << echar mano >> repito , de sus grasas . )
La situación del Maestro , desde el punto de vista puramente médico , empezaba a ser delicada .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Poco a poco , al cabo de diez o quince minutos , conforme el rabí fue serenando su espíritu , el ritmo cardíaco y arterial fueron recobrando la normalidad . Sin embargo , aquella dura prueba - en opinión de los expertos en nutrición - significó , además , el total agotamiento de las 750 calorías suministradas al organismo en la reciente cena . El estrés debió suponer un consumo de calorías sensiblemente superior a esa cantidad , por lo que el Nazareno , en opinión de los médicos de Caballo de Troya tuvo que empezar a tirar de sus reservas naturales posiblemente a partir de la una o las dos de la madrugada de este viernes . ( Con aquel aporte energético , y suponiendo que Jesús se hubiera retirado a descansar inmediatamente , el organismo hubiera podido aguantar hasta las ocho de la mañana , aproximadamente . Pero , con la crisis iniciada en el huerto de Getsemaní , los especialistas , como digo , estimaron que el organismo del Hijo del Hombre tuvo que iniciar una << lipolisis >> o disolución de la grasa del tejido adiposo , con el único fin de suministrar ácido graso y sobrevivir . Las reservas de glucógeno o azúcar concentrada se agotarían en cuestión de horas , y la naturaleza del galileo no tendría otra alternativa que << echar mano >> repito , de sus grasas . )
La situación del Maestro , desde el punto de vista puramente médico , empezaba a ser delicada .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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