viernes, 1 de mayo de 2015

Caballo de Troyan - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 6 de abril , jueves ( 11 )

A través de aquella suave tela , mis manos  fueron palpando su cuello , hombros  y espalda . Aquel Galileo - tal y como se desprendía de una simple  observación visual - era un ejemplar fornido . Los músculos de la parte posterior y superior  del troco - en especial los trapecios -  estaban muy desarrollados . Esta sensación de fortaleza  - fruto sin duda , de un duro y continuado trabajo manual durante muchos años - se extendía igualmente  a los músculos deltoides  , en la zona de los hombros . Aquéllos y los también sólidos paquetes  musculares que se distribuían a casa lado de la columna  ( los grandes dorsales e infraespinosos ) me inclinaron a pensar que Jesús gozaba de una perfecta sincronización en la elevación y descenso de su caja torácica .
Los brazos , de acuerdo con la configuración y estimable volumen de los músculos de los hombros  y parte superior y posterior del tronco , eran igualmente macizos . En mi opinión , sus bíceps  braquiales  eran especialmente gruesos  y potentes . También los grandes pectorales  ( lo que conocemos familiarmente como el pecho ) se hallaban fuertemente consolidados , como si el Galileo hubiera practicado la natación . Su capacidad respiratoria tenía que ser excelente .
Tanto la cintura como la parte inferior de la espalda aparecían sin un gramo de grasa . Y lo mismo apreciçé  en la cara frontal del abdomen : la paredb muscular del gran recto era lisa , sin inicio alguno de tejido adiposo.
En cuanto a sus muslos  y piernas ,  tanto los sartorios  como los músculos aductores  , bíceps crural , semitendinosos y gemelos  surgieron al tacto firmes y duros como piedras . Aquellas extremidades  inferiores  , en mi opinión , hubieran sido la envidia  de un corredor de la maratón...
Esta armónica y musculosa constitución - unida a la gran estatura del maestro - le convertian , sin ningún género de dudas , en un ejemplar especialmente atractivo . Era como si la naturaleza  se hubiera esmerado muy especialmente  a la hora de configurar a aquel hombre . A su evidente perfección natural había que añadir  también aquellos cuatro últimos  años de incansable actividad recorriendo todos los caminos  de Israel , que le habían proporcionado una envidiable forma física.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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