martes, 1 de marzo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 26 de abril , miércoles ( 28 )

Elegido el lugar , turnándose en la labor , la emprendieron con el arcilloso y dócil terreno , abriendo dos fosas de casi medio metro de profundidad . Durante  el tiempo invertido en la dolorosa obligación , el silencio , brotando de los corazones  , sólo fue desdibujado por los impactos de las herramientas y el jadeo de los << sepultureros >> . las avispillas responsables  de la polinización de la higuera , tan desconcertadas como este explorador  ante los insólito del duelo , optaron por retirarse hacias las cabelleras emplumadas de las altas cañas de la ribera .
Y Jacobo , ceremonioso , en un intento de abreviar el lance  , fue alineando las palomas  frente a las << tumbas >> Santiago y el alfarero apoyados  en los largos mangos mangos  de las azadas , aguardaban la decisión de la mujer . Y María , arrodillándose con dificultad frente a sus queridas aves , no demoró la operación . Tomó la primera con ambas manos y llevándola  a los labios  la besó en el pico . Acto seguido , con el silencio como quinto testigo , fue a depositarla con una exquisita dulzura en el fondo de la fosa .
- Pinta ..., mi pequeña Pinta ...
Al escuchar la susurrante despedida , Jacobo hizo crujir las mandíbulas y asaltado por la rabia  se separódel grupo , soltando el enojo junto al arroyo .
- Enamorada ..., mi querida Enamorada  .
Con la tercera paloma  , las lágrimas , incontenibles  se mezclaron con los besos . Santiago inclinó la cabeza  .
-... Perezosa .., descansa en paz ...
Cuando la última de las aves fue a reposar en el agujero , el hijo ayudando a la madre  a incorporarse , la encomendó a mi tutela . Y sin más rodeos  , descargando la tensión en cada palabra , las sepultó . No sé si mis carias sirvieron de algo . La Señora amaba  intensamente  a sus palomas . Y tal y como habían acordado - posiblemente en la conversación en el taller - el alfarero amigo se responsabilizó de María , prometiendo auxiliarla en casa de Esta . Elogié la prudente  decisión . Su rodilla  no hubiera resistido el periplo que , con seguridad , nos aguardaba . Y dócil , aplastada por unos pensamientos  que nada tenían que ver con los de hijo , aceptó sin rechistar..
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto