A fuerza de bucear en la clave terminé por aprendermel de memoria .
Aquel mes de septiembre , y parte del siguiente , viví por y para aquel
mensaje cifrado . Pasaba los días deambulando sin norte alguno y con la
mirada extraviada , ajeno prácticamente a cuanto e rodeaba . Fueron mis
hijos y especialmente Raquel quienes padecieron con más crudeza mis
aparentemente absurdos e inexplicables cambios de carácter , mis
continuas depresiones y hasta una injusta irascibilidad . Espero que
ahora , al leer estas lineas , puedan comprenderme y perdonarme .
Llegué incluso a consultar con expertos cerrajeros , que examinaron la misteriosa llave desde todos los ángulos posibles . El resultado era siempre identico : aleación corriente ; dientes rutinarios ... todo ordinario.
Pero aquella situación - que empezaba a rozar los poco deseables límites de la obsesión - no podía continuar . Y un buen día hice valance . ¿ Qué tenía realmente entre las manos ? ¿ A qué conclusiones había llegado ?.
Desgraciadamente podían limitarse a un par de pistas.
1º Arlington es un cementerio norteamericano . Yo sabía que se trataba del célebre camposanto de los héroes de guerra de aquella nación.
Me documenté cuanto pude y comprobé , en efecto , que en dicho lugar existe una tumba que guarda los restos de un soldado desconocido . Por pura lógica deduje que dicha tumba estaría custodiada o vigilada por alguna guardia de honor .
¿ Podía referirse el mayor a dicho centinela ?
2ª También el Cementerio Nacional de Arlington está enterrado el presidente Kennedy.
Éstos eran los únicos untos en común que yo había sido capaz de trenzar .
El centinela que vela ante la tumba te revelará el ritual de Arlington . Esta primera frase me tenía trastornado . No hac.ia falta ser muy despierto para comprender que una de las piezas claves tenía que residir en la palabra ritual . Una prueba de ello es que el mayor se había encargado de repetirla en la segunda secuencia .
¿ Cuál era el ritual ? ¿ Por qué debía ser el centinela quien me lo revelara ? ¿ Es qué tenía que preguntarselo ? Pero , de ser así , ¿ a quién debía acudir ?
No había vuelta de hoja : el primer paso tenía que ser el desciframiento el maldito ritual . Sólo así podría saber - eso pensaba yo entonces - qué o quién era Benjamin.
En cuanto a las dos últimas frases de la clave , sinceramente , precindí temporalmente de ellas .
Poco me faltó para llamar a mi buen amigo Chencho Arias , en aquellas fechas director de la oficina de Información Diplomatica del Ministerio de Asuntos Exteriores español . Con toda seguridad i merced a sus contactos en Washington , me hubiera despejado parte del camino . Pero lo pensé dos veces y aparqué la idea , Después de todo , hubieran quedado cuatro frases más por aclarar ...´No había otra solución : tenía que volar a Estados Unidos y enfrentarme al problema a cuerpo descubierto.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Llegué incluso a consultar con expertos cerrajeros , que examinaron la misteriosa llave desde todos los ángulos posibles . El resultado era siempre identico : aleación corriente ; dientes rutinarios ... todo ordinario.
Pero aquella situación - que empezaba a rozar los poco deseables límites de la obsesión - no podía continuar . Y un buen día hice valance . ¿ Qué tenía realmente entre las manos ? ¿ A qué conclusiones había llegado ?.
Desgraciadamente podían limitarse a un par de pistas.
1º Arlington es un cementerio norteamericano . Yo sabía que se trataba del célebre camposanto de los héroes de guerra de aquella nación.
Me documenté cuanto pude y comprobé , en efecto , que en dicho lugar existe una tumba que guarda los restos de un soldado desconocido . Por pura lógica deduje que dicha tumba estaría custodiada o vigilada por alguna guardia de honor .
¿ Podía referirse el mayor a dicho centinela ?
2ª También el Cementerio Nacional de Arlington está enterrado el presidente Kennedy.
Éstos eran los únicos untos en común que yo había sido capaz de trenzar .
El centinela que vela ante la tumba te revelará el ritual de Arlington . Esta primera frase me tenía trastornado . No hac.ia falta ser muy despierto para comprender que una de las piezas claves tenía que residir en la palabra ritual . Una prueba de ello es que el mayor se había encargado de repetirla en la segunda secuencia .
¿ Cuál era el ritual ? ¿ Por qué debía ser el centinela quien me lo revelara ? ¿ Es qué tenía que preguntarselo ? Pero , de ser así , ¿ a quién debía acudir ?
No había vuelta de hoja : el primer paso tenía que ser el desciframiento el maldito ritual . Sólo así podría saber - eso pensaba yo entonces - qué o quién era Benjamin.
En cuanto a las dos últimas frases de la clave , sinceramente , precindí temporalmente de ellas .
Poco me faltó para llamar a mi buen amigo Chencho Arias , en aquellas fechas director de la oficina de Información Diplomatica del Ministerio de Asuntos Exteriores español . Con toda seguridad i merced a sus contactos en Washington , me hubiera despejado parte del camino . Pero lo pensé dos veces y aparqué la idea , Después de todo , hubieran quedado cuatro frases más por aclarar ...´No había otra solución : tenía que volar a Estados Unidos y enfrentarme al problema a cuerpo descubierto.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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