Si mi entrenamiento no fallaba , el vocablo venía a significar << animal de especie no identificada >>. No acertaba a comprender . ¿ De qué sentían miedo ? ¿ Quién habitaba la caverna ? ¿ Desde cuándo una fiera entonaba versículos del capítulo 22 del Eclesiásticos ? Presté atención . Del interior de la oquedad , en efecto , partía una singular recitación . El responsable repetía algunas palabras , así como las últimas sílabas :
- El duelo por un muerto ...<< to >> .... dura siete días .... << días >> ..., por el necio y el impío ....<< pio >> ..., todos los días de su vida ...<< da >> ...
Y la cantinela volvía monótona y machacona .
Jacobo sugirió rodear la cueva , evitando así a Koy . Santiago se negó.
- ¿ Qué mejor lugar para ocultar un cadáver... ?
En blanco respecto a la identidad del tal Koy y sobre los manejos de los galileos no tuve otra alternativa que armarme de paciencia y esperar . Y Santiago , reprochando a su compañero la descarada falta de valor , se puso en pie , llamando a gritos al extraño inquilino . Por lo bajo , Jacobo acompañó el vocerío con otras tantas maldiciones .
Al poco , el cántico se hizo presente a la meridiana luz del día . Y con él , un << animal perfecta y tristemente identificado >> : Un viejo esquelético , desnudo de cintura para arriba , con una cabellera y barbas pastosas como el cemento y tan crecidas que hubiera podido anudarlas a su cintura . Y sin apearse de la monocorde plegaria observó al intruso . De pronto , prescindiendo de los versículos bíblicos , se enzarzó en una sistemática y aparentemente burlona repetición de la última palabra pronunciada por su interlocutor .
- Koy - preguntó Santiago por segunda vez -, ¿ sabes algo de un muerto ?
- Muerto - exclamó el infeliz .
- Sí , un muerto .
- Muerto ...
¡ Maldita sea ! ... ¡ Koy ! ...
¡ Koy ! , devolvió el esqueleto , divertido con el juego . Y sentándose inició una rítmica contracción tónica del tronco - hacia adelante y hacia atras - que puso en evidencia el posible mal del individuo ,
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- El duelo por un muerto ...<< to >> .... dura siete días .... << días >> ..., por el necio y el impío ....<< pio >> ..., todos los días de su vida ...<< da >> ...
Y la cantinela volvía monótona y machacona .
Jacobo sugirió rodear la cueva , evitando así a Koy . Santiago se negó.
- ¿ Qué mejor lugar para ocultar un cadáver... ?
En blanco respecto a la identidad del tal Koy y sobre los manejos de los galileos no tuve otra alternativa que armarme de paciencia y esperar . Y Santiago , reprochando a su compañero la descarada falta de valor , se puso en pie , llamando a gritos al extraño inquilino . Por lo bajo , Jacobo acompañó el vocerío con otras tantas maldiciones .
Al poco , el cántico se hizo presente a la meridiana luz del día . Y con él , un << animal perfecta y tristemente identificado >> : Un viejo esquelético , desnudo de cintura para arriba , con una cabellera y barbas pastosas como el cemento y tan crecidas que hubiera podido anudarlas a su cintura . Y sin apearse de la monocorde plegaria observó al intruso . De pronto , prescindiendo de los versículos bíblicos , se enzarzó en una sistemática y aparentemente burlona repetición de la última palabra pronunciada por su interlocutor .
- Koy - preguntó Santiago por segunda vez -, ¿ sabes algo de un muerto ?
- Muerto - exclamó el infeliz .
- Sí , un muerto .
- Muerto ...
¡ Maldita sea ! ... ¡ Koy ! ...
¡ Koy ! , devolvió el esqueleto , divertido con el juego . Y sentándose inició una rítmica contracción tónica del tronco - hacia adelante y hacia atras - que puso en evidencia el posible mal del individuo ,
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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