domingo, 14 de septiembre de 2014

Caballo de Troya - Tomo 1 - El Diario del Mayor - 30 de Marzo , jueves ( 21 )

Me dejé caer sobre la húmeda plazuela que se abría frente a la morada del amigo de Jesus y procuré cubrirme con el manto . Empezaba a sentir el fresco del atardecer . Me di cuenta entonces que no había probado bocado y que , a juzgar por la posición del sol , debíamos estar en lo que los israelitas llamaban la hora nona ; es decir , las tres de la tarde . En ese momento comprendí por qué Lázaro había dado por zanjada aquella animada tertulia . Era el momento de la comida principal : lo que nosotros llamamos la cena .
Pero no me dejé arrastrar por el abatimiento . Caballo de Troya había previsto que yo intentara una entrevista con Lázaro en aquella jornada del jueves y así debía ser . Esperaría .
Pensé en aprovechar aquellos minutos - mientras la familia reponía fuerzas  - para comprar algunas provisiones , pero pronto desistí . En mi precipitación por llegar a Betania no había tenido la precaución de entrar en Jerusalén y tratar de cambiar algunas de las pepitas de oro por monedas. Por otra parte , eso me hibiera retrasado considerablemente . A decir verdad , no era el hambre lo que me obsesionaba en aquellos instantes . Mis ojos , fijos en la puerta , estaban pendientes de la posible aparición de alguno de los miembros de la familia de Lázaro.
La intuición no me traicionó . No había transcurrido media hora cuando , procedente de la parte posterior de la casa , irrumpió en el jardín una mujer con el rostro cubierto con el velo tradicional . Le acompañaban dos adolescentes . Sobre la cabeza de la voluminosa matrona se valanceaba levemente un cántaro rojizo . Al verme debió sorprenderse . Yo sabía que las buenas costumbres en la red social judía no permitían que un hombre se entretuviera a solas con una mujer, ni que éstas sonrieran o hablaran con desconocidos . Así que , venciendo mi natural inclinación por saludarla o ponerme en pie , me mantuve en silencio , dejando que pasara frente a mi . La buena mujer desvió sumirada y aceleró el paso , perdiendose por uno de los ramales que desembocaba en la plazolñeta .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto