En honor a la verdad m después de conocer aquella increíble información que había sido encerrada en los cilindros , tampoco era vital la localización del fallecido compañero de mi amigo . Los que me conocen un poco saben , sin embargo , que me gusta apurar las investigaciones y con mayor motivo si - como en aquellos momentos - me hallaba tan cerca del final .
Pero las sorpresas no se habían terminadoen aquel imborrable jueves ... Antes de proceder a la solemne apertura de los cartuchos de cartón , coloqué el sobre junto a los cilindros y los fotografié a placer. Acto seguido , y tras comprobar que el plastico protector no ofrecía el menor requicio por donde empezar la labor de extracción , tomé una de mis cuchillas de afeitar y , delicadamente , separé el circulo que cubría una de las caras del cilindro . Precisamente , la opuesta a la que presentaba aquella pequeña etiqueta con el número 1.
Nerviosamente palpé el cartón . Parecía muy sólido . Despues de un minucioso - casi me atrevería a llamarlo microcóspico - examen , me vi obligado a sajarlo por su circunferencia . Una hora después , la pertinaz tapadera ( de cinco milimetros de espesor y diez centímetros de diámetro ) saltaba al fin , dejando al descubierto el interior del tubo .
Segundos después aparecía ante mí un mazo de papeles , perfectamente enrollados . Había sido introducido en una funda de plástico transparente , herméticamente grapada por la parte superior . Tuve que valerme de un pequeño cortauñas para hacer saltar las diecisiete grapas . Con una excitación difícil de transcribir , eché una primera ojeada a los documentos y comprobé que habían sido mecanografiados a un solo espacio y en lo que nosotros conocemos como papel biblia . Cada folio ( de 20 x 31 centímetros ) hasta un total de 250 , había sido firmado y rubricado en la esquina inferior izquierda por el mayor . Era la misma letra - y yo diría que la misma tinta - que figuraba al pie de la misiva que había retirado del apartado de correos número 21 y que acababa de abrir.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Pero las sorpresas no se habían terminadoen aquel imborrable jueves ... Antes de proceder a la solemne apertura de los cartuchos de cartón , coloqué el sobre junto a los cilindros y los fotografié a placer. Acto seguido , y tras comprobar que el plastico protector no ofrecía el menor requicio por donde empezar la labor de extracción , tomé una de mis cuchillas de afeitar y , delicadamente , separé el circulo que cubría una de las caras del cilindro . Precisamente , la opuesta a la que presentaba aquella pequeña etiqueta con el número 1.
Nerviosamente palpé el cartón . Parecía muy sólido . Despues de un minucioso - casi me atrevería a llamarlo microcóspico - examen , me vi obligado a sajarlo por su circunferencia . Una hora después , la pertinaz tapadera ( de cinco milimetros de espesor y diez centímetros de diámetro ) saltaba al fin , dejando al descubierto el interior del tubo .
Segundos después aparecía ante mí un mazo de papeles , perfectamente enrollados . Había sido introducido en una funda de plástico transparente , herméticamente grapada por la parte superior . Tuve que valerme de un pequeño cortauñas para hacer saltar las diecisiete grapas . Con una excitación difícil de transcribir , eché una primera ojeada a los documentos y comprobé que habían sido mecanografiados a un solo espacio y en lo que nosotros conocemos como papel biblia . Cada folio ( de 20 x 31 centímetros ) hasta un total de 250 , había sido firmado y rubricado en la esquina inferior izquierda por el mayor . Era la misma letra - y yo diría que la misma tinta - que figuraba al pie de la misiva que había retirado del apartado de correos número 21 y que acababa de abrir.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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