jueves, 3 de marzo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 26 de Abril , miércoles ( 33 )

Si nuestras informaciones eran correctas - y procedían de las mejores fuentes - aquél era uno de los parajes favoritos de Jesús . Allí acudía desde niño . Allí , de la mano de José , despertó a la naturaleza . Allí , al norte , a la vista de la cinta azul del Mediterráneo , pudo soñar una de sus más queridas aficiones : viajar . Allí , ante el verdinegro mar de colinas sin horizontes debió acortar distancias con su Padre Celeste . Allí , quién sabe , al imaginar otros pueblos , testigos como Él  del incendio circular del sol sobre poniente , intuyó y labró su futuro gram plan . Allí , como el invisible y mágico florecer de los narcisos  entre lan adusta cara  de las rocas , pudo presentir su otro rostro : El de la divinidad. Allí , apostaría lo que me queda de vida , luchó y se reveló contra el negro vuelo de la duda . Allí hablaría , sin protocolos ni servidumbres con el Padre Azul . Y lo haría devorando estrellas . Devorando los perfumes de los bosques , ensartados sin querer en las espuelas de los vientos . Allí , en su buscada y multitudinaria soledad interior , descubriría la << otra soledad >> : la de una humanidad perdida  en multitud . Hoy , en la casi irreconocible Palestina que recorrió Jesús , el Nebi sigue siendo un lugar tal destacado como desconocido .
Dos estrechos y descuidados senderos recordaran la proximidad de la presencia humana . Uno saltaba desde el filo oriental de la cumbre , descendiendo en sierra  hacia el cinturón de huertos  de la referida falda este . El otro , oculto entre los durillos , se precipitaba  por el flanco norte  , desembocando en la ruta que unía  Séforis  con Nazaret . De este último no fui consciente hasta que nos adentramos en el bosque . Y bajo el permanente influjo de la fijación de referencias , este explorador terminó reuniéndose con la primera de las veredas  , estudiando su trayectoria y disfrutando de una inmejorable  vista áerea de la aldea . Con una satisfaccióncasi infantil fui recorriendo las construcciones , los caminos  y las fuente . La fortuna  , en esta ocasión , se mostró propicia . El recorrido por los aledaños  del poblado -  al margen de los contratiempos ya señalados  - enriqueció nuestras informaciones  , proporcionándonos  una visión más completa  y ajustada de aquella Nazaret del año 30 .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez                                                                                                                                                                                                                    

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