A la izquierda del comedorn ( tomando siempre como referencia la única puerta de entrada ) , y pegados prácticamente al muro de ladrillo - cuidadosamente reforzado a base de caliza - conté tres lavabos de bronce , elevados sobre el entarimado mediante sendos pies de madera . Todos ellos , curiosamente , provistos de ruedas . De esta formaa , aquellos recipientes - de unos cuarenta centímetros de diámetro y de escasa profundidad - podían ser trasladados cómodamente de una parte a otra del aposento . Junto a los lavabos , el dueño de la casa había preparado varias jarras con agua , así como algunas jofainas y lienzos para el secado .
La escasa luz que penetraba por las espigadas ventanas - casi << troneras >> -, que se repartían a lo largo de los muros , había obligado ya a los sirvientes a encender las lámparas de aceite . En una rápida exploración observé que las seis o siete lucernas adosadas en las paredes , y a cosa de metro y medio del suelo , no daban una llama lo suficientemente grande como para iluminar la estancia con amplitud . El defecto había sido susanado con un farol cuadrado , en cuyo interior ardía otra carga de aceite , con una triple mecha de cáñamo . Este refuerzo , plantado en el interior de la << U >> y sostenido a poco más de un metro del piso por un pie de hierro forjado bellamente trabajado , sí proporcionaba a la mesa y a sus inmediaciones una generosa claridad.A través de las paredes de vidrio - sutilmente teñidas de color oro -, la luz del farol inundaba y bañaba de amarillo los divanes rojizos y el blanco e inmaculado mantel.
En uno de los extremos de la mesa ( el más distante al lugar donde se encontraban los lavabos rodantes , la servidumbre había situado el pan , el vino , el agua y varios platos de legumbres . Y sobre la mesa , en el punto correspondiente a cada uno de los invitados , trece platos de fina cerámica , decorados con estrechas bandas rojas y blancas , posiblemente trazadas a pincel por el artesano . Junto a la vajilla , cuatro copas de cristal de Sidón por comensal . La presencia de tan numerosa cristalería me hizo suponer que Jesús pensaba celebrar aquella cena según el rito pascual.
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
La escasa luz que penetraba por las espigadas ventanas - casi << troneras >> -, que se repartían a lo largo de los muros , había obligado ya a los sirvientes a encender las lámparas de aceite . En una rápida exploración observé que las seis o siete lucernas adosadas en las paredes , y a cosa de metro y medio del suelo , no daban una llama lo suficientemente grande como para iluminar la estancia con amplitud . El defecto había sido susanado con un farol cuadrado , en cuyo interior ardía otra carga de aceite , con una triple mecha de cáñamo . Este refuerzo , plantado en el interior de la << U >> y sostenido a poco más de un metro del piso por un pie de hierro forjado bellamente trabajado , sí proporcionaba a la mesa y a sus inmediaciones una generosa claridad.A través de las paredes de vidrio - sutilmente teñidas de color oro -, la luz del farol inundaba y bañaba de amarillo los divanes rojizos y el blanco e inmaculado mantel.
En uno de los extremos de la mesa ( el más distante al lugar donde se encontraban los lavabos rodantes , la servidumbre había situado el pan , el vino , el agua y varios platos de legumbres . Y sobre la mesa , en el punto correspondiente a cada uno de los invitados , trece platos de fina cerámica , decorados con estrechas bandas rojas y blancas , posiblemente trazadas a pincel por el artesano . Junto a la vajilla , cuatro copas de cristal de Sidón por comensal . La presencia de tan numerosa cristalería me hizo suponer que Jesús pensaba celebrar aquella cena según el rito pascual.
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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