En un primer chequeo pude deducir que el resto de mis enseres - maleta , ropa , útiles de aseo , etc.- seguía donde yo los había dejado . El individuo o individuos que habían irrumpido en la estancia habías sido sumamente cuidadosos , procurando no alterar el rígido orden que siempre impongo a mi alrededor .
Aquellos tipos buscaban información - cualquier dato que pudiera estar relacionado con el mayor o con el amigo que yo decía estar buscando - y no iba a tardar en confirmarlo.
Algo más tranquilo después de aquel rápido inventario , me situé frente a la papelera en la que había arrojado los trocitos de papel , así como las colillas de uno de los ceniceros .
Los papelillos seguían en el fondo del recipiente , excepción hacha del que dejé caer intencionadamente sobre el entarimado de la habitación . Éste , en un lamentable error del agente , fue encontrado por mí en el fondo de la papelera , junto a sus hermanos ... Conociendo como conozco m a los servicios de Información , yo sabía que uno de los lugares donde siempre miran es precisamente en las papeleras . La trampa había dado resultado . El agente , después de reconstruir la hoja de papel que yo había troceado , la devolvió a la papelera , procurando que las 28 partes cayeran íntegramente en el cubo de metal.
Aquel torpe representante del FBI había dejado , ademas , sobre el cristal del escritorio , otro rastro de su paso . Como habrá imaginado el lector , el hecho de vaciar uno de los ceniceros en la papelera - y más concretamente sobre los papelillos - no fue un gesto de higiene , aunque ésa pueda ser la primera impresión.
Aquella maniobra estuvo perfectamente calculada . Y ahora al examinar el vidrio sobre el que , a todas luces , había sido minuciosamente reconstruida la hoja de papel , no tardé en detectar , como digo, la huella del intruso.
Al ir encajando los pedacitos de papel , el agente no se percató de que una mínima porción de ceniza - pero suficiente para mis propósitos - caía sobre el cristal de la mesa .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Aquellos tipos buscaban información - cualquier dato que pudiera estar relacionado con el mayor o con el amigo que yo decía estar buscando - y no iba a tardar en confirmarlo.
Algo más tranquilo después de aquel rápido inventario , me situé frente a la papelera en la que había arrojado los trocitos de papel , así como las colillas de uno de los ceniceros .
Los papelillos seguían en el fondo del recipiente , excepción hacha del que dejé caer intencionadamente sobre el entarimado de la habitación . Éste , en un lamentable error del agente , fue encontrado por mí en el fondo de la papelera , junto a sus hermanos ... Conociendo como conozco m a los servicios de Información , yo sabía que uno de los lugares donde siempre miran es precisamente en las papeleras . La trampa había dado resultado . El agente , después de reconstruir la hoja de papel que yo había troceado , la devolvió a la papelera , procurando que las 28 partes cayeran íntegramente en el cubo de metal.
Aquel torpe representante del FBI había dejado , ademas , sobre el cristal del escritorio , otro rastro de su paso . Como habrá imaginado el lector , el hecho de vaciar uno de los ceniceros en la papelera - y más concretamente sobre los papelillos - no fue un gesto de higiene , aunque ésa pueda ser la primera impresión.
Aquella maniobra estuvo perfectamente calculada . Y ahora al examinar el vidrio sobre el que , a todas luces , había sido minuciosamente reconstruida la hoja de papel , no tardé en detectar , como digo, la huella del intruso.
Al ir encajando los pedacitos de papel , el agente no se percató de que una mínima porción de ceniza - pero suficiente para mis propósitos - caía sobre el cristal de la mesa .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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