Antes de dar por buena la nueva pista , repasé el mensaje , trazando y uniendo palabras de arriba abajo , de izquierda a derecha y hasta en diagonal . Pero fue inutil . Las únicas que arrojaban algo coherente - << casualmente >> - eran las cinco primeras .
¿ Qué había querido decir el mayor con esta sexta pista ? Intuitivamente ligué la nueva frase con la última del mensaje : Pasado y futuro son mi legado . ¿ Qué relación podía existir entre la llave , el pasado y el futuro ?
Animado por aquel súbito descubrimiento , aunque impotente - lo reconozco - para despejar tanto misterio , me dispuse a esperar las primeras luces de aquel jueves , que presentía particularmente intenso..
Al apearme aque jueves , 5 de noviembre de 1981 m frente a la sucursal de correos Benjamin Franklin , noté que las rodillas se me doblaban. En mi mano derecha , cerrada como un cepo , la pequeña llave que me entregara el mayor en el Yucatán aparecía ligeramente empañada por un sudor frío e incómodo . Inapiré profundamente y crucé el umbral , dirigiéndome con paso decidido hacia el muro donde relucía el enjambre de casilleros metálicos .
Había sido un acierto , sin duda , esperar a que el reloj marcara las diez de la mañana . Decenas de personas se afanaban en aquellos momentos en las diferentes dependencias de correos . Al situarme frente al apartado número 21 , un nutrido grupo de ciudadanos - especialmente personas de edad -, procedía a abrir sus respectivos depósitos indiferentes a cuanto les rodeaba .
Pasé la llave a la mano izquierda y , en un gesto mecánico , sequé el creciente sudor de la palma derecha contra la pana de mi pantalón gris . Volví a respirar lo más hondo posible y recobré la pequeña llave , llevándola temblorosamente hasta la cerradura .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez
¿ Qué había querido decir el mayor con esta sexta pista ? Intuitivamente ligué la nueva frase con la última del mensaje : Pasado y futuro son mi legado . ¿ Qué relación podía existir entre la llave , el pasado y el futuro ?
Animado por aquel súbito descubrimiento , aunque impotente - lo reconozco - para despejar tanto misterio , me dispuse a esperar las primeras luces de aquel jueves , que presentía particularmente intenso..
Al apearme aque jueves , 5 de noviembre de 1981 m frente a la sucursal de correos Benjamin Franklin , noté que las rodillas se me doblaban. En mi mano derecha , cerrada como un cepo , la pequeña llave que me entregara el mayor en el Yucatán aparecía ligeramente empañada por un sudor frío e incómodo . Inapiré profundamente y crucé el umbral , dirigiéndome con paso decidido hacia el muro donde relucía el enjambre de casilleros metálicos .
Había sido un acierto , sin duda , esperar a que el reloj marcara las diez de la mañana . Decenas de personas se afanaban en aquellos momentos en las diferentes dependencias de correos . Al situarme frente al apartado número 21 , un nutrido grupo de ciudadanos - especialmente personas de edad -, procedía a abrir sus respectivos depósitos indiferentes a cuanto les rodeaba .
Pasé la llave a la mano izquierda y , en un gesto mecánico , sequé el creciente sudor de la palma derecha contra la pana de mi pantalón gris . Volví a respirar lo más hondo posible y recobré la pequeña llave , llevándola temblorosamente hasta la cerradura .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto