miércoles, 2 de marzo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 26 de abril, miércoles ( 32 )

Y desplomándose sobre sus posaderas aulló de nuevo la palabra << loco >> , al tiempo que echaba mano de algunas piedras . Y saltando de los gritos  a una risa sardónica retrocedió hasta el umbral de la cueva  , levantando los brazos amenazadoramente . El hermano de Jesús  se detuvo . Y cuando estaba  a punto de desistir  , su cuñado , perdiendo los nervios  , emergió entre las retamas , desiquilibrando con sus improperios  el escaso juicio del demente . La visión del segundo << intruso >> desencadeno el miedo de Koy y mis compañeros  y este agazapado explorador  recibieron una - supongo - justificada lluvia de piedras . Asustados  como conejos  emprendimos  una veloz y más que comprometida  carrera de obstáculos  . A un centenar de metros , sudoroso y desencajado , con alguna que otra pedrada  en costillas y piernas , el acobardado trío puso fin a los brincos y caídas , que no al miedo , tratando de recomponer el resuello y la vergüenza  . Ninguno comentó el desafortunado lance . Koy , desatado , seguía arrojando piedras y aullando lastimeramente .
Y Santiago , con lógicas prisas , mirando hacia atrás cada diez o quince pasos , puso tierra de por medio . Y de esta guisa , en un embarazoso silencio , maltrechos  los cuerpos  , los ropajes y lo que era peor , los ánimos  , terminamos  de rodear el flanco oeste del monte , desembarcando  en la cima con el sol en el cenit . La cumbre del del Nebi , estrecha , aceptablemente plana y estirada cual << portaaviones >> . El terreno era un convulso amasijo de lajas clacáreas , redondeadas y desintegradas por la erosión , entre las que se abría paso el mismo y espinoso monte bajo las laderas que acabábamos de sufrir . El único respiro en aquel pedregal corría a cargo de un indómito bosque de durillo, expulsado por el blanco roqueo al extremo norte del << portaaviones >> . Los pequeños árboles , de flores plateadas y negras y azuladas  bayas , mecían su belleza al compás de una ligera brisa del norte , haciendo honor a la descripción judía de este ornamental especimen , conocido entonces como la << gloria del Carmelo >>.
La búsqueda en las alturas del Nebi Sa´in fue breve . Mientral los galileos  merodeaban por la plataforma , quien esto escribe , simulando colaborar en el examen del terreno , trepó a una de las moles pétreas que erizaban el centro de la cima , solazándome con la expléndida panorámica .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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