( En una oportuna y rápida intervención del módulo , mi hermano completó mi información , recordándome algunos de los platos favoritos de Tiberio y que Santa Claus había extraido de la Histotia Natural de Plinio el Viejo : << Casi exclusivamente vegetales y en especial , unos espárragos y pepinos que su jardinero cultivaba en cajones con ruedas para trasladarlos al sol o a la sombra , según el tiempo . También comía unos rábanos que hacía transportar desde la Germania . Estos vegetales fueron motivo de frecuentes disputas con su hijo Druso II porque éste se negaba a probarlos . El Emperador era igualmente un fanático de la fruta . Las peras eran sus favoritas . Tiberio se nanagloriaba de tener en su villa del Tíber el árbol más alto del mundo . Su sobriedad llegaba al extremo de beber - ya en su vejez - un vino agrio de Sorrento , parecido al chacolí vasco . >> )
Cuando fui exponiéndole estos pormenores de la dieta diaria del César , Poncio Pilato - que no estaba muy bien informado sobre este particular - exclamó tras soltar un largo y cavernoso eructo :
- ¡ Por Júpiter .... ! Tiberio bebe vinagre . Ahora comprendo poe qué no necesita médicos . Yo había oído hablar de su jocosidad , pero no imaginaba que , además , le gustara sufrir ...
Y soltando una de aquellas grasientas empanadas de ubre de cerda , comenzó a reis a carcajadas , al tiempo que hacía una señal al esclavo galo para que le acercara un aguamanil . El mancebo esperó a que su amo hubiera lavado sus manos y , como si se tratase de una costumbre habitual , se inclinó sobre el gobernador , ofreciendole su larga y sedosa cabellera . Pilato , sin mirarle siquiera , fue secándose con el pelo del esclavo .
José y yo cruzamos una mirada de repugnancia .
Pero Poncio había centrado el tema de la conversación en el conocido sentido del humor de su Emperador y me rogó que le contara algunos de los últimos chistes y anécdotas protagonizados por Tiberio.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Cuando fui exponiéndole estos pormenores de la dieta diaria del César , Poncio Pilato - que no estaba muy bien informado sobre este particular - exclamó tras soltar un largo y cavernoso eructo :
- ¡ Por Júpiter .... ! Tiberio bebe vinagre . Ahora comprendo poe qué no necesita médicos . Yo había oído hablar de su jocosidad , pero no imaginaba que , además , le gustara sufrir ...
Y soltando una de aquellas grasientas empanadas de ubre de cerda , comenzó a reis a carcajadas , al tiempo que hacía una señal al esclavo galo para que le acercara un aguamanil . El mancebo esperó a que su amo hubiera lavado sus manos y , como si se tratase de una costumbre habitual , se inclinó sobre el gobernador , ofreciendole su larga y sedosa cabellera . Pilato , sin mirarle siquiera , fue secándose con el pelo del esclavo .
José y yo cruzamos una mirada de repugnancia .
Pero Poncio había centrado el tema de la conversación en el conocido sentido del humor de su Emperador y me rogó que le contara algunos de los últimos chistes y anécdotas protagonizados por Tiberio.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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