El estéril periplo dejó en seco a los galileos . Y en silencio , cargados de impotencia , se adentraron en el barrio artesanal , dispuestos a recogerse en la casa de Esta .
El martilleo de los carpinteros y toneleros y el fatigoso respirar de los entintadores trajo a mi memoria algo que no deseaba pasar por alto . Y reclamando la atención de Santiago le rogué que me mostrara el viejo almacen de aprovisionamiento de caravanas . Sentía una viva curiosidad por visitar el lugar donde el Hijo del Hombre había fraguado tan interesante y cosmopolitas amistades . Y el hermano de Jesús , condescendiente , dio media vuelta , deshaciendo lo andado . En las mismisimas << puertas >> de la aldea , a un suspiro de la fuente, se alzaba un recogido caserón , de paredes oscurecidas y atacadas por un moho verde - parduzco ( la << lepra >> de las piedras del Levítico ). Nos situamos frente al portalón y , expectante , aguardé a que tomaran la iniciativa e irrumpieran en la oscura sala . . No fue así . Santiago , con escasos deseos de rememorar el pasado , me hizo saber que no valía la pena . El entrañable almacén había ido pasando de mano en mano y ahora proporcionaba trabajo a los frabricantes y remendadores de redes . El hallazgo de una artesanía de esta índole en Nazaret me dejó perplejo . Siempre creí que estas industrias , al igual que la cordelería y la confección de aparejos para la pesca , radicaban a orillas del yam. Jacobo , haciéndose cargo de mi desilusión , animó a su hermano político a que me mostrara el lugar . Y añadió algo que venció su resistencia :
- Quizá tengan noticias de Séforis .
A partir de ese momento fui de sobresalto en sobresalto . La empresa de burreros que había comprado el almacén a la familia del Maestro volvió a venderlo . Y por una de esos caprichos del destino , el nuevo propietario resultó ser el padre de Rebeca , la joven enamorada de Jesús . Desde hacía dos años , como digo , había sido rehabilitado como almacén , taller y entintadero de artes de pesca .
No pude contenerme y , ante la posibilidad de conocer a la referida joven , tiré de la manga de Jacobo , interrogándole sobre su paradero . No supo responder . pero prometió informarse . Algunas de las remendadoras y caravaneros que transportaban el lino desde Séforis estaban al tanto de los movimientos de la familia propietaria .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
El martilleo de los carpinteros y toneleros y el fatigoso respirar de los entintadores trajo a mi memoria algo que no deseaba pasar por alto . Y reclamando la atención de Santiago le rogué que me mostrara el viejo almacen de aprovisionamiento de caravanas . Sentía una viva curiosidad por visitar el lugar donde el Hijo del Hombre había fraguado tan interesante y cosmopolitas amistades . Y el hermano de Jesús , condescendiente , dio media vuelta , deshaciendo lo andado . En las mismisimas << puertas >> de la aldea , a un suspiro de la fuente, se alzaba un recogido caserón , de paredes oscurecidas y atacadas por un moho verde - parduzco ( la << lepra >> de las piedras del Levítico ). Nos situamos frente al portalón y , expectante , aguardé a que tomaran la iniciativa e irrumpieran en la oscura sala . . No fue así . Santiago , con escasos deseos de rememorar el pasado , me hizo saber que no valía la pena . El entrañable almacén había ido pasando de mano en mano y ahora proporcionaba trabajo a los frabricantes y remendadores de redes . El hallazgo de una artesanía de esta índole en Nazaret me dejó perplejo . Siempre creí que estas industrias , al igual que la cordelería y la confección de aparejos para la pesca , radicaban a orillas del yam. Jacobo , haciéndose cargo de mi desilusión , animó a su hermano político a que me mostrara el lugar . Y añadió algo que venció su resistencia :
- Quizá tengan noticias de Séforis .
A partir de ese momento fui de sobresalto en sobresalto . La empresa de burreros que había comprado el almacén a la familia del Maestro volvió a venderlo . Y por una de esos caprichos del destino , el nuevo propietario resultó ser el padre de Rebeca , la joven enamorada de Jesús . Desde hacía dos años , como digo , había sido rehabilitado como almacén , taller y entintadero de artes de pesca .
No pude contenerme y , ante la posibilidad de conocer a la referida joven , tiré de la manga de Jacobo , interrogándole sobre su paradero . No supo responder . pero prometió informarse . Algunas de las remendadoras y caravaneros que transportaban el lino desde Séforis estaban al tanto de los movimientos de la familia propietaria .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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