Después de depositar el manto que había comprado en la tintorería de Malkiyías en manos del Zabedeo , me apresuré a arrancar algunos manojos de espliego y lirios morados y blancos , que crecían en las proximidades del olivar . Y a la carrera , tomé la senda más corta hacia Jerusalén , advirtiendo al módulu que me disponía a situar el micro y la << vara de Moisés >> en la casa de Elías Marcos .
El gentil y apacible cabeza de familia no se sorprendió lo más mínimo cuando le anuncié que Jesús y los doce no tardarían en llegar y que , como muestra de mi amistad y afecto hacia el Maestro , deseaba contribuir , adornando la mesa con aquel humilde pero oloroso presente . Mi plan surtió efecto y uno de los sirvientes - por indicación de Elías - me acompañó hasta el piso superior .
Ascendimos por una estrecha escalera de piedra y , al abrir una puerta de doble hoja , el improvisado << guía >> me invitó a que le precediera . Así lo hice , penetrando en una espaciosa sala rectangular de algo más de 20 metros de longitud , por 6 o 7 de anchura . En el centro había sido dispuesta una mesa baja , en forma de << U >> y de características muy parecidas a la que había visto en la casa de Simón , << el leproso >>.
Alrededor se hallaban trece divanes , orientados casi perpendicularmente a la mesa . El que ocupaba el centro , o la base de la << U >> , era algo más alto que los demás . Deduje de inmediato que aquél era el puesto destinado al invitado de honor , es decir , a Jesús . Uno de los divanes - muy similares a bancos de cuatro patas , pero sin brazos ni respaldo alguno - era más bajo que el resto . Se encontraba situado en uno de los extremos de la mesa y , al verlo , deduje que el anfitrión había tenido problemas para conseguir tantas tumbonas.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
El gentil y apacible cabeza de familia no se sorprendió lo más mínimo cuando le anuncié que Jesús y los doce no tardarían en llegar y que , como muestra de mi amistad y afecto hacia el Maestro , deseaba contribuir , adornando la mesa con aquel humilde pero oloroso presente . Mi plan surtió efecto y uno de los sirvientes - por indicación de Elías - me acompañó hasta el piso superior .
Ascendimos por una estrecha escalera de piedra y , al abrir una puerta de doble hoja , el improvisado << guía >> me invitó a que le precediera . Así lo hice , penetrando en una espaciosa sala rectangular de algo más de 20 metros de longitud , por 6 o 7 de anchura . En el centro había sido dispuesta una mesa baja , en forma de << U >> y de características muy parecidas a la que había visto en la casa de Simón , << el leproso >>.
Alrededor se hallaban trece divanes , orientados casi perpendicularmente a la mesa . El que ocupaba el centro , o la base de la << U >> , era algo más alto que los demás . Deduje de inmediato que aquél era el puesto destinado al invitado de honor , es decir , a Jesús . Uno de los divanes - muy similares a bancos de cuatro patas , pero sin brazos ni respaldo alguno - era más bajo que el resto . Se encontraba situado en uno de los extremos de la mesa y , al verlo , deduje que el anfitrión había tenido problemas para conseguir tantas tumbonas.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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