sábado, 31 de octubre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 17 de abril , lunes ( 15 )

Se detubieron bajo el portalón . Y allí , de  entre los mendigos , lisiados y vagabundos que dormitaban al amparo de los grandes sillares  , se destacó un individuo . Parlamentaron brevemente y a continiación reanudaron el paso . El sexto hombre se unió al grupo y , con grandes prisas , se alejaron de la muralla en dirección al viaducto que salvaba la torrentera del Cedrón . El impecable puente - a cuarenta metros sobre el valle . marcaba el nacimiento de uno de los senderos que llevaba a la aldea de betania , al este de Jerusalén .
Quizá fue el instinto . El caso es que , al verlos tomar aquella ruta  , experimenté un cierto desasosiego . Guardé las distancias , maldiciendo mi mala estrella . Aquella media docena de judíos ocupaba la casi totalidad de la calzada , obstaculizando mi avance . Para adelantarlos  - dado el vigoroso ritmo que imprimian a su paso - habría tenido que hacerlo a la carrera . Francamente , no me pareció muy sensato . Así que , resignado , me orille , manteniéndome a la expectativa . Como digo , aquel grupo tenía << algo >> especial . << Algo >> que no encajaba . No portaban bultos , ni tampoco los t´picos y casi obligados bastones de peregrinos . Sus prisas , además , no resultaban normales . De vez en cuando agitaban los brazos - como si discutieran -, señalando , ora en dirección a los cerros de Moab , en el este , ora al fondo del camino .
Nos cruzamos con una pareja de felah , o campesinos , arropados en gruesos capotes de lana , que arreaban uno de aquellos altos y gallardos asnos << mascate >> , de pelo blanco grisáceo y largas orejas , cargado hasta los topes de legumbres y cimbreantes gavillas de sarmientos . Al aproximarse al pelotón , el felah que marchaba en cabeza reaccionó de manera peculiar . Jujetó la bestia , que inmovilizó , al tiempo que , sumiso y respetuoso , inclinaba la cabeza al paso de los judíos . Aquel gesto me dejó perplejo . Los individuos prosiguieron , casi sin reparar en los campesinos . Pero de pronto , uno de ellos dió media vuelta y , volviendo sobre sus pasos , preguntó algo al que sujetaba las riendas . La claridad del nuevo día  empezaba a despuntar sobre los lejanos cerros del desierto de Judá
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo3 - 17 de abril , lunes - ( 14 )

Eliseoprocedió a la lectura de los datos metereológicos  . El laser del celiómetro no ofrecía dudas : los CB ( cumulonimbus ) , espesos y verticales , viajando a poco más  de 6000 pies ( unos 2000 metros ) , podían acarrearnos dificultades  en el vuelo hacia el mar de Galilea . Según el banco de datos de << Santa Claus >> , estos vientos del Mediterráneo , tan frecuentes y beneficiosos  en palestina  entre los meses  de marzo a mayo , eran imprevisibles . En ocasiones , dependiendo de múltitud de factores  , tomaban dirección sur  : hacia los montes de Judá . Otras escalaban las alturas del actual Líbano , saturándose de humedad en las cumbres nevadas del Hermón y , descendiendo en forma tormentosa , barrían el norte de Israél . Esta última posibilidad podía representar graves riesgos para nuestra misión . El módulo no había sido diseñado para soportar las fuertes turbulencias que , en general , acompañaban a los CB : intensos vientos , granizo , fenómenos eléctricos y engelamiento.
- En una hora - simplificó Eliseo con su habitual pragmatismo -, el rawin verificará la dirección y la fuerza dominantes de los vientos . Esperaremos . Cambio y cierro.
Me pareció excelente . Los cumulonimbus - mejor dicho , nuestro teórico encuentro con ellos - sólo era una lejana contingencia . la vida me ha enseñado a ocuparme de las cosas , una a una y en el momento justo . Y en aquellos instantes , mi único objetivo era dar alcance a los galileos .
Respiré aliviado . El noble pórtico herodiado que rodeaba la << taza >> del Enviado , tamnién conocida entonces como piscina de Siloé , fue una buena referencia . Desde allí al arco de la puerta de la Fuente , en la muralla meridional , apenas si restaban cien o ciento cincuenta pasos .
Pero al doblar la esquina sur de la cisterna , algo frenó mi marcha . A una treintena de metros , difuminados en el claroscuro de la vigilia de la mañana  , distinguí el flamear de unos mantos . Eran cinco hombres  . Descendían rápidos por la pendiente escalonada que moría a las puertas de la ciudad . En una primera ojeadalos confundó con los íntimos de Jesús . Pero no . Sus andares eran distintos . Además m sus túnicas , o chaluk , no aparecían recogidos en la cintura . Lo intempestivo de la hora y el hecho de que llevaran idéntica dirección a la nuestra me hizo desconfiar.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 17 de abril , lunes ( 13 )

Los comerciantes griegos llamaban así a los mayoristas que comerciaban con trigo , aceite , salazones de pescado y conservas de frutas secas , entre otras actividades . El monopolei en cuestión - según Elís -, hombre bien relacionado en la Galilea , podría aconsejarme en mis transaciones de vino y maderas , abriéndome numerosas puertas . Memoricé el nombre y , tras besarnos en ambas mejillas , me adentré en la oscuridad de las calles de Jerusalén . El grupo de los once me había sacado cierta ventaja y esto me inquietó . Tenía que alcanzarlos  . A aquellas horas - las o5 de la madrugada -, el transito en solitario por los andurriales del barrio bajo y por los caminos que confluían en la ciudad no era muy recomendable . En esta ocasión , mis temores no fueron infundados .
A zancadas , con la dudosa ayuda de las mortecinas lámparas de aceite que parpadeaban en los cruces de aquel dédalo de calles y rampas escalonadas , fui orientándome hacia el extremo sureste de la ciudad , en busca de la puerta de la Fuente . Las únicas señales de vida en el barrio bajo las constituían los inquietantes ríos de ratas , deslizandose negros y veloces de una pared a otra o trepando sobre las basuras e inmundicias , alertadas y desconfiadas al paso de aquel humano . El ritmico roroneo de la molienda fue ganando en extensión e intensidad , coincidiendo , aquí y allá , con la aparición de nuevas candelas en el interior de patios y casuchas . Agradecí el abrigo del man.La madrugada se presentaba fresca .
Eliseo respondió preocupado . Hacía horas que no restablecía la conxión auditiva . Le confirmé mi posición e intenciones , añadiendo que , con un poco de suerte , arribaría a la << base madre >> treinta o cuarenta minutos después del orto solar , fijado de aquel 17 de abril para las 05 horas y 42 minutos . Mi hermano se mostró conforme . Todo estaba dispuesto para el despegue de la << cuna>>
- ... Tal y como preveíamos - añadió de pasada -, el frente borroscoso detectado por el oeste en la mañana  de ayer , domingo , ha penetrado en la línea de Jaffa - Sidón y amenaza con cubrir el país .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 17 de abril , lunes ( 12 )

La familia de Marcos se unió a la plegaria  y yo , respetuosamente , como pagano , me retiré a uno de los ángulos  del patio . Mi propósito era unirme a la expedición hasta la cercana Betania  o sus inmediaciones . Desde allí emprendería  el ascenso a la cumbre del Olivete y me reuniría con mi hermano . El hecho de abandonar la Ciudad Santa  en compañía me tranquilizó .
La despedida fue parca en palabras . Elías , su esposa , el benjamín de la casa y los sirvientes  correspondieron a los entrañables besos  , y , sin más , los once fueron desfilando hacia el portón de salida . Intencionadamente me quedé rezagado . Mi gratitud hacia los anfitriones era tan sincera como ilimitada .
- Y tú , Jasón , ¿ También nos dejas ?
El tono de Elías , apagado y entristecido , me hizo titubear . No sabía qué decirles . Asentí con la cabeza y , cuando me disponía a abrazarlos , Juan Marcos , acurrucado hasta esos momentos  entre los brazos de su madre , estalló en un amargo llanto . Entre hipos , suplicó a sus padres que le autorizaran a unirse a los << amigos de Jesús >> . Como pudo , aferrado a María  , les recordó que él también deseaba ver al Maestro . Elías y yo nos miramos enternecidos . La madre acarició los cabellos  del adolescente  en un vano intento por persuadirle . El muchacho arreció en sus lágrimas  y lamentos , pataleando con furia . Fue inútil . El dueño de la casa , impaciente , zanjó la escena con un imperativo << Banim!>( ¡ Niño ! ) . Y marcando con el dedo la dirección de sus aposentos , le obligó a retirarse .
Una vez más , por puro compromiso , prometí regresar a Jerusalén en cuanto me fuera posible . Elías se resignó , admitiendo que << la mano de Dios , bendito sea su nombre , me había llevado hasta su hogar y que , a pesar de mis negocios en Galilea , ese mismo poder divino me devolvería a la Ciudad Santa >>. No se equivocó . Lamentablemente , sus días estaban contados y ya no volvería a verle .
En el umbral de la puerta me recomendó que no dejara de visitar a un viejo amigo suyo - un tal Muraschu -.judío helenizado y honrado monopolei , asentado en la ciudad de Teverya ( Tiberíades ).
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 17 de abril , lunes ( 11 )

la casi totalidad del grupo , a excepción de Tomás y Mateo Leví , recogió y enrollo sus túnicas a la cintura , << apretándose los riñones >>. La sabia expresión de Lucas estaba plenamente justificada , De esta forma , las holgadas prendas de lana o lino no entorpecían el paso del caminante  . Me situé al lado de Juan y , discretamente  , le pregunté por qué Mateo y el mellizo no disponían sus chaluk como el resto . El Zebedeo sonrió maliciosamente . Las razones de uno y otro no podían ser más opuestas . La de Leví me pareció lógica . En su faja descansaba el dinero de todos . En caso de necesidad , el acceso a la bolsa debia ser rápido y sin entorpecimientos .
- En cuanto a Tomás - susurró Juan , haciendo un gesto en dirección a María Marcos -, lo hará en seguida ...
Comprendí la velada alusión . La aversión del galileo por las mujeres llegaba a estos extremos . Lo que no sabía entonces era la caua de tal misoginia o aborrecimiento del sexo femenino .
Y a eso de las 04 horas y 30 minutos , el parlanchín y desenfadado Felipe procedió a la última revista . La idea del próximo retorno a sus hogares lasm había devuelto parte del perdido buen humor . Al encararse con Santiago Alfeo , el intendente refunfuñó . Golpeó cariñosamente la vacía vaina de madera que emergía por debajo dem la hagorah , o ancha faja , que hacía las veces de ceñidor , interrogando al despistado gemelo . El dócil pescador hizo ademán de soltar el saco de los víveres , con el fin de recuperar el olvidado gladius . Pero el voluntarioso Juan Marcos se adelantó , precipitándose hacia el piso superior . No me cansaré de insistir en ello . Aunque parezca un contra sentido , en aquellos tiempos la totalidad de los íntimos portaba bajo los ropones sendas espadas . Unas espadas que jamás abandonaban . Desconozco si eran duchos en su manejo - probablemente no demasiado -, pero a fe mía que , al verles armados , uno experimentaba una desapacible sensación . ¡ Qué confundidos están los cristianos y creyentes respecto a esos hombres !
Últimada la inspección , los galileos - de acuerdo a su costumbres y arraigada fe religiosa - entonaron el Oye , Israel . El cántico se elevó recio y compacto hacia las últimas estrellas de Jerusalén . En sus corazones , la derrotada esperanza en el reino brotaba de nuevo , pujante e incontenible .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril - Lunes ( 10 )

El intendente aceptó el programa de Tomás . Y , como decía , empecé a sospechar que el papel del << mellizo >> era justamente éste : el de Guía >> o responsable de los itinerarios . Tenía que encontrar tiempo para dialogar con los once y conocer a fondo sus trabajos , sus pensamientos , inquietudes y , sobre todo , la situación de sus respectivas familias . Algo en lo que apenas reparan los textos sagrados y que , desde mi modesto parecer , también encierra su importancia . ¿ Tiempo digo ? Pero ¿ cuándo ? La primera fase de nuestra misión llegaba a su fin . Esa misma mañana deberíamos activar el módulo y trasladarnos al norte .
Judas de Alfeo , uno de los gemelos , responsable del odre , lo cargó sobre sus espaldas , procurando que el estrecho y pontiagudo cuello apuntara a tierra  . No hacía falta  preguntar por qué  . De esta guisa , en caso de necesidad , el desagüe del precioso líquido podía efectuarse sin necesidad de descargar el << depósito >> . Bastaba con que el caminante  se inclinara y soltara el tapón de madera para proveerse de la necesaria ración . De acuerdo con otra costumbre romana , el agua del pellejo había sido << cortada >> a base de vinagre . Para ser puntual , con una suerte de vino fermentado , que daba a la bebida un toque tan satisfactorio como refrescante  y que los legionarios  romanos y etíopes llamaban<< posca >> En más de una ocasión , cuando el vino escaseaba , los nómadas y judíos  lo reemplazaban con unáspero jugo de palma , igualmente fermentado.
Las vituallas , gentilmente suministradas por la señora de la casa , consistía en legumbres - habas y lentejas -, grano tostado , algunos pellizcos de comino y hierbabuena ( ideales para aderezar las comidas ) , una jarra de miel blanca y un más que generoso surtido de pasas de Corinto , dátiles e higos secos  y prensados , formando una especie de << pan >> negro y brillante . Todo ello , con la mencionada carga de flor de Harina  , constituía una aceptable dieta  , suficiente para tres o cuatro días .
Algunos hombres , siguiendo otro veterano hábito , anudaron sus respectivos sudarium alrededor de las cabezas . Al verlos con los pañolones sobre las frentes , una querida imagen apareció en mi memoria . Emocionado , recordé mi primer encuentro con Jesús , en la hacienda de Lázaro . El << gigante >> lucía también sobre las sienes una de aquellas bandas de tela , tan útiles para contener el sudor en las largas caminatas . ¡ Dios mío ! , ¿ cuándo volvería a verle ? El Destino tenía la palabra .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

viernes, 30 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril , lunes ( 9 )

Nadie protestó . Todos dieron por hecho que , en la segunda jornada , la impedimenta pasaría a nuevas manos . En verdad , aquellos hombres disfrutaban de una rigurosa y eficaz organización . Una organización que yo ignoraba casi por completo . Sabía por ejemplo , que Judas Iscariote había sido el responsable de la tesorería . Y que Felipe correría con la oscura y , a veces , ingrata labor de abastecimiento y de la intendencia en general . También supe del papel de Andrés , hasta esos momentos jefe indiscutible del grupo . Pero ¿ qué sabía del resto ? Cada uno tenía encomendada una misión . Pude intuirlo poco a poco . Era lo más lógico .De lo contrario , aquellos años de estrecha cooperación con el Maestro habrían naufragado . Lástima que los evangelistas no hicieran mención de estas labores específicas , decisivas en la buena marcha de la llamada << vida pública >> del Maestro . ¿ Qué sabía , por ejemplo , de Mateo Leví ? ¿ Cuál había sido su tarea ? ¿ Por que Juan , su hermano Santiago y Pedro habían permanecido << más cerca >> que los demás de la persona de Jesús ? ¿ Es que el rabí hacía distinciones ? No , por supuesto ... ¿ Y qué decir de los gemelos ? En cuanto a Simón , el Zelote , Bartolomé y Tomás , mi desconocimiento acerca de sus tareas era igualmente  total . A lo largo de esa madrugada creí descubrir la misión del << mellizo >> . En pleno trajín , poco antes de la partida  , le vi cambiar impresiones con Felipe . Hablaban del itinerario a seguir . Tomás , sin titubeos , como si hubiera hecho aquella ruta en numerosas oportunidades  , le adelantó el <<  plan de viaje >> . la jornada de aquel lunes los llevaría a Jericó . Eso representaba unos 183 estadios . ( Aproximadamente , 34 kilómetros . ) El martes lo dedicarían a la etapa más dura : Jericó - monte Gilboa , siguiendo la margen derecha  del río Jordán . Por último , el miércoles , 19 , Gilboa - Bet Saida , en el extremo nordeste del mar de Tiberíades , pasando por las ciudades de Tarichea - muy cerca de la segunda desembocadura del Jordán -, Hippos y Kursi , ambas en la costa este del lago . En total , alrededor de 130 kilómetros .( En palabras de Tomás , algo más de 85 millas romanas . Debo recordar que , en Palestina , desde la conquista helena , los judíos habían terminado por aceptar diferentes unidades de medida . El << estadio >> , sin ir más lejos , era una de ellas . Equivalía a 600 pies o 185 metros . Por su parte , los romanos , entre otras , habían introducido la milla ( 1478 metros ) . En nuestras múltiples peripecias por aquellas tierras del año 30 , y en los acontecimientos que alcanzamos a vivir desde el año 26 , tanto mi hermano como yo tuvimos múltiples ocasiones de tropezar co los famosos << hitos militares >> del Imperio . Pero ésta es otra historia ... )
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril , lunes ( 8 )

Este últomo aparecía provisto de una larga , negra y desgastada cuerda . En el interior de cada una de las rústicas << cantimploras >> podía escucharse el seco golpeteo de un guijarro . Resultaba desconcertante . A pesar de su continuo e intenso contacto con el rabí de Galilea y de haber sido partícipes de sus abiertas y liberales enseñanzas , aquellos judíos seguían aferrados a muchas de las ancestrales y asfixiantes normas religiosas de la comunidad . Ésta era una de ellas . En una posterior conexión con la << cuna >> , << Santa Claus >> , nuestro ordenador central , me pondría en antecedentes del origen de semejante costumbre.
Según el capítulo XVII ,6, del Sabbath , los caminantes y peregrinos debían proveerse de una de estas calabazas  secas y ahucadas , introduciendo en su interior  una piedra que , amén de hacerlas más pesadas , les permitieran sacar agua de los pozos  , sin necesidad de recurrir a los servicios de hombre y mujer << impuros >>.
Cada hombre amarró su par de sandalias de repuesto al ceñidor  , colgando el calabacín en bandolera  . Terminado el reparto , Felipe reclamó la presencia de Simón , el Zelote , y de Santiago de Zebedeo . Ambos se encargarían  de la pesada lona  que , enrollada alrededor de tres largos y rugosos palos de conífera  , hacía las veces de tienda de campaña . ( En la dramática madrugada del jueves al viernes - como quizá recuerde quien haya seguido estas memorias -, el audaz David Zebedeo ,  jefe de los << correos >> , tuvo la precaución de desmantelar el campamento existente en la finca de Getsemaní , trasladando parte de los enseres al domicilio de Elías marcos . Tamnién la blosa , con los dineros del grupo , fue puesta por David en manos del nuevo y provisional administrador : Mateo , el << publicano >> .)
Durante la primera etapa del viaje - eso deduje de las palabras del intendente -, los gemelos cargarían el odre destinado al agua y el saco de los víveres . El pellejo en cuestión , viejo y embreado hasta la saciedad , tenía una capacidad de 10 bats o jarras - ( Unos 30 o 40 litros . ) La curtida y ennegrecida piel de cabra había sido dotada de un par de correas de cuero , cosidas a los laterales , que facilitaban su manipulación , haciendo más llevadero el transporte .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril, lunes ( 7 )

La monótona y cansina  trituración  trituración concluiría pasada las dos de la madrugada  . Los sudorosos criados  desmontaron las muelas y María  , asistida por el joven Juan Marcos , fue depositando el fruto de la molienda sobre un cedazo , trenzado a base de cerdas , en cuyo aro de madera  había sido suspendido un mugriento saco de hule , capaz para media efa , aproximadamente ; es decir , alrededor de 22 kilos . Cuando la harina hubo llenado la mitad del saco , el benjamín procedió a su cierre , abandonándolo en manos del intendente . A partir de esos momentos , con el sobrante de la molienda , la señora de la casa centró su atención en el amasado y en la cocción de las apetitosas tortas circulares que había tenido oportunidad de degustar en otras ocasiones . Prudentemente , conocedora de su secundario papel entre los hombres , aguardó a que éstos fijaran el momento de la partida . Eran ,  como dije , las cuatro de la madrugada . Entonces intercambió una señal con Elías , su marido , y , de inmediato , la servidumbre comenzó el reparto de las doradas tortas de trigo y de sendos cuencos de arcilla  , con una hirviente ración de leche de cabra . Encantado , el servicial Juan Marcos se ocupó de mi desayuno . Abrió el crujiente pan e , imitando al resto de los comensales , lo roció de aceite . Un espeso y dorado aceite de oliva que impregnó la masa , haciéndola , si caba , más gustosa y digerible .
La colación terminaría pronto . Felipe , en el centro del corro que formaban los galileos , batió palmas , reclamando la atención de los presentes . hasta esos momentos no había tenido oportunidad de asistir a los preparativos y prolrgómenos de uno de aquellos frecuentes viajes del grupo . Cada cual , evidentemente , sabía su cometido . El intendente señaló los bultos y petates que se alineaban al pie de uno de los muros  y , con un lacónico << Vamos allá >> , los animó a ponerse en movimiento . La escena que contemplé a continuación me dejó gratamente sorprendido . A excepción de Felipe y de Judas y Santiago de Alfeo , el resto , en silencio , fue a situarse en la hilera , frente al responsable de la intendencia  y de los referidos gemelos . éstos , bajo la atenta  mirada de felipe , desanudaron dos sacos de cuero y extrajeron de cada uno de ellos un par de sandalias con suelas planas , de madera o hierba prensada , y un calabacín seco , respectivamente
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El diario del Mayor - 17 de abril, lunes ( 6 )

María Marcos , con su proverbial diligencia , aparentemente ajena a las discusiones y polémicas de los discípulos , no había guardado un momento de respiro . Durante toda la noche la vi entrar y salir del patio , cambiando impresiones con Felipe y , siempre discreta  y silenciosa , adelantando la obligada molienda del grano . En esta oportunidad , la servidumbre no utilizó el pequeño mortero de piedra , tan común en las casas judías . A eso de la medianoche , dos de los sirvientes depositaron en el patio un pesado artilugio , consistente en dos grandes discos de basalto . El inferior  , de unos noventa centímetros de diámetro por veinte de altura , presentaba la cara superior sensiblemente convexa . En el centro emergía un sólido pivote de hierro de otros treinta o treintaicinco centímetros de longitud . A verlos aparecer , intrigado , abandoné por unos instantes el acogedor fuego , observando sus diestras maniobras . Uno de ellos extendió un paño de tela sobre el enladrillado del piso y ,  acto seguido  , no sin esfuerzo , tomaron la mencionada muela , situándola  en el centro de la negra arpillera . A continuación repitieron la operación , encajando la segunda rueda  de basalto en el eje de la primera  muela . La superior , de algo más de medio metro  de diámetro , había sido labrada  de tal forma  que la superficie  inferior , notablemente cóncaba , se acoplase a la perfección con la que descansaba sobre el pavimento . El orificio que perforaba este disco superior  , en el que entraba el pivote  de hierro , semejaba un embudo . Comprendí que se trataba  de un << molino >> casero , con una mayor capacidad de trituración y , por tanto , muy útil en determinadas circunstancias . Y aquella , sin duda , era una situación de emergencia . Encajadas << las dos muelas >> - éste era , al parecer , el nombre del aparejo -, uno de los sirvientes echó mano de una vasija de piedra repleta de trigo , iniciando  la molienda propiamente dicha . Co la izquierda  hizo presa en un mango de madera  , empotrado verticalmente  en el filo de la rueda superior  , haciéndola  girar con fuerza . Al mismo tiempo , con la manoderecha , fue vaciando caciando los puñados de grano sobre el embudo central . Durante algunos minutos  permanecí absorto y maravillado ante el primitivo e ingenioso sistema . El áspero bramido del basalto , girando lenta e inexorablemente  , se adueñó del lugar , obligando a los discípulos  a elevar el tono de sus voces  . Transcurrida  una media hora  , el segundo sirviente  se arrodilló frente al molino , relevando al primero.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario de Mayor - 17 de abri , lunes ( 5 )

Es más , el ininterrumpido fluir de noticias que llegaba  hasta la mansión de los Marcos  apuntaba hacia un absoluto y definitivo << aplastamiento del grupo avengélico >> . Ésta , al parecer , era la creencia de Caifás y su gente . En cuanto a los rumores  de la << absurda y fantástica resurrección del Galileo >> , los saduceos y escribas - una vez dictadas las ya mencionadas normas - los estimaron y definieron como << los últimos  coletazos de un movimiento agonizante >>. El paso del tiempo y la intoxicación de la sobornada guardia del templo harían el resto . ësta era la situación en Jerusalén , al filo del amanecer de aquel lunes , 17 de abril.
Como cabía suponer , los encendidos discursos de Simón , aunque atrayentes , fueron desestimados . Santiago , Mateo Leví y su hermano Andrés le interrumpieron una y otra vez y , con el silencioso respaldo del resto , trataron de convencerle de lo arriesgado de semejante empresa . De momento , si en verdad estimaban las palabras de Jesús  , lo único que importaba era cumplir su orden . Curiosamente , y creo que debo referirme a ello antes de prodeguir , a partir de aquella noche del domingo , 16 de abril , la figura de Simón Pedro experimentó un notable auge . El Maestro - a pesar de lo que sugieren algunos evangelistas - jamás le otorgó la jefatura y dirección del << cuerpo apostólico >>. Ni hubo votación o maniobra alguna por parte de los íntimos para su designación como cabeza visible de los nuevos evangelizadores . En realidad , los hechos se encadenaron por sí mismos . Y con el paso de los días , el inquebrantable  entusiasmo de Pedro y su innegable capacidad oratoria hicieron el resto . Los discípulos , de forma tácita , aceptaron , aceptaron al vólcanico galileo como hombre idóneo para representarlos y dirigir los discursos . Éstas , y no otras , fueron las auténticas razones que le llevarían al puesto de todos conocidos .
Simón Pedro se resignó y , una hora antes de la << vigilia del canto del gallo >> ( hacia las 04 de la madrugada ), el grupo , temeroso de ser descubierto por los espías del Sanedrín , adoptó la resolución - por unanimidad - de abandonar la Ciudad Santa antes del alba . Confundidos en la oscuridad de la noche , su partida de Jerusalén podría resultar menos comprometida.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril , lunes ( 4 )

Minutos más tarde , alertados por el discípulo , la familia y servidumbre de Marcos irrumpía en tropel en la sala , uniéndose a la barahúnda . Los gritos , preguntas , cánticos , palmas y risas se prolongaron durante más de media hora . Poco a poco , Elías , Simón Pedro y Santiago lograron apaciguar los ánimos , haciendo ver a sus compañeros  que el tiempo apremiaba . Si deseaban ejecutar la orden del Maestro , y partir lo antes posible hacia galilea , era menester poner manos a la obra . El viaje hacia el mar de Tiberíades era largo y los preparativos se habían visto interrumpidos una y otra vez.
hacia las ocho , la casi totalidad de los íntimos de Jesús habían descendido al espacioso patio a cielo abierto . Y allí , en torno al fuego , mientras felipe , el intendente , se afanaba con los gemelos enla puesta a punto de la impedimenta , el resto - recompuesto el talante - dedicó buenaparte dem las dos primeras vigilias  ( la noche y medianoche )a examinar su situación . A pesar de la euforia  , eran conscientes de su delicada posición frente a la casta sacerdotal que había perseguido y crucuficado al rabí . Andrés , prudente y receloso , recordó las preocupantes noticias traídas una semana antes por José de Arimatea  . Las medidas promulgadas por Caifás , el sumo sacerdote , y sus secuaces en la noche del domingo anterior continiaban en vigor . << Aquellos que se atrevieran a proclamar la vuelta a la vida de Jesús de Nazaret serían expulsados  de las sinagogas . >> La segunda de estas medidas - que según los confidentes del anciano sanedrita no pudo ser sometida a votación - especificaba que << todo aquel que declararse haber visto o hablado con el Resucitado podría ser condenado a muerte >>
A pesar de la fuerza moral que evidentemante , les había inyectado la presencia del Maestro , aquellos galileos , sabedores del odio y del poder de la clase dirigente judía , se enzarzaron en una nueva y agria polémica . Pedro , fogoso e irreflexivo como siempre , llevó su mano izquierda a la empuñadura de la espada  , aregándolos para que se sepultaran los viejos temores y se lanzaran ala  calle  , anunciando la buena nueva . La mayoría rechazó la peligrosa y prematura sugerencia de Simón . Ciertamente aquellos siete días de silencio y total ocultamiento por parte de los discípulos habían calmado el furor de los sanedritas.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

jueves, 29 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril , lunes ( 3 )

En cuanto a Andrés , tan desconcertado como Tomás , necesitó un tiempo para reaccionar . Sus recientes burlas , improperios y reproches a cuantos habían creído en la resurrección debían pesar en su alma  como una piedra de molino . Y al fin , pálido como la cal , se incorporó . Subió a lo alto de la << U >> y , dulcemente , apartó al delirante Juan Zebedeo , situándose frente a su hermano . Pedro , al verle , cesó en sus manifestaciones y saltos de júbilon . Se observaron mutuamente y , sin mediar palabra , el ex jefe del grupo se precipitó hacia simón , abrazándole . Los aplausos y vítores arreciaron.
En mitad del tumulto , Santiago de Zebedeo , como siempre , fue el hombre práctico y calculador . Aunque su mirada , tan radiante como la dem los demás , le traicionase , fue el único que conservó un mínimo de lógica y de sentido común . Movido por estos sentimientos , y por una curiosidad quizá tan acusada como la mía , tomó una de las lucernas , avanzando hacia el muro . Sigilosamente me uní a él . Aproximó la lamparilla de aceite al piso de madera por el que había caminado Jesús  , examinandon el recorrido del Resucitado  . Al llegar a la pared , cubierta en aquel punto por un largo y delicado tapiz de lino de En -Gedi , el << hijo del trueno >> - ajeno al tumulto del cenáculo - elevó la candelilla , centrando su atención en la zona por la que se había volatilizado el Galileo , Paseó la amarillenta y frágil llama a una cuarta de los finos hilos púrpura y carmesí , comprobando que el tejido no presentaba la menor señal de deterioro .
Seguí sus movimientos . Tanto él como yo sabíamos que al otro lado del tapiz sólo había un grueso muro de piedra calcárea . A pesar de todo , desconfiadon , presionó lam tela a diferentes alturas . Finalmente , descargando su maltrecho escepticismo en un profundo e interminable suspiro , giró au anguloso rostro , dedicándome una mirada plena de satisfacción  . Le sonreí . Ni Santiago ni yo podíamos entenderlo . Pero así era . El Maestro se había desmaterializado frente a la pared o , quien sabe , quizá había sido capaz  de atravesarla . Me propuse no pensar en ello . Y el Zebedeo , decidido , avanzó hacia la puerta  de doble hoja  , desatrancándola con un seco y contundente puntapié .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril , lunes ( 2 )

Como iba diciendo , las últimas frases del Galileo - ordenando a sus íntimos que partieran hacia el norte - marcarían el resto de aquel agitado domingo . Según mi cuenta particular , ésta había sido la aparición número diez . Las nueve primerastuvieron lugar en Jerusalén , Betania y en el camino que conduce a la aldea de Ammaus . Todas ellas , como ya relaté , a lo largo del anterior domingo, 9 de abril . Semanas después me vería obligado a rectificar este cómputo . Jesús de Nazaret también se presentó a otras gentes y en lugares insospechados . Tales sucesos - ¡ cómo no ! - serían igualmente ignorados por los llamados << escritores sagrados >>.
Es posible que los cronómetros del módulo no marcasen más allá de las 18 horas y 5 minutos cuando , en mitad de un sobrecogedor silencio , el rabí desapareció de nuestra vista . El pasmo de los presentes - ¿ o debería calificarlos de << ausentes >>? - se mantuvo cinco o diez segundos  más . Y , de pronto , , la cámara enloqueció . No tengo muy claro cómo se desarrollaron los hechos  . Fue como un trueno o como una caldera que estalla  . Juan , Simón Pedro y los gemelos  fueron los primeros  en << volver en sí >> . Saltaron sobre la mesa y , aullando  , cantando y vociferando como energúmenos  , se abrazaron , arrastrando al resto a una especie de histeria colectiva . Las copas y platos  y la inacabada cena  se desparramaron por la << U >> y el entarimado , salpicando a los enloquecidos galileos  . Nadie hizo un mal gesto . En realidad , aquellas reaccionesfueron tal lógicas como necesarias . La tensión , dudas , miedos e incertidumbres fueron inmolados  en el fuego de una incontenible alegría . Tentado estuve de unirme al griterío. Pero me contuve , disfrutando de aquel caos , tan saludable como justificado . Bartolomé y Felipe , demudados , miraban sin ver , víctimas de una risa nerviosa . Simón , el Zelote , repuesto temporalmente  de su profundo abatimiento , palmeaba también al compás de los que brincaban sobre la maltrecha mesa . Sus ojos , abiertos e inmensos como galaxias , iban y venían , posándose en sus compañeros , en su afan - así lo creo - de corroborar cuanto había presenciado .
Tomás , sentado en el mismo diván , era uno de los más afectados por la aparición . Parecíam ausente . Con los codos clavados en los muslos , pcultaba el rostro entre sus manos , gimiendo y llorando amargamente . Mateo Leví , solícito , pasó su brazo sobre los hombros del tímido y desolado << mellizo >>, en un intento por consolarle .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

miércoles, 28 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor - 17 de abril , lunes ( año 30 ) ( 1 )

<< Ahota , id todos a Galilea . Allí os apareceré muy pronto . >>
Así , con esta orden , concluyo la aparición número diez del  Resucitado . Era el domingo , 16 de abril del año 30 de lo que hoy interpretamos como << nuestra era >>.
Y el Maestro , volviéndose hacia mí , me sonrió . Caminó despacio hasta la penumbra  , despareciendo frente al muro por el que le habíamos visto surgir . Simplemente , se esfumó . Y yo , como una estatua , tan confuso y atónito como el resto , no supe qué hacer ni qué decir . Como mádico y como simple incredulo mortal , aquel << hombre >> - no tengo más remedio que refugiarme en los únicos y limitados conceptos que están a mi alcance -, muerto 219 horas antes , era el mayor desafío científico de la Historia . Su << presencia >> - aparentemente tan física y tangible como la nuestra - rebasaba toda posibilidad de comprensión racional. Lo reconozco humildemente : aquélla era la segunda vez que le veía y escuchaba y , aun así , me costaba aceptarlo . Más tarde , cuando la calma descendió sobre el hogar de la familia Marcos , Caí en la cuenta de algo que , a primera vista , parecía una contradicción . Desde mucho antes de consumar aquel segundo << salto >> en el tiempo , mi afán por volver a ver al Maestro había sido continuo . Le echaba de menos . Necesitaba sentirle . Oírle . Contemplarle . Era una sensación indomable  . Sin querer , a pesar del rígido código moral de la Operación Caballo de Troya , las palabras , la mirada y el halo mágico de aquel  Ser me tenían trastornado . Sin proponermelo , insisto , me había convertido en un silencioso seguidor de su obra y de su persona . Pues bien ,  aquella tarde , al reconocerle  , el estupor pudo con la alegría . Inexplicablemente , mi corazón no vibró de júbilo ante el fugaz encuentro . Duarante los escasos cinco minutos que el Galileo permaneció en el canáculo  , quien esto escribe  no recuerda el menor espigonazo de intima satisfacción que , en buena lógica , yo debería haber experimentado . Quizá como digo , fuera el susto . O quién sabe si el impecable entrenamiento a que habámos sido sometidos . El caso es que , analizando los hechos , este paradójico comportamiento me sumió durante algún tiempo en una dolorosa zozobra . Pero vallamos a los acontecimientos , tal u como tuve ocasión de vivirlos y contemplarlos .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - El Diario del Mayor

<< Otoño de 1978 . Estoy perdiendo el sentido del tiempo  . Presiento el final . Ya nada me preocupa . Sólo terminar . La vida y el aliento se escapan . Pronto me reuniré con mi " hermano " . Pero antes , ¡ oh Dios misericordioso ! , dame fuerzas para cumplir lo empezado . ¡ Es tanto lo que aún resta por rememorar y dejar escrito !
>> Hoy , cuando me dispongo a retomar el hilo de nuestras experiencias y exploraciones en la Palestina de Jesús de Nazaret - bendita sea su memoria -, sigo sin conocer al hombre o mujer que deberá custodiar y difundir cuanto llevo anotado y que , ése es mi único fin , pretende reflejar , torpe y pobremente , lo sé , la maravillosa  " luz " del Maestro . Ni siquiera tengo la certeza de que estas apresuradas memorias lleguen a ser leídas . No obstante , tal y como aprendí de Él , debo confiar en la mano diestra y amorosa del Padre . Él tiene un plan para cada uno de nosotros . Él . por tanto , sabrá cómo y cuándo hacer llegar cuanto aquí se narra a quienes , en verdad , están sedientos de su palabra .
>> Y antes de sumergirme de nuevo en la apasionante aventura de este par de " locos " en las altas tierras de la Galilea , solicito la benevolencia y comprensión de cuantos acierten a leer esta especie de Diario . Seguramente , un consumado escritor lo hab´ria hecho con más acierto y brillantez . Creo , asimismo , que estoy en deuda con ese todavía anónimo destinatario de cuanto llevo escrito y de lo que , espero , me queda por contar ( Evidentemente , en el otoño de 1978 , mi amigo , el mayor norteamericano , no conocía la identidad de la persona que descubriria su legado . El Diario fue terminado el 7 de abril de 1979 y mi primer encuentro con el anciano piloto no se produciría hasta un año des`pués ( abril de 1980 ) . Para entonces - estoy convencido -, el legado , dividido en dos partes , había sido de`positado en Estados Unidos e Israel , respectivamente . Nota del autor ) El brusco final que precede a lo que ahora me ocupa  no ha sido gratuito . Ni debe ser interpretado como el capricho de un hombre senil o decadente . Lo que nos tocó vivir  y presenciar en Palestina , a partir de aquel inolvidable  domingo , 16 de abril del año 30 de nuestra era , resulta tan espectacular y decisivo que , honradamente  , he creido necesarion adoptar un máximo de precauciones . ese criptograma  , que en cierta medida  cierra la primera fase del segundo << salto >> de la Operación Caballo de Troya , sólo pretende salvaguardar nuestro  " tesoro " . Y ha sido concebido de tal forma  que , al igual que en el primero de los enigmas  , sólo una persona sedienta de conocimiento y dispuesta a arrostrar toda suerte de riesgos  y sacrificios esté capacitada para desentrañarlo y , finalmente , respetando su contenido , darle el tratamiento justo . Estoý seguro que ese anónimo y no menos " loco " personaje sólo pueda ser un entusiasta de Jesús de Nazaret. En ello confío . >>
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Advertencia preliminar y ( 2 )

Dicho esto , la más elemental de las prudencias me empujan a prevenir al lector . Al menos , a los pusilámines y anclados en los viejos e inamovibles puertos de conservadurismo . A juzgar por los cientos de cartas y comunicaciones recibidas a raíz de la publicación de los anteriores Caballos ( 1 y 2 ), sé que una notable  mayoría  no se ha sentido herida o desconcetada por la lectura de esta inédita << vida de Jesucristo >> . Al contrario . Como en mi caso , este << nuevo >> , << más humano >> e infinitamente << más cercano >> Jesús de Nazaret ha hecho el milagro de cautivar los corazones , apaciguando ansiedades , colmando lagunas  y , sobre todo , confirmando sospechas e intuiciones . Este Jesús - mas nuestro - nos ha hecho pensar , que no es poco .
A otros , en cambio , el torrente de revelaciones sobre su persona  , vida y mensaje  los ha irritado o sumido en unas tinieblas nada aconsejables . Por supuesto , no era ésa mi intención . Pues bien , a éstos - cuyos principios y esquemas religiosos  no pueden ya evolucionar - van dirigidas mis presentes y respetuosas palabras de advertencia . Como sucediera con los textos publicados en Caballo de Troya 2 , entiendo que mi deber ahora es alertarlos . La naturaleza de los hechos , ideas y situaciones que me dispongo a narrar podría lastimar a los inseguros o a los que . por desgracia , no pueden avanzar en la apasionante aventura de la búsqueda personal . Cada cual , naturalmente  , tiene << su >> Verdad y << su >> razón . En consecuencia - como medida preventiva  -, les sugiero que NO SIGAN ADELANTE.  Si su ánimo no está preparado para enfrentarse a otras verdades , por favor , NO LEA Caballo de Troya 3 . Si , a pesar de todo , decide continuar , no pierda de vista que la Verdad , como el más valioso de los diamantes , tiene mil caras .
Quizá , en el fondo , todos tengamos razón.
Y antes de proceder a lo que en verdad importa y es motivo del presente trabajo - el Diario del Mayor -, dado el considerable volumen del legado ( dos mil folios  , de 20 x 31centímetros cada uno ), Es más que probable que dicha información deba ser dosificada en dos partes . Sé que el siempre paciente lector lo comprenderá . pero dejemos que sea el propio Diario quien fije las normas . Un Diario , por cierto , en el que se aprecia un significativo y triste cambio . Al contrario de lo que sucediera con la primera de las << entregas >> - la rescatada en Washington -, esta última no aparece macanografiada , sino manuscrita . Y manuscrita con evidente dificultad . Cono si el autor , sin fuerzas , supiera que aquella era su última misión . Una misión que , ahora y en el futuro , sólo puede benaficiar a los hombres de buena voluntad . Que Dios le vendiga .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Advertecia preliminar ( 1 )

Es curioso . Llevo varios días peleando conmigo mismo , batallando por un imposible  . Sinceramente , me gustaría resumir en un par de líneas esos dos mil folios que constituyan el nuevo legado del mayor . Está claro que debo sujetar mi alocada ansiedad y dejar que las cosas discurran como han sido escritas y dispuestas por esa << mano >> invisible que , a veces , llamamos Destino . Lamentablemente estamos limitados . Y la palabra , en este caso , paradógicamente , constituye la mayor de mis limitaciones . Haré lo que pueda .
A punto de iniciar la transcrición de esta parte del legado del fallecido piloto de la USAF , quiero aventurarme en un par de reflexiones . Entiendo que es justo adelantar y confesar que la lectura de tales manuscritos  me ha impresionado profundamente . Y no sólo por su extensión y lujo de detalles . Creo que lo más importante y asombroso es la montaña de información en torno a la vida de Jesús de Nazaret . Juan el Evangelista  , en sus postreros versículos ( 21 , 25 ) , escribía con sobrada razón que << otras muchas cosas hizo Jesús >>. Cierto . Y me atrevería a añadir que tantas y tan decisivas que , en faltando una sola , nuestro conocimiento y perspectiva de su obra resultan mermados .
Trágicamente mermados . Ahora lo sé . Es vital - imprescindible , diría yo - conocer la infancia y la juventud del Hijo del Hombre para aproximarse a su Verdad . Es esencial el acceso a los años que precedieron a su llamada << vida pública >> para , cuando menos , intuir sus propósitos y , así , hacer encajar las piezas de su compleja , agitada y siempre fascinante etapa de predicación . Sólo así , con esa maravillosa información entre nuestrasmanos , podemos valorar con cierta equidad el irrepetible paso del Hijo de Dios  sobre la Tierra .
También lo sé . Muchas personas , tras la lectura de los anteriores Caballos de Troya  , me formulaban lamisma pregunta : << Pero ¿ es verdad ? ¿ Todo esto es increíble ? >> Y me veo obligado a repetir lo único que sé : que esos documentos  existen y que - aunque algunos se empeñen en lo contrario - yo no gozo de tanta imaginación . Desde aquí desafío a quien lo desee a construir una << vida de Cristo >> tan cuajada de lógica  , audacia y belleza  . No es tan sencillo << inventar >> discursos de Jesús de Nazaret - pláticas inéditas y , lo que es más interesante  , repletas de sabiduría  - o esos treinta y dos años que los creyentes definen como << vida oculta >> .  << Inventarlos , claro , con datos  , nombres , sucesos y circunstancias que encajen . En Caballo de Troya - lo sé - aletea algo << mágico >> y << real >> , ajeno a mi mismo . Yo he sido un simple instrumento . En suma  , y no me canso de insistir en ello , es el corazón del lector el que debe << sentir >> si estas narraciones acerca de Jesús son o no creíbles . Que cada cual , por tanto , en lo más íntimo de su ser juzgue y decida  , de acuerdo con los dictámenes de su conciencia . Ésa jamás se equivoca ...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - España

En lo má íntimo, lom sabía y esperaba . El incidente en el museo de la Medicina Antigua de Israel , a pesar de mi escapada , continuaba coleando y salpicando  . La Inteligencia judía nunca olvida  . De ahí que las semanas siguientes a mi vuelta a España no fueron todo lo apacibles y descansadas que hubiera necesitado .
La carta - con el pergamino - llegó a mi poder a los ocho días de haber sido depositada en el buzón de Jerusalén . Constituyó un enorme alivio que , sin embargo , se vio empañado por una significativa y alarmante llamada telefónica .
En la mañana de aquel lunes , 15 de diciembre de 1986 , pocos minutos después de recibir el amuleto , el primer secretario de la embajada israelí en Madrid se ponía en contacto co este aterrorizado periodista . Fue una conversacióntan exigua como angustiosa , en la que apenas acerté a construir una frase coherente . Hábil y prudente , después de varios lisonjeros circunloquios , fue derecho al grano :
- ¿ Le entregaron un amuleto muy antiguo en el museo de la Medicina de Jerusalén ?
No recuerdo bien la respuesta , pero ,  por supuesto , no se ajustó a la verdad . la advertencia - sutil y generosa ,  pero advertencia al fin y al cabo - fue como un tiro de gracia . De cara a los israelitas me hallaba marcado para siempre .
Fotocopié el texto hebreo del pergamino y , de acuerdo con lo pactado conmigo mismo , me apresuré a ejecutar la segunda de las fases de la ya referida maniobra de restitución del documento . Lo introduje en un nuevo sobre y éste , a su vez, en otro que , urgente y certificado , partió esa misma tarde  del lunes hacia la República Federal de Alemania . Dos entrañables  amigas , cuya identidad no puedo desvelar , se encargarían de la trecera y última operación: el fulminante envío del << cuerpo del delito >> a sus legítimos propietarios , en la calle Straus de Jerusalén . la misiva aterrizó en Alemania  en los dos días próximos a la Navidad . Y mi escueta  petición fue cumplimentada fiel y diligentemente . A las pocas horas , el anónimo lacrado sobre con el pergamino partía de Munich , rumbo a Israel . Mis adorables amigas no hicieron preguntas , limitándose a telefonear a mi domicilio , confirmando - en clave - que la misteriosa carta volaba ya hacia su destino final .
Por seguridad , dado que mi teléfono no ofrece demasiadas garantías , yo había transmitido a las germanas una especie de santo y seña que , una vez culminada la miniobra , debería anunciarme lisa y escuetamente  . Y así fue , gracias a Dios .
El mismo 25 de diciembre , al anochecer , con la oportunísima  excusa de felicitarnos las Pascuas , Jenny ma hablo así desde Alemania  Occidental :
- Tia Margarita está mejor ...
Salté de alegría .
- ¿ Estas segura ?
- Sí - remachó , rotunda -, Tía Margarita se encuentra mejor . Mucho mejor.
La aventura - eso espero y deseo - acabaría con dos atentas y significativas cartas de Samuel S . Kottek , el médica que me acompañó en la visita al citado museo , de tan triste recuerdo . La primera , con fecha 7 de diciembre . La última , escrita el 5 de enero de 1987 . Ambas incluidas en el presente trabajo . Ambas hablaban por sí solas .
Autor : J.J.Benitez
Una brazo
Antonio martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - y ( 125 )

La hebrea repasó el pasaporte por segunda vez . Y yo , impaciente , aguardé la pregunta clave . Conocía el truco . Todo dependía del archivo policial y de mi respuesta . Me explicaré . Como extranjero no judío , la única posibilidad de salvar el controldependía de mis antecedentes y del grado de simpstía  que fuera capaz de demostrar hacia el Estado de Israel . Este último y sencillo gesto - la policía de fronteras de determinados países lo domina a la perfección - debería reflejarse , como digo ,  en mis próximas palabras .
La responsable levantó la vista del pasaporte  , tecleando sobre la terminal de un ordenador  , oculto bajo el mostrador . La operación , elemental consistía en averiguar mi fecha de entrada en Israel y mi currículum policial . Si el monitor - como así fue - respondía con un << NO EXISTE >> , frase clave que me liberara de toda sospecha , el desenlace final dependería de esa decisiva respuesta .
Y la máquina - el primer sorprendido fui yo - apostó por mi << inociencia >>.
- ¿ Cuándo entró en Israel ?
- El 19 de noviembre pasado - repliqué sin titubeos . 
Y la oficial , con mirada severa , lanzó la esperada pregunta :
-  Muy bien . ¿ Desea que le selle el pasaporte ?
- ¡ En- can - ta - do !
Si mis intenciones hubieran albergado un mínimo de odio o recelo hacia el pueblo judío , lo natural habría sido rechazar la propuesta  . En algunos países árabes , por ejemplo , un pasaporte con el cuño israelita significaba desconfianza , penosos interrogatorios e , incluso , la negativa a ingresar en la nación.
El énfasis y entusiasmo que volqué enn la palbra << encantado >> fueron determinantes . La funcionaria  sonrió y , estampando el sello de salida , me franqueó el paso .
Pero el Destino , siempre tortuoso , no parecía dispuesto a concederme un segundo de tregua . El vuelo de Iberia 889 , anunciado para las 18 horas , fue demorado.
Sé que resulta absurdo - más o menos como practicar la política del avestruz -, pero , desquiciado y enfermo de miedo , fui a esconderme  en los lavabos , permaneciendo allí , abrazado a la bolsa marrón , hasta , que , al fin , la megafonía  alertó a los pasajeros  con destino a Barcelona .
Y a las 19 horas , 11 minutos y 51 segundos - casi como un indulto -, el reactor despegó sus ruedas de la llamada Tierra Santa , buscando las estrellas , cómplices de mi angustia.
Y en secreto y en silencio di gracias a la << fuerza >> que siempre me acompaña  , celebrando la fuga con dos largos tragos de sabra - el espíritu de Israel >> - que el buen Marcos había puesto en mis poco reconmendables manos .Jamás un licor fue tan bien recibido ... por un hombre tan destruido.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

martes, 27 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 124 )

La llamada a Nazaret varió el curso de la ingrata  situación . Me apresuré a cerrar las bolsas de los documentos  y , aturullado , sepulté  el manojo de recibos  y facturas en los diferentes compartimentos de la mochila  . Al verla correr por la cinta transportadora respiré hondo . Y sin más demora , volé - más que caminar - hacia el control de pasaportes . Aquel atolondramiento mío al guardar los papeles estuvo apunto de costarme un último y catastrófico disgusto . Pero antes - Dios es misericordioso -, a las puertas del área internacional , me aguardaba una grata e inimaginable sorpresa .
- ¡ Marcos !
El guía , sonriente , dejó que le abrazara  . Apenas cruzamos cuatro palabras . Me obsequió un pequeño paquete y , con los ojos húmedos  , señalando la bolsa que había custodiado tantos años , me deseó suerte , azuzándome para que cruzara el control . No he vuelto a verle .
Un minuto después  , al presentar el pasaporte , el mundo se me vino abajo . La señorita hojeó el documento . Me miró de frente y ,  con tres palabras , me aniquiló:
- Falta la visa .
Era lo que menos podía imaginar . Recogí el pasaporte y , estupefacto , repetí la operación de la funcionaria . En efecto : la obligada visa turística no aparecía entre las hojas . Evidentemente fue cumplimentada al entrar en el país . Es más : sin aquel trámite y el sellado de la << carta >> no hubiera accedido al territorio . La visa , de eso estaba seguro , tal y como tengo por costumbre en todos mis viajes , había sido meticulosamente guardada entre las páginas del pasaporte . ¿ Cómo era posible ? Sin el documento , las autoridades judías podían retenerme . Me vi perdido . Entre calambres , inspeccioné hasta el último rincón de las ropas . Inutil empeño . Entonces comprendí . La volandera hijilla con caracteres verdes tenía que haberse traspapelado entre las facturas , quedando sepultada en Dios sabe qué lugar de la mochila .
Años atras , en pleno aeropuerto de México D.F. , sufrí un percance similar . Gracias a la persona que me acompañaba  , tras revolver la maleta , la tragedia se solventó felizmente . Ahora las circunstancias eranradicalmente distintas . Si perdía el avión , mi suerte estaba sentenciada .
Opté por decirle la verdad . La funcionaria escuchó indiferente . Clamé a los cielos y -  ¿ cómo no ? - el << milagro >> se produjo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 123 )

Le expliqué como pude , haciendo mención de mis investigaciones como escritor . Impasible , siguió ojeando el pasaporte , obligándome a responder a una interminable sucesión de cuestiones :
- ¿ Le han acompañado durante su estancia ? ... ¿ Quién ?.... ¿ En coche o en bus ? ... ¿ Le han entregado algo ?..... ¿ En qué hoteles se alojó ? .... Por favor , las facturas .... ¿ Todos sus amigos en Israel son judíos ? ... ¿ Qué escribe ? ... ¿ Por qué lleva usted una mochila ? ...
 Agotado , después de mostrar mil y un papeles , la hebrea solicitó la presencia de otro oficial de seguridad . No aparecía la factura del hotel Nazaret.
- Así que , según usted - repitió con calma el recien llegado ., ha trabajado y pernoctado en Nazaret ... Y no encuentra la factura .
Malhumorado , abrí mi inseparable cuaderno de << campo >> , buscando los nombres y teléfonos de los franciscanos amigos de la basílica de la Asunción . Se lo mostré y , receloso , tomó nota del número.
- Muy bien . Aguarde aquí.
Mientras su compañero se perdía en la barahúnda del aeropuerto , dispuesto a telefonear a los padres Uriarte y Rafael , verificando así mis afirmaciones , la funcionaria se ensañó con el equipaje . A pesar de haber abierto la bolsa marrón en primer término , lo insólito de una mochila roja en el equipaje de un periodista inclinó la balanza de la fortuna . Convencida de la trasparencia del cargamento , introdujo la mano entre los libros , palpando los rincones del petate .
- ¿ Y esto ?
La pregunta me dejó sin habla . Extrajo uno de los volúmenes y , de improviso , recordando algo , me espetó :
- Esa mochila no le pega ...
Sonreí sin ganas , explicándole que  - para determinadas correrías y excursiones - resulta más practico.
Gracias al cielo , la conversación quedó en suspenso . El oficial se presentó ante nosotros  y , lacónico ordenó :
- Está bien . Adelante.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 122 )

Con total premeditación , regateé durante varios segundos con el primero de los taxistas apostados en el hotel . El precio a Tiberíades era justo y razonable  . Sin embargo , rechacé la oferta y pasé al segundo árabe  . Esta vez me detube frente a la ventanilla del conductor , justo para rogarle que abriera el portaequipajes . Cargados los bultos  , con los nervios desatados , le di una escueta orden :
- ¡ A Tel Aviv !
A las 16 horas , el taxi partía veloz  y , lo que era más importante , sin << escolta >> alguna . La << travesura >> con el Mercedes , aprendida de algunos amigos de los servicios españoles de INteligencia , me daba cierta ventaja . Si los burlados agentes acertaban a interrogar al primero de losm taxistas , sólo obtendrían la confirmación de mi falso desplazamiento a Tiberíades . Teniendo en cuenta que el tiempo estimado desde Jerusalén al lago podía cifrarse en hora u hora y media , el beneficio resultante - a mi favor , claro -era prometedor . Pero no podía confiarme . Si detectaban mi presencia en el aeropuerto Ben Gurión , todo habría sido en vano .
El anuncio de una propina hizo volar al voluntarioso taxista . Cuarenta minutos más tarde , desquiciado y con la lengua colgando , hacía un alto en la larga fila de pasajeros que , como yo , pretendían volar a Barcelona . El miedo , lejos de esfumarse , se asentó en mis huesos . Cada rostro, cada individuo que se aproximaba o lejaba , se convirtieron en una amenaza . Pero el cupo de mis errores no estaba colmado . Inconscientemente - producto de la tensió - olvidé presentar el equipaje a los funcionarios  de seguridad . La azafata me lo recordó al depositarlo en la cinta transportadora . En efecto , la mochila y las bolsas no presentaban la obligada y pequeña etiqueta que acredita el visto bueno de la policía . Me eché a temblar .
Una joven funcionaria se responsabilizó de mi impedimenta , exigiéndome la documentación . Teóricamente no tenía nada que ocultar . Pero la inquisitiva mirada de la muchacha me intimidó.
- ¿ Periodista ? - preguntó con desconfianza .
Asentí sin voz .
- ¿ Y por qué ha venido a Israel ?
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 122 )

15,35.
Me santigüé .Oculté dos cascos de cerveza bajo la sahariana y , a toda velocidad , me precipité hacia los elevadores , pulsando la planta del parking . Mi << objetivo >> seguía en el mismo lugar , solitariom y envuelto , solitario y envuelto en las sombras del subterráneo . . De columna en columna , evitando las miradas del guarda del peaje , fui aproximándome al Mercedes .
15,40 horas .
Encorvado y con el corazón en la boca , me aposté al fin en el flanco derecho del turismo . Era menester esperar la entrada o salida de algún otro vehículo . Preparé las botellas vacías y , situándome frente a la rueda delantera derecha , asomé la nariz por encima del motor . La chapa , caliente , reveló que había sido utilizado poco antes .  SEguramente habían inspeccionado nuestro recorrido turístico . Razón de más para sospechar que mi inminente << viaje >> podía ser igualmente << supervisado >>.
15,45
El rugido de un automóvil en la boca del aparcamiento cortó la rabiosa espera . Era el momento de actuar . Estrellé las botellas contra el pavimento , haciendo coincidir el estallido con el ronroneo del coche que se precipitaba por la rampa . Lancé una última ojeada al vigilante y , con los dedos convertidos en serpientes , agrupé los afilados vidrios al pie de las dos ruedas ya mencionadas . Acto seguido , procedí al desinflado de las gomas , amortiguando el silbido con el pañuelo .
15,50 horas.
Retorné a la habitación , cargando el equipaje  . Dos minutos despueés , simulando una tranquilidad inexistente , liquidaba la abultada cuenta  , empujando la puerta mgiratoria  del Moriah . Había que trabajar con rapidez , aparentando la mayor calma posible  . Difícil trago . Sobre todo , imaginando a los agentes camino del subterráneo....
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 121 )

La ocasión - ni que pintada - fue exprimida exprimida como un limón . Tatsuhiro conocía España . En realidad , todo su bagaje << cultural >> sobre mi país quedaba reducido a la obra  de Picasso m Dalí y al barrio << chino >> de Barcelona . Para mi fue más que suficiente  , logrando lo que necesitaba  : estirar el refigerio durante una hora y , entre risas y chanzas , brindarme  como << guía turístico >> . Los cándidos y providenciales amigos aceptaron de mil amores . De esta forma , tan simple como inesperada  , vi cubierta la totalidad de aquella luminosa mañana .
Hacia las tres de la tarde -  agradecidos y emocionados como niños por el fastuoso periplo por la Ciudad Vieja - nos despedimos << hasta otra >>.
No había tiempo que perder . Haciendo acopio de fuerzas y de la deshilachada serenidad que aún conservaba , requerí los servicios de uno de los recepcionistas , explicándole  que deseaba dormir  esa noche en la ciudad de Tiberíades y que , si fuera posible , telefoneara al Golán , confirmando la reserva , Ante mi insistencia , el judío llevó a cabo la diligencia en aquellos mismos momentos . No hubo problemas . El hotel , en el que me había alojado en 1985 , disponía de plazas libres . El plan fue rematado con una segunda consulta : ¿ a cuánto podía ascender la tarifa de un taxi hasta dicha población ?
Dispuesto el cebo , me encaminé a los ascensores . Faltaba , sin embargo , la operación más << delicada >> . ¿ Cómo confundir  a los hipotéticos y desconfiados miembros del Agaf ? . Si deambulaban por el hotel no tardarían en ser puntualmente  informados de mis supuestos propósitos de viajar a orillas del mar de Galilea . En ese caso podían suceder dos cosas : que me siguieran o que confiaran la misión a otros secuaces , en Tiberíades . El peligro radicaba en lo primero . Sólo tenía una opción . Era arriesgada , pero francamente , a estas alturas , todo me daba igual .
15,30 horas.
Apuré el tiempo al máximo . Si << aquello >> daba fruto , disponía de escasos minutos para recoger el equipaje , abonar la factura y embarcar.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya- Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 120 )

No sé si alcancé a descansar una o dos horas . Fue una noche sin principio ni fin , saturada de presagios ,  rezumante de temores . Rayando el alba dispuse el equipaje . El vuelo , desde Tel Aviv , tenía previsto el despegue para las 18 horas . El Destino , irónico y contradictorio , me regalaba un tiempo que no deseaba .
Siguiendo el programa diseñado por marcos , mientras aplicaba  nuevos y severos masajes a las doloridas fibras musculares , repasé los obligados e inminentes << movimientos >> . Todo , por desgracia , se veía trastornado a raiz del lamentable asunto del museo . Ya sólo podía confiar en la suerte y , desde luego , en la posibilidad de que las pesquisas y decisiones de los dueños del pergamino resultaran << causalmente >> frenadas , aunque sólo fuera por unas horas . El dilatado silencio de los medios oficiales me traía a mal vivir....
Como de costumbre , el comedor del Moriah se hallaba repleto de turistas . Aquel era otro factor clave  . Aunque lo sospechaba  , tenía que asegurarme  : ¿ quién o quiénes se encargaban ahora de mi << custodia >>  ? Entre tanto anglo sajón , latino y oriental , descubrir a los posibles agentes de la Inteligencia militar hebrea fue un cometido condenado al fracaso . Cualquiera de aquellos glotones comensales - con los que crucé más de una mirada - podía ser el hombre . Prudentemente , busqué la compaía de unas foráneos . No podía concederme la licencia de desayunar en solitario . Cuanto más tiempo permaneciera arropado por extraños , más sólida era la posibilidad de escapar indemne de las garras de mis invisibles controladores .
Al pie del self - service - con notable acierto - fui a escoger a una pareja de risueños japoneses . Yo sabía que las diferentes ramas de los servicios secretos  judíos difícilmente enrolaban en sus staffs a individuos que no sean de su propia raza . Esta sagrada norma  me llevó a confiar en los nipones . Y mire usted por dónde  , los ceremoniosas Tatsuhiro Kataoka y Yutaka Matsukawa resultaron ser colegas . El primero , como editor de libros de arte , de la firma Kodansha , Ltd . El segundo , como fotógrafo de la misma editorial , con sede en Bunkyo - Ku ( Tokio ) . Así al menos , figura en las tarjetas que intercambiamos .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo Antonio Martinez

lunes, 26 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 119 )

En principio - seguí consolándome  - no existian pruebas de que fuera el autor  de la sustracción . ¿ Quién sabe ? Quizá se había extraviado ... El argumento , infantil hasta mas no poder , no me convenció . De lo que no cabía duda  era de que , en caso de cacheo , la presencia del pergamino podía suponer la cárcel , la expulsión del país o algo peor .
Tenía que devolverlo , procurando confundir a sus legítimos propietarios  . En otras palabras , sin que pudieran demostrar mi paternidad en tan agrio lance .
Un agudo dolor de estómago vino a sumarse a la catarata de temblores cuando - una vez elegida la formula menos mala de restitución - me aventuré en la planta comercial del hotel , a la búsqueda  de los necesarios sellos  de Correos . El pequeño estanco-librería se hallaba cerrado . Un rótulo informaba  del horario de apertura  . Faltaba media hora . Fueron unos minutos espesos , con la espada de Damocles de la megafonía  sobre mi encogido ánimo , temiendo que , a cada anuncio , la justicia cayera sobre mí . La providencia tuvo compasión . Y a las 12,30 , satisfecha la compra , escapé por el aparcamiento , a la caza de un buzón . A las 12,45 , previamente desenrollado , plegado por su mitad , arropado entre dos hojas en blanco e introducido en un sobre con el menbrete del hotel ( << Moriah Jerusalem - 39 Keren Hatesod Street . Jerusalem 94188 Israel >> ) , el pergamino caía en el fondo de un solitario y granate poste , con destino a mi domicilio , en España .
Relativamente aliviado , busqué de nuevo el amparo de mi habitación , pendiente delteléfono y de las consecuencias que - si el Altísimo no remediaba - podían derivarse de semejante desvarío .
Misteriosamente , no se registró una sola llamada . Y , destruido , me precipité en un sueño convulsivo . Fue lo mejor que pudo sucederme .
Al despertar , convencido de que no debía rendirme por lo que ya era irremediable  , me afané en la labor de << camuflar >> el Diario del Mayor . De acuerdo con lo planeado , media docena de gruesos  y estirados libros - adquirido días antes - seviría como << vehículo >> . Desgajé  las páginas , y , con más voluntad que acierto , encolé los cientos de folios a las pastas de los malogrados volúmenes , repartiéndolos equitativamente .
A la hora de la cena , los falsos textos sobre La tierra de la Biblia , Los secretos de los mares de la Biblia , ¡ Jerusalén ! , El atlas de la Biblia , La tierra de Galilea y Animales bíblicos , disimulados entre una veintena de libros auténticos , fueron a descansar al fondo de la bolsa marrón , listos para el viaje final .
Ya sólo restaba esperar...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 118 )

Pero el mal estaba hecho . Ahora necesitaba  actuar con diligencia y sensatez . Posiblemente - eso dependía de la Providencia - mi propósito de distraer la atención  de los servicios de Inteligencia , en el supuesto de ser asociados a la mencionada desaparición del pergamino , estaba más que garantizado . Las próximas horas me lo dirían .
Y en un arranque , en previsión de que la rapidez de acción de los hombres del museo de la Medicina Antigua fuera tan vertiginosa como cabía esperar , me oculté en un portal , pasando el cartucho al interior del zapato izquierdo . Ahora , en frío , sólo puedo sonreir ante tamaña ingenuidad . De haber sido interceptado , los hábiles judíos lamás me hubieran registrado en mitad de la calle . Disponen de otros << medios >> - infinitamente más eficaces - para salirse con la suya .
A marchas forzadas , busqué una fórmula que me permitiera reparar el daño y salvar el pellejo . Algo muy típico en mí....
Y creo que di con ella .
Al margen de la implacable desesperación que me corroía , el retorno al hotel no se vio empañado por incidente alguno . Huidizo , temeroso de que alguien , en cualquier momento , pudiera darme el alto , corrí a refujiarme en la habitación , maldiciendo mi estampa .
Necesitado de un inmediato consuelo , puse en marcha  la primera de las tres fases de la maniobra que había ideado para la devolución del amuleto . Ante lo desproporcionado del << golpe >> , desistí de mi propósito inicial de desviar el interes del Agaf hacia un objetivo secundario . Si me detenían con el pergamino , , no sólo peligraba mi integridad física  . En ese más que verosimil supuesto , los documentos  del mayor correrían quizá la misma fortuna que el cartucho...
Había que modificar la táctica  . Pare empezar , resultaba imprescindible deshacerse del << cuerpo del delito >> . Pensé en depositarlo , anónimamente  , en el Instituto de relaciones culturales . En buena lógica  , si Kottek y la guardiana  me relacionaban con el hurto , el asunto sería trasvasado a las personas que habían gestionado mi cita en el museo . También era factible  que dieran cuenta a la policía .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 117 )

Kottek y el responsable del Museo me situaron en una de las esquinas de la sala , abriendo ante mi un grueso volumen con las hojas en blanco .
- Nos sentiriamos muy honrados  - aclaró el director - si estampara su firma en el libro de oro de la casa ...
<< ¡ Dios mío ! >>
Aquel entrañable gesto colmó la medida de mi propio deshonor  . Hice lo que me pedían y , al retirarme , una esquiva mirada de lam guardiana  , removiendo los cartuchos  y comprobando la lista de los pergaminos  , heló la escasa sangre  que aún circulaba por mis venas . Astuta y desconfiada como un lince  , había empezado a pasar revista al insustituible tesoro arqueológico . Estaba perdido .
A las once y treinta de aquella nefasta mañana  ponía los pies en la calle  , huyendo como una rata . Mis pensamientos , lacerados por un instantántaneo arrepentimiento , no daba abasto . << ¿ Qué nueva locura había perpretado ? ¿ Cómo podía ser tan miserable y , lo que era peor , tan insensato y estúpido ? >>
Casi con seguridad , no tardarían en comprobar que faltaba uno de los pergaminos . << ¡ Dios mío ! >> La angustia me acorraló contra mí mismo .En el tiempo que necesité  para alejarme tres o cuatro manzanas , un tétrico film de muy posibles y más que justas represalias desfiló por mi alma . El desliz podía costarme caro .
Me detuve en mitad de la avenida George V . Dudé . ¿ Deshacía lo andado y devolvía el rollo a sus legítimos propietarios ? No me atreví . La verguenza fue superior . << Además  - me consolé en el colmo de la necedad -, quizá no hayan advertido su desaparición . Quizá - suponiendo que lo detecten - no sepan qué pensar . >>
Por encima de aquellas pueriles lucubraciones , algo se impuso : había que restitir el documento . Una cosa era << jugar >> a espías y otra , muy diferente  , el hurto de una pieza que , para más inri , no aportaba nada nuevo a lo ya conquistado . Ciertamente , el asunto se me había ido de las manos . Sólo espero que mis anfitriones sepan perdonar algún día a este desdichado . En el pecado iba ya la penitencia . A partir de aquellos momentos , la desazón , los remordimientos y el terror me torturarían sin piedad .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para conseguir el Diario del Mayor - Israel ( 116 )

Kottek acudió encantado . Sus explicaciones - amuleto en mano - no resultaron muy explícitas . Tomé cuantas notas pude , sin saber muy bien de qué me hablaba . Toda mi inteligencia - una vez tomada la reprobable  decisión - se hallaba polarizada  en un inconfesable  sentido . Pronto me arrepentiría ...
Por supuesto , era imposible atrapar el pergamino mientras Samuel o la guardiana permanecieran junto a mí . Esperé . El encuentro con los cartuchos concluyó y , sin prisas , continuamos la inspección . La caja , con los rollos a la vista , quedó temporalmente olvidada  sobre la vitrina . En tres oportunidades , mientras dibujaba algunas de las piezas  en el cuaderno de << campo >> , la hebrea tuvo que prescindir de mi <<  gratísima compañía >> , reclamada por el teléfono y por el propio Kottek . En las dos primeras ocasiones , a causa del pavor que me invadía o de lo precipitado de sus retornos  , mis movimientos fueron nulos . Pero en la tercera y última salida de la anciana , muy cerca de la caja  y temblando como un junco , introduje la mano entre cartuchos  y me apoderé del 15 . Sin pulso ,  me alejé de la vitrina , pegando la nariz  al cristal de un mueble contiguo . Imposible fingir que tomaba apuntes . El rotulador resbaló entre mis húmedos dedos , acelerando mi taquicardia . Sin embargo , con una sangre fría  repugnante  , soporté el regreso de la mujer y sus postreras explicaciones . La visita había terminado . Con la mente nublada , con una única obsesión - escapar del museo-, agradecí las atenciones de todos y estreché sus manos . A punto de desvanecerme llegué a tocar la manilla de la puerta de salida  . Samuel , atentísimo , me invitó a volver cuando deseara . Balbubeé algo - no sé muy bien qué -, y , aterrorizado , me dispuse a salir . En ese crucial momento , el director  salió precipitadamente de su despacho  , dirigiendo a kottek unas frases en hebreo . Y éste , asintiendo , me retuvo por el brazo , abortando mi << fuga >> . Creí morir de verguenza  .
- Un momento - tradujo el médico , con una sonrisa de satisfacción -. El director desea padirle un favor..
La palidez de mi rostro , digo yo , debía ser tal que el galeno , mientras me conducía  de nuevo al museo , preguntó con extrañeza :
- ¿ Se encuentra bien ?
- A la perfección ...
Aquélla fue una mentira de tamaño natural.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 115 )

No habían transcurrido ni quince minutos  desde el aranque  de dicha visita cuando , al asomarme  a una de las mesas ubicadas en la esquina derecha de la sala , una batería de amuletos de bronce , plara y marfil activó mi maquiavélico ánimo
<< Esto podría servir  ... >> , medité en mi inconsciencia .
La hebrea , complaciente , levantó la cubierta de vidrio , tomando alguna de las antiquísimas reliquias cananeas . Las examiné con fruición , demostrando un exagerado interés por sus orígenes y fundamentos . Ante el ardor  de mis palabras , la guardiana - deseosa de redondear mi visita - se separó un instante de mi lado . Las manos  comenzaron a sudarme .
<< Sí , esto es ... >>
La maquinación echó a andar , incontenible . Pero cuando estaba a punto de materializar  la inocua maniobra , la señora reclamó mi atención . De algún armario había  rescatado una pequeña caja  de cartón blanco que , con devoción , fue a depositar sobre otra de las vitrinas centrales .Desistí por el momento .
Contrariado y hecho un manojo de nervios , me reuní con ella . La caja contenía  docena y media de cartuchos de unos seis o siete centímetros de longitud , numerados a mano . Consulto una lista mecanografiada y pegada a la cara interna de la tapa del recipiente , eligiendo - estimo que intencionadamente - uno de los más antiguos y valiosos : el 15 . Retiró el papel que lo envolvía , poniendo en mis pecadoras manos un estrecho pergamino de casi medio metro de longitud , plagado de caracteres y símbolos hebreos .
- Tiene dos mil años  - sentenció orgullosa -. Creemos que se trata de un amuleto .
La belleza del lechoso y áspero tesoro me cegó . Y sobre la marcha cambié de << objetivo >> . Aquello resultaba más excitante y atractivo . Incluso más fácil de ocultar.
Ante mi insaciable curiosidad , la anciana  - incapaz de traducir el hebreo arcaico - se disculpó , saliendo de la sala . Fueron unos segundos dramáticos . ¿ Qué hacía ? ¿ Me apoderaba del pergamino ? Pero ¿ cómo sustraerlo sin que lo notaran ?
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 114 )

Naturalmente , después del incidente del autobúa , cabía la posibilidad de que hubieran sido relevados .Aquélla , por el momento , no constituía  mi mayor preocupación . Los pensamientos  - conforme avanzaba hacia el número 10 de la mencionada calle Straus - navegaban  en otra dirección . Tenía que lograrlo . Era menester << desviar >> el punto de mira de la Inteligencia judía de tal forma que , en caso de registro , su obgetivo fuera << algo muy ajeno a los dos mil y pico de folios que formaban << mi >> tesoro . Quizá en aquel museo encontrase lo que necesitaba .
En el cruce con Jaffa , la fortuna siguió sonriéndome . Una papelería regentada por árabes me suministraría los botes de cola y pegamento que precisaba  . Y a las 9,30 horas , con una puntualidad impropia de mí , hacía sonar el timbre de la puerta del museo , en los bajos del inmueble .
Las diligentes gestiones de Rachel resultaron inmejorables . El doctor Samuel S.Kottek , especialista en medicina antigua  , y el director me recibieron con los barzos abiertos . Ahora , sinceramente , me duele haber traicionado su generosidad .
Durante más de una hora trabajamos en los puntos que me interesaban ( ? ) , recopilando una sobrada relación de volúmenes y expertos en los más variopintos diagnósticos , dolencias y fármacos de la antigua Canaán . Pero no era quello lo que me urgía . Desde el momento de las presentaciones le había echado el ojo a una de las salas del reducido y , en cierto modo , destartalado museo , en la que , en media docena de vitrinas  , se exhibia toda suerte de artilugios  , cachivaches e instrumental médico - mágico - quirúrgico de muy distintas épocas y culturas .
Mi cerebro , con una frialdad enfermiza , continuó trabajando . Finalmente  se presentó la ocasión . Kottek me invitó a pasar a la modesta  sale que , como digo , constituía  la zona noble del museo , dejándome  en las eficientes manos - sibilinas , añadiría  , a juzgar por lo que ocurri ría  poco después , - de la anciana responsable  de las piezas . Una servicial y encantadora mujer , cuyo nombre no recuerdo , que se desviviría  por mostrarme lo más granado de la ex`posición . Ése su involuntario error . Samuel se excusó y regresó al despacho donde habíamos conversado . Por espacio de casi una hora , mi anfitriona  fue acompañándome  - vitrina a vitrina - hasta cerrar el repaso.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

domingo, 25 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 113 )

Contenían mucho más de lo que esperaba  . Fui incapaz de contarlos , pero sé que rebasaban los dos mil folios  . Se hallaban minuciosamente clasificados  , amarrando la narración - eso deduje en una apresurada y saltarina lectura - a una rígida secuencia cronológica  de los sucesos vividos por los protagonistas de la Operación Caballo de Troya . Una operación - en buena hora - que había desafiado todos los límites imaginables .
Bien entrada la noche , muy a pesar mio , tuve que suspender el increible relato del mayor . De pronto , la árida realidad se precipitó sobre mi . Una cuestión - anestesiada por el fragor de la lectura - despertó en mi interior , retorciéndose como una víbora : ¿ Y sí el legado caía en manos judías ?
Me estremecí . Aquella fascinante historia , así como la identidad de los pilotos norteamericanos  que la hicieron posible  , podían interesar - ¡ y de qué forma ! - a los servicios secretos de Israel , tan compenetrados con la Agencia Central de Inteligencia norteamericana ( CIA )
Durante largo rato , con la mente cuarteada por la preocupación , paseé arriba y abajo de la habitación , luchando por dirimir el problema . Era obvio que , en cualquier registro , aquellos paneles atraerían el interés de losa militares o de los servicios de Información israelíes . Había que encontrar una fórmula , un camino , algo que actuara de pantalla , desviando la atención de los << buitres >> .
Y con evidente desatino , apoyaándome en la cita del museo de la Medicina Antigua de Israel , fui gestando un plan << de ataque y defensa >> , tan desabrido como gravemente peligroso .
Esa misma noche , antes de caer rendido , despues de una exhaustiva revisión de la impedimenta , llegué a la conclusión de que sólo había un medio para disfrazar - en la medida de lo posible - aquel ingente material escrito . Su ejecución quedó `pospuesta para la siguiente jornada .
La calle Straus , sede del museo de la Medicina Antigua de Israel , desemboca en la via Hanevi¨im , a poco de veinte o treinta minutos  - a pie - del Moriah . La mañana tibia y azul , invitaba a pasear . Así que , cargado de ilusiones y proyectos , tras un sólido desayuno , me encaminé al lugar de la reunión . En el hotel , la sombra del sabbath había relajado el frenético ir y venir de los turistas  . Por más que curioseé , no tube suerte . El << cara de luna >> y su << amigo >> , el del cabello hirsuto como un césped recién cortado , no se hallaban en el vestíbulo . Al menos no supe localizarlos  .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del Autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 112

Lo sabía . Sin abrirlo , yo conocía la naturaleza del legado del mayor . ¿ O fue mi febril deseo el que obró el milagro ?
Al fin , saboreando cada movimiento , elegí uno de los paquetes . Rasgué la costura  y , con la delicadeza con que se desnuda a un bebé , retiré la coraza de estopa .
<< ¡ Bendito seas ! >>
Una etiqueta adhesiva sobresalió al punto sobre una espesa funda de plástico negro . A mano , en rojo , podía leerse un número : << 2 >> Incompresiblemente , olvidé este primer paquete , descosiendo el resto . La estructura que los envolvía  era idéntica : una resistente e impermeable capa - que resultó doble  - de material plástico , refractaria a la luz . Cada envoltorio presentaba también un número : del 1 al 4 .
Me decanté por el primero . ( Era muy capaz de empezar por el último . ) Con las endebles tijerillas del neceser perforé una de las esquinas y rasgué el plástico .
<< ¡ Bendito , bendito seas ! >>
En una reacción difícil de catalogar , salté de la cama , abandonando el el paquete . Me situé frente al ventanal y , levantando las manos hasta tocar el cristal , indagué en el borrascoso cielo de Jerusalén  , llegando , incluso , a abolir las nibes . Mi espíritu e inteligencia viajaron mucho más allá , hasta reunirse con el hombre que había sido capaz de descubrir a un Jesús de Nazaret << nuevo >> , << humano >> , << inconmesurable >>  y << divino >> . Y unas silenciosas y apacibles lágrimas corrieron por mis mejillas .
Aquel envoltorio contenía un apretado mazo de folios , manuscritos , con una lacónica y única frase por encabezamiento :
<< DIARIO DE ... >> ( con el nombre del mayor ).
Los picudos rasgos , en efecto , le delataron . Aquélla era su letra . Y borracho de alegría desvelé los restantes paquetes.
<< ¡ Dios santo ! >>
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 111 )

Posiblemente desconicía mis andanzas . Y con una contagiosa excitación me anunció que , venciendo las reticencias de los expertos en medicina antigua  de Israel , éstos habían claudicado , aceptando una cita  para la mañana siguiente . Tuve que trastear en la memoria . La tensión y sinsabores  de las últimas horas habían  bloqueado mi cerebro , perdiendo la noción de aquella otra actividad << paralela >> .
- Claro ..., sí ..., por descontado ... Mil gracias ... ¿ A qué hora ?... OK ... Tomo nota ... Muy bien ..., allí estaré ..., sí , museo de la Medicina Antigua ...
El asunto , automáticamente archivado y relegado , resicitaría horas más tarde cuando , empeñado en un necio y delicado plan de << distracción >> de la Inteligencia militar , tuve la nefasta idea de adoptarlo como << señuelo >> . ¡ En mala hora !
Lo sabía . La intuición no me defraudó . Al examinar el interior de la bolsa , cuatro gruesos paquetes aparecieron ante mí . Eran sumamente pesados . Medían alrededor de 30 centímetros de longitud por 20 o 25 de anchura y otro tanto de profundidad . Tomé uno , acariciando la basta tela de estopa que , cosida por uno de los laterales , lo envolvía y cerraba herméticamente . El fuego de la curiosidad me hizo sudar.
<< ¡ Dios mío ! >>
Lo deposité sobre la colcha , rescatando el resto . Prácticamente no advertí diferencias sustanciales . Median y pesaban por igual . Y todos , como el primero , se hallaban cubiertos por una arpillera , tipo saco , amarillenta y primorosamente zurcida con un azulado y resistente nilón . Fui alineándolos sobre la cama y , durante cinco o diezminutos  - el tiempo perdió su flecha y medida -, permanecí embelesado , dejando libres recuerdos y sensaciones . Lo confieso : fue una íntima concesión ; como el preludio de un juego amoroso...
<< ¡ Dios mío ! ¡ Gracias ! ¡ Gracias ..., gracias ! >>
¡ Cuán dispares sentimientos pueden acosar a un tiempo ! Gratitud , ansiedad , miedo ...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 110 )

No era saludable tentar la fortuna  . Cerrado el vuelo para el domingo , poco antes de las dos  de la tarde me acomodaba en uno de los transportes públicos con destino a Jerusalén . La aparente frialdad de aquella despedida  me simió en una dolorosa melancolía . ¿ Volvería a verle ? A pesar de las apariencias , siempre seré un sentimental ... Y hablando de << apariencias >> , al descender en la central Bus Statión , en los límites de Yafo , la proximidad de un reducido grupo de franciscanos  me hizo palidecer . Afortunadamente  no se percataron de la presencia de aquel falso << hermano >> de orden , alejándose en uno de los shrouts , o taxis colectivos . Recuperado el resuello , ajusté el ceñidor , recomponiendo los arrugados pliegues del hábito . Hacia las tres de la tarde , aquel << monje >> , inquieto y feliz , se colaba en el parking del Moriah , ante la disciplente mirada del vigilante . Lo primero que reclamó mi atención fue el Mercedes . Mejor dicho , su ausencia . La desaparición del vehículo me inquietó . Abracé la bolsa con pasión , jurándome que , a partir de esos instantes , no cometería una sola locura más . Ni yo mismo me lo creí...
Gina , arta o enfurecida por mi espantada , había volado . Nunca volví a verla . Y dudo en lo más profundo que tenga valor para concertar un segundo encuentro .
Le di dos vueltas a la cerradura y , nervioso , deposité la bolsa sobre la cama  , dedicando un tiempo indefinido al chequeo de la habitación y de mis enseres . Todo seguia en su lugar , intacto y sin viso de haber sido curioseado .. Más sereno , me deshice del sayal . La valija - como un ser vivo - había empezado a << hablar >>  , magnetizándome .
Fue todo un ritual . Aunque herrembroso , el candado se abrió con docilidad . Juguereé  con él entre mis temblorosas manos  , lanzando una lasciva mirada al bulto . A juzgar por el porte , color , resistencia de la lona y por las correas de sujeción , parecía un típico petate , como los utilizados por el ejercito judío .
Y suave , ceremoniosamente , fui desgranando la cremallera .
El inesperado repiqueteo del teléfono hizo brincar mi corazón , propinandome un susto de muerte . Dudé . Pero , acogiéndome  a los todavía calientes y sinceros deseos  de no enredar más la cosa , terminé por descolgar . Era Rachel . Como siempre se mostró encantadora .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 109 )

Mis palabras , atropellándose unas a otras , le hicieron sonreir  . Asintió con la cabeza  , cerrando mis dedos  en torno a la fría  y diminuta llave plateado .
- Esto es ...
Aquellos dos vocablos golpearon la austeridad de la sala . No podía creerlo . No podía ...
Acaricié la tela , sin atreverme a palpar . Una cremallera y un candado , casi de juguete  , cerraban la valija .
Miré a Marcos . Mis ojos , más elocuentes que las escasas y desperdigadas frases que acerté a construir , le gritaron << Gracias >>
Hice ademán de abrirla . Contundente , el guía me detuvo .
- Por favor - rogó con firmeza -. Han sido siete años  de fidelidad  a nuestro común amigo .... Prefiero ignarar el contenido .
Fui yo quien , en esta ocasión , asintió en silencio . Un espiniso bolo cuajó en mi garganta  y todo mi ser fue vapuleado . Mi admiración no tuvo límites .
Ante el mudo franciscano , Marcos me obligó a tomar asiento y , dando un giro de 180 grados a su tono , lanzó algo que me dejó perplejo y que , con el paso del tiempo , terminé por aceptar -
- Y ahora , escúchame bien . Por tu propia seguridad , y por la mía , ¡ yo no sé na-da ! ¡ Na-da !
Su mirada , inexplicablemente encendida , remarcó elénfasis de la palabra << nada >>
- Nunca conocí al mayor . Nunca me dio na-da . Nunca te entregué na-da . Sé que lo entenderas . Si alguien me pregunta , me encogeré de hombros . No puedo negar que te conozco . Pero sólo seras un periodista en busca de emociones  e historias fantásticas . ¿ Comprendido ?
La dureza de las aseveraciones se reflejó en mi rostro . Y mi amigo , peleando consigo mismo , me dio la espalda , yendo a sentarse al otro extremo de la cámara .
Minutos más tarde , envueltos en una silenciosa y embarazosa espera , consultó su reloj , indicando que debíamos actuar . Cruzamos el sector cristiano de la basílica  , accediendo al exterior por la fachada opuesta a la explanada .. Desde allí , por un tortuoso laberinto de callejuelas sin aceras , el guía  y el auténtico franciscano me escoltaron hasta una oficina de viajes . Marcos y yo habíamos convenido que mi partida de Israel debía ser fulminante .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del Utor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 108 )

El resto fue angustioso . Repetí el descenso hasta el sótano , alejándome del hotel por la boca del aparcamiento . El Mercedes continiaba en el mismo lugar . Eran las once y veinte . Quince minutos más tarde - con algún que otro remordimiento de conciencia , todo hay que decirlo - embarcaba en el bus 22 , el la puerta de Jaffa , con destino a Belén .
En aquellos once o doce kilómetros de viaje - como justo castigo a mi perversidad - otra duda se desató en mi corazón : ¿ y si las relaciones públicas husmeaba en mis papeles ? . El recuerdo del cuaderno de << campo >> sobre el escritorio me descompuso .
A las doce y media , con algo de retraso , irrumpia en la basílica de la Natividad . Marcos y un franciscano amigo suyo , cuya identidad debe quedar oculta , me aguardaban en un pequeño recibidor . Solicité perdón y una tregua . Necesitaba oxígeno .
El buen guía me recibió con la mejor de sus sonrisas  . Me preguntó si todo había ido bien y , sin más preánbulos , señaló una de las sillas .
- No hay tiempo que perder - ordenó .
Obedecí . Y tomando las ropas que descansaban sobre el asiento , las levanté a la altura de la cara , sin poder reprimir una risa nerviosa . El fraile , disculpando mi torpeza , se apresuró a ayudarme  . Eché de menos un espejo .
- perfecto - sentenciaron al unísono .
- ¿ Seguro que resultará ?
Marcos me miró fijamente , tratando de infundirme ánimos .
- ¡ Resultará  ! Ahora conviene esperar - dudó -, al menos una hora ...
Resignado , agradecí su paciencia y dedicación . En esos momentos , embebido en la contemplación del hábito franciscano que me cubría y que formaba parte del plan , no presté atención a lo que , desde el principio , ocupando buena parte de la mesa del recibidor , presidía la estancia . Fue el árabe cristiano quien me arrastró hasta la abultada bolsa marrón oscura . Una vez frente a ella , abrió la palma de su mano derecha  y , radiante , dejó caer una llave . Tardé en comprender .
- Promesa cumplida - balbuceó con un hilo de voz -,
Que Dios ( el de todos ) te bendiga ...
Le miré de hito en hito.
- Entonces ..., esto...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez

sábado, 24 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel - ( 107 )

Sea como fuere  , lo bueno y provechoso  es que , a la hora pactada , me reunía con una de las relaciones  públicas  de la Universidad Hebrea - Gina S. -, de acuerdo con lo prometido al Instituto de Relaciones Culturales . Tal y como le detallé a Marcos , convenía seguir dando una de cal y otra de arena  ... La joven judía me introdujo en la Academia Rubin de Música , ayudándome a localizar una peregrina  serie de libros  sobre instrumentos bíblicos musicales . Satisfecha mi curiosidad le rogué  que me acompañara  al Moriah . Y a las once horas , tomándola por el brazo , irrumpimos en el hotel . El trasiego de turistas no me permitió explorar el vestíbulo con precisión . Si la Inteligencia militar se hallaba en el lugar , nunca lo supe . Recibí la llave y , sin soltar a Gina  , la convencí para que subiera . No recuerdo muy bien la excusa , pero creo que le hablé de un libro hebreo , escrito por el gran especialista en el mar de Tiberíades , Mendel Nun , que yo había comprado días antes y sobre el que precisaba cierta información . La noble y complaciente mujer se brindó encantada . Pero antes de tomar el ascensor  , rizando el rizo , solté su brazo y , regresando hasta el mostrador  de conserjería  , me interesé por la fórmula más rápida para hacer llegar a la habitación una botella de champaña y dos copas . El comentario , en un tono de voz más elevado de lo habitual , surtió efecto . Varios de los recepcionistas , al oírme , fijaron sus miradas , alternativamente , en mi acompañamte y en un servidor . Las sonrisitas que dejé a mi espalda fueron la guinda de la estratagema .
Una vez en la habitación , me liberé de la chaqueta e , invitándola a tomar asiento , puse en sus manos el referido volumen de Nun : Sea of Kinnereth .Le pedí que lo hojeara , aclarándole que necesitaba una traducción de la bibliografía . La verdad es que ni siquiera sabía si el libro aportaba relación bibliográfica alguna . Gina , creo que algo decepcionada , puso manos a la obra , al tiempo que cruzaba sus piernas provocativamente . No sé qué pudo pensar . Quizá que le había tocado en suerte un tímido o un excéntrico.En parte , acertó . Simulé que buscaba algo . Me hice con la documentación , las tarjetas de crédito y algunos dólares  y , con el manido pretexto de bajar a comprar cigarrillos , desaparecí de su atónita mirada.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez