domingo, 31 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 80)

Los jueces habían ocupado los mismos puestos y el Nazareno , escoltado por el soldado romano y otros dos sirvientes , trataba de mantenerse en pie frente al semicirculo . Su aspecto , a pesar del rápido lavado de su rostro , era tan lamentable  que aquella treintena de judíos no pudo reprimir la sorpresa . Durante algunos minutos intercambiaron algunas sarcásticas miradas , imaginando el suplicio a que había sido sometido el impostor y regocijándose , supongo , por el súbito cambio de aquel majestuoso y sereno rostro .
Juan , Que se había unido a mí , no acertaba a pronunciar palabra alguna . Sus ojos , espantados , miraban y remiraban el semblante de su Maestro , sin poder car crédito a lo que , desgraciadamente , sólo era el principio del fin ...
Cuando los escribas judiciales tomaron asiento en sus puestos , Anás hizo uso de la palabra  y señalando un pergamino que sostenía su yerno entre las manos incidió nuevamente en la idea que ya había expuesto en la primera parte de aquella reunión . Para el ex sumo sacerdote  , la acusación de blasfemia  carecía de fuerza , al menos de cara al gobernador romano . E insistió en la necesidad de redactar una serie de alegaciones que comprometiera al rabí de galilea con la justicia que representaba Pilato .
Al escuchar al suegro de Caifás imaginé que aquel rollo al que había hecho alusión debía contener la sentencia definitiva contra Jesús . Y , sin poder reprimir la curiosidad , le pregunté a Juan qué era lo que había sucedido en la deliberación de los jueces .
El cada vez más desmoralizado discipulo ni siquiera me escuchó . Tuve que zarandearle ligeramente para que , al fin , atendiera mi pregunta . Y con los ojos húmedos me explicó que , durante la improvisada reunión de los saduceos y fariseos en el patio central del edificio , << aquellos indignos sacerdotes sólo habían llegado a un acuerdo : ejecutar a Jesús >>.
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 79 )

En mi opinión  , y despues de aquella exploración  , los trece huesos de la cara de Jesús  parecían intactos  . Insisto , sin embargo , en mis serias dudas sobre la pareja  de nasales  . Dada la violencia  del golpe  , cabía la posibilidad de que hubieran sido dañados . ( Entiendo , además ,  que la famosa profecía  en la que se recoge  que << ninguno de los huesos del Mesías sería fracturado >> bien pudo referirse  a los huesos largos . ) Hubo un especial detalle que , con la debida reserva  , me inclino a creer desde el primer momento que dichos huesecillos nasales podían hallarse hundidos .
A lo largo de esta segunda limpieza, y cuando toqué  la inflamada masa muscular de la nariz ( << piramidal >> y << transverso >> fundamentelmente ), al palpar el área del cartílago nasal , el rabí retrocedió levemente . A pesar de mi extrema suavidad , el simple roce del tejido con aquel punto de su nariz multiplicó su dolor.
En ese momento , el gigante - que seguía silencioso - entreabrió como pudo sus ojos , fijando su mirada en mi . Traté de sonreírle y creo que lo conseguí . Era cuanto podía darle . Jesús captó mi pobre pero sincera  muestra de amistadn y sus labios se extremecieron . Y , de pronto , ante mi desconsuelo , una lágrima resbaló por su ojo izquierdo , hundiéndome aún más en la impotencia ....
El sicario que había advertido a los verdugos volvió a asomarse a la puerta y , con un gesto de impaciencia , se habrió paso hasta el reo . Y tomándole por uno de los brazos le empujó hacia la salida .
El Maestro , con paso vacilante , entró de nuevo en la sala del Sanedrín . La falta de sueño , el dolor y el cansancio después de aquella paliza habían empezado a hacer mella en su organismo .
Fui el último en abandonar aquel trágico lugar . Intencionadamente esperé a que hubiera salido el último de los levitas para , agachándome , recoger el mechón de pelo que uno de los policías había arrancado involuntariamente del cráneo de Jesús . Lo oculté en mi bolsa junto al jirón ensangrentado de mi túnica y me apresuré a reincorporarme al Consejo del Sanedrín.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 78 )

Tomé , pues , el pico del tosco manto y con toda la delicadeza de que fui capaz , comencé a limpiar los grumos  de sangre que se habían adherido al pómulo y mejilla izquierdos . Las hemorragias , tanto la producida por la rotura  de la ceja izquierda como la nasal , habían sido espectaculares , aunque tuve la impresión de que la pérdida de sangre no era importante . A juzgar por los reguerillos  , plastones y sangre  acumulada en barba , manto y túnica , no creo que fuera superior a los 200 o 300 centímetros cúbicos .
Pude deducir igualmente que la capacidad de coagulación de la sangre de Cristo era normal . Tanto la brecha de la ceja como los cortes de los labios y los dos riachuelos que nacían en los orificios de la nariz habían coagulado muy rapidamente .
Cuando aquella mitad del rostro quedó prudentemente limpia me deshice del manto y , antes de que los domésticos de Caifás pudieran reaccionar , introduje mis dedos en el desgarrón que había ocasionado la daga del bandido que había tratado de asaltarme en la noche del pasado jueves y , con dos fuertes tirones  , conseguí un reducido trozo de mi túnica . Lo introduje en la boca del Cántaro , humedeciéndolo cuanto me fue posible . Y acto seguido regresé a la pared sobre la que seguía apoyado Jesús , pasando el suave lienzo color hueso sobre la deformada nariz , labios , cejas y párpados .
Altentar la hinchazón del pómulo derecho deduje que el bastonazo habia interesado una amplia área del hueso malar , alcanzando parte de ese ojo derecho . Si aquel hematoma seguía prosperando , lo más probable es que el Nazareno terminase por experimentar serias dificultades a la hora de mantener abierto dicho ojo .
En cuanto a la nariz , la lógica imposibilidad de no poder practicar una radiografía me dejó con la duda de si aquel impacto había fracturado los huesecillos << propios >> o nasales  . Estos dos huesos  , como saben todos los médicos  , son frágiles , pudiendo ser hundidos con un puñetazo.
Autor J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 77 )

Cuando aquellos salvajes retiraron el manto de la cabeza del Maestro la sangre se me heló  en las venas . De no haber sabido previamente que aquel era Jesús  , creo que no hubiera podido reconocerle . El bastonazo - supongo que el primero -, y a pesar de que el tejido habia amortiguado el golpe , había caído sobre el pómulo derecho y aparte de la nariz , provocando la hinchazón de ambas zonas . Este garrotazo o quizás los restantes puñetazós y bofetadas habían ocasionado una aparatosa hemorragia nasal . Los regueros de sangre  , ya reseca , salían de ambas fosas , corriendo sobre los labios y empapando el bigote y la barba .
Los hematomas en ambos ojos eran tan acusados que el rabí apenas si podía abrirlos .
Aquel rostro roto , inflamado y con la mitad izquierda ensangrentada , dejó sin habla a algunos de los criados y sicarios del Sanedrín . Evidentemente , el castigo había sidobrutal . Y ante mi sorpresa , varios  de los levitas , nerviosos  , empezaron a discutir  sobre la conveniencia  de lavar y adecentar un poco la faz del Maestro . No por misericordia  , por supuesto , sino por temor  a posibles represalias o recriminaciones de los jueces  y , quizá  , de los seguidores del Nazareno . Y , al fin , uno de los sirvientes  apuró el agua de la cántara , empapando un extremo del ropón o manto con el que le habían cubierto .
En un arranque que nunca he logrado explicarme satisfactoriamente , me adelanté hacia el policía , identificándome  como médico y rogándole que me permitiera  proceder al lavado del rostro del Galileo y , de paso - les dije -, examinar las posibles fracturas .
Los policías accedieron un tanto aliviados  , pero sugirieron que fuera diligente  con el << arreglo >> . El Consejo esperaba .
Obviamente , dentro de los planes de Caballo de Troya no se contemplaba la posibilidad de que yo << reparase >> , ni mucho menos , las heridas que pudiera sufrir Jesús de Nazaret . Tal y como ya he citado , ello estaba rigurosamente prohibido . Sin embargo , y puesto que los levitas se disponian a asear la machacada faz del prisionero , consideré  que aquélla era una irrepetible ocasión de comprobar de cerca y personalmente los daños exteriores y visibles más graves . Sin embargo , y a pesar de esta justificación , también hubo << algo >> interno que me empujó a tomar semejante decisión ...
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 76 )

Instintivamente , el Nazareno comenzó a inspirar profundamente . Poco a poco fue recuperándose , aunque su rostro no guardaba semejanza alguna con aquel semblante  majestuoso y sereno que presentaba al entrar en la sede del Sanedrín .
La sangre había empezado a gotear desde su barba , manchando el manto y parte de la túnica .
Los secuaces de Caifás , algo más apaciguados  , se aislaron en uno de los ángulos de la estancia  , iniciando otro cambio de impresiones . Y al poco , el que se había  desembarazado de su ropón , lo recogió del suelo , lanzándolo sobre la cabeza del rabí . Una vez cubierto , otro de los levitas se aproximó a Jesús , gritándole entre fuertes risotadas :
- ¡ Profetiza , liberador ...! Dinos , ¿ quién te ha pegado ?
Y blandiendo un bastón de unos cuatro centímetros de diámetro con la mano izquierda descargó un porrazo seco y aterrador sobre el rostro del silencioso Maestro . Éste retrocedió unos pasos como consecuencia del golpe  , pero , antes de que pudiera desplomarse  , otro de los criados lo abrazó por la espalda , sosteniéndole .
Las carcajadas se contagiaron rápidamente y , uno tras otro , aquella chusma fue participando en aquel juego despiadado .
Las bofetadas y bastonazos se sucedieron durante los últimos diez minutos  . Y a cada golpe , el agresor entonaba la misma y cínica pregunta :
- ¡ Profetiza ....! ¿ Quién te ha pegado ....? ¡ Proferiza , bastardo !
Hacia las siete de la mañana , cuando el Nazareno , encorvado y apoyado contra uno de los muros , parecía a punto de desfallecer , entraron en la estancia varios levitas , ordenando a sus colegas que trasladasen al detenido ante el Consejo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 75 )

Sin aberlo , aquellas bestias humanas habían aliviado - ¡ y de que forma ! - el castigado organismo del prisionero . ( A raíz del estrés registrado en el huerto de Getsemaní , el Maestro de Galilea había empezado a experimentar un grave y determinante proceso de deshidratación , que se vería sensiblemente incrementado después de los azotes .)
El doméstico que sostenía el recipiente de barro se echó a un lado y , mientras el levita seguía tirando del pelo del reo , otro de los esbirros levantó su pierna izquierda , lanzando un puntapié contra el bajo vientre del indefenso prisionero .
Fue una de las pocas veces que escuché un gemido en boca de Jesús . El dolor tuvo que ser tan lacerante que , a pesar de hallarse dobledo hacia atrás , el tronco y la cabeza del Galileo se enderezaron en un movimiento reflejo, al tiempo que sus rodillas se doblaban . Y en décimas de segundo , el Cristo cayó sobre el piso , golpeandose el rostro contra las losas .
- ¡ Estúpidos  ! - intervino el soldado , acudiendo en socorro del inmovil cuerpo del preso - . ¿ Es que pretendéis acabar con él ...?
El policía que había estado tirando de sus cabellos solto el mechón de pelo que había quedado entre sus dedos y arrebatándole el cántaro a su compinche arrjó parte del contenido sobre la nuca del Nazareno.
Sinceramente , y puesto que Jesús había caido de bruces , no pude comprobar si - como me temía  - había perdido el conocimiento . Al seguir con las muñecas atadas a la espalda  , tuvieron que ser los criados y levitas quienes  , ayudados por el centinela romano , le incorporasen . Cuando , al fin , acerté a ver su rostro un escalofrío me recorrió el vientre  : Jesús había palidecido  en extremo y una de sus cejas ( la izquierda ) se había abierto , posiblemente como consecuencia  del encontronazo con el suelo. Su nariz , aunque con algunos hematomas , no parecía  gravemente lastimada por la caída . Ello me hizo pensar que el Maestro aún se hallaba consciente en el instante del choque con el pavimento , pudiendo , quizá , << amortiguar >> el violento impacto con un giro de la cabeza . La sangre , sin embargo , había empezado a manar en abundancia , cubriendo en seguida la mitad izquierda de la cara .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

sábado, 30 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 74 )

A pesar del resentimiento que había empezado a quemar mis entrañas  , no pude hacer otra cosa que observar y tratar de no alterar los acontecimientos  , tal y como marcaba el código de Caballo de Troya ...
Y desde ese instante , una lluvia de puñetazos y bofetadas empezó a caer sobre el cuerpo del Maestro.
De vez en cuando , entre golpe y golpe , algunos de los levitas volvían a interrogarle ..
- ¡ Responde ...! ¿ Cuántos sois ...? ¿ Cómo se llaman tus seguidores ....? ¿ Quién a tomado el mando ....?
 Jesús , con los labios rotos por los impactos , no cedía . Algunos de los puñetazos habían ido a estrellarse contra sus ojos , provocando una lenta pero alarmante hinchazón.
En medio de aquella iniquidad quedé maravillado una vez más ante la serenidad y fortaleza física de aquel galileo . Muchos de aquellos golpes , lanzados con frialdad sobre puntos tan delicados y vulnerables como ojos , labios , oídos , riñones y estómago , hubieran tumbado a un hombre normal . Sin embargo el nazareno - aunque llegó a tambalearse en varias ocasiones - no dejó escapar un solo lamento , consevando siempre el equilibrio .
El hermético silencio del reo fue avivando el furor de los levitas , que arreciaron en sus agresiones .
Sudorosos , jadeantes y arrastrados por el paroxismo , aquellos energúmenos  , no satisfechos con el violento castigo que estaban infligiéndole , fueron en busca de una cántara de agua , sometiendo a Jesús a uno de los suplicios más angustiosos que haya podido inventar el ser humano .
Uno de los sicarios se situó a espaldas del Galileo , tirando violentamente de sus cabellos . Automáticamente , el fornido cuerpo se dobló hacia atras . Y un segundo policía procedió a abrir los labios de Jesús mientras un tercero , que cargaba el cántaro , comenzaba a vaciar el agua en la boca del Nazareno . El liquido fue penetrando a borbotones durante varios e interminables segundos , hasta que , finalmente , el rabí se vio atacado por un seco e intenso golpe de tos que puso final a la tortura
Autor :J.J.Benitez
Unabrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 73 )

En ese momento empecé a intuir en qué podía haber consistido aquella orden que acababan de recibir los policías y servidores del Sanadrín . Si no recordaba mal , Anás le había formunado esa misma pregunta . Era más que probable que el Consejo de los saduceos , escribas y fariseos , que se había tomado un receso en el juicio , hubiera decretado que los guardianes del Maestro trataran de aprovechar aquellos minutos para seguir interrogando y sonsacando al impostor .
- ... Conocemos a Judas - añadió el lacayo con una sonrisa que me hizo temer lo peor -, también a Simón , el Zelota y a ese Juan Zebedeo ... Pero , ¿Quienes son los demás ... ? ¡ Contesta !
El Galileo no parpadeó . Su cara , fija en las losas grises  del pavimento , estaba ausente .
- ... Así que te niegas a responder .
Y el criado le dio la espalda , avanzando un corto paso . Pero instantaneamente  , se volvió , abofeteándole  con la izquierda . El golpe fue tan duro como inesperado . Y el cuerpo entero de Jesús se tambaleó .
Los restos de los esputos de la mejilla derecha del rabí quedaron adheridos a la palma de la mano del esbirro quien , con una mueca de repugnancia  , sacudió sus dedos una y otra vez , tratando de liberarse de aquellas  inmundicias  . Finalmente aproximó su mano al manto del Nazareno , restregándola sobre la tela .
Cuando el soldado intentó cortar aquel súbito y salvaje  ataque , uno de los guardianes del Templo le tomó por el hombro y , apartándole del rabí , le entregó una pequeña bolsa de cuero , susurrándole que no interviniese y que repartiese aquellas monedas conmigo . El soborno volvió sordo y mudo al mercenario , quien , a partir de ese momento , no se movió ya de uno de los ángulos de la sala. Su satisfacción creció cuando me negué a aceptar mi parte .

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 72 )

Los criados y levitas formaron un corrillo , dialogando en voz baja y dirigiendo continuas ojeadas al preso . Algo tramaban...
En esos críticos momentos , Jesús volvió a levantar el rostro , buscando con la mirada . Al fin , se detuvo en Juan , que seguía muy cerca de la puerta . Y sin pronunciar  una sola palabra le hizo un gesto con la cabeza , ordenándole  que saliera de la habitación . Aquella fue tajante . Pero el discípulo dudó , respondiéndole con una negativa . El Maestro , por segunda  y última vez , echó su cabeza hacia la derecha , incicándole  la puerta . En los ojos del Nazareno había una fuerza y una seguridad tales que , al final , Juan terminó por ceder , saliendo del lugar.
El infante , testigo , como yo , de la silenciosa orden del reo , me interrogó con la mirada . Pero sólo pude encogerme de hombros . En ese instante no podía entender por qué Jesús de Nazaret había obligadoa su inseparable amigo a que nos abandonase . Lamentablemente , no tardaría en averiguarlo ...
Una vez que Juan hubo salido , el Maestro se limitó a observarme durante escasos segundos . En aquellos ojos , semientornados como consecuencia de los salibazos - ya resecos -, adiviné una mezcla de infinita tristeza y resignación . A continuación , el gigante bajó nuevamente la cabeza , hundiéndose en sus pensamientos .
Aquella tensa calma  no tardó en estallar . El grupo de asesinos a sueldo fue rodeando al Maestro . Los de las hachas se situaron uno a cada lado de Jesús y , sin previo aviso , el criado que había recibido la misteriosa orden se deshizo de su manto , arrojándolo a un extremo de la cámara . A continuación , situandose a cuatro dedos del pecho del rabí , levantó sus ojos y comenzó a interrogarle :
- Dí , << príncipe de Belcebú >> ... ¿ Cómo se llaman tus cómplices ?
Pero jesús no levantó siquiera el rostro .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 71 )

Precisamente al conocer con exactitud lo sucedido aquella mañana  en una de las camaras del Sanedrín , uno puede llegar a intuir que aquél fue , quizá , el momento más amargo y humillante de toda la pasión . Mucho más , por supuesto , que la flagelación o que la terrorífica escena del enclavamiento ... Entiendo que , para cualquier  persona normal - y mucho más , lógicamente , si ese hombre << es >> la propia Divinidad -, los ultrajes y ataques  a su dignidad pueden resultar más dolorosos  que los golpes o torturas propiamente dichos . Y esto fue lo que aconteció , mientras los jueces deliberaban en el jardín central del edificio .
Sin dudarlo un instante me fui detras del soldado que custodiaba a Jesús  , mientras Juan , muy afectado por aquella repulsiba deshonra  de la persona de su Maestro , salía al exterior  , tratando de respirar aire puro y de recuperarse física y emocionalmente .
Pero , a los pocos minutos , lo vi entrar en la sala  donde los levitas habían conducido a Jesús . Nos encontrábamos  en un cubículo de reducidas dimensiones , totalmente vacío , desnudo de muebles y sin ventilación alguna . Dos de los domésticos del Sanedrín sostenían sendas antorchas  que , juntamente con tres pequeñas lucernas de aceite colgadas en los muros de ladrillo , iluminaban el rectángulo con una luz rojiza y fantasmagórica .
El Nazareno fue situado en el centro del húmedo y maloliente aposento , mientras los policías y criados del Templo - una docena , más o menos - tomaban posiciones , bien recostándose sobre las paredes o sentándose en el duro suelo .
Mi primera impresión , al comprobar el silencio y total indiferencia de aquellos individuos , fue relativamente tranquilizadora . Estaba claro que los sicarios de Caifás habían recibido órdenes de custodiar al reo y esperar la reanudación del proceso . Pero , cuando apenas habían transcurridos un par de minutos  , uno de los levitas que habia acompañado al Consejo se asomó a la puerta , llamando por señas  a uno de los que portaban una tea . Despues de un breve cuchicheo , el recién llegado desapareció y el de la antorcha  dio unos pasos hacia sus compañeros de habitación , transmitiendoles la orden que , sin duda , acababa de traer aquel policía .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de TRoya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 70 )

De esta forma , en mitad de una gran confusión , se dio por concluida la primera parte de aquel << juicio >> . Eran las seis y media de la madrugada ...
Aquel alto en el proceso judío de Jesús de Nazaret iba a ser en relidad una nueva y grotezca caricatura de lo que debería haber ocurrido en un juicio objetivo . Las normas hebreas - como iré desmenuzando al final de esta doble comparecencia del rabí de Galilea ante el irregular  Consejo del Sanedrín - eran muy estrictas en todo lo relativo a causas de << sangre >> . En su << orden cuarto >> la Misná israelita establece con gran rigor y meticulosidad que , << si el reo es encontrado inocente , es despedido . En caso contrario , los jueces aplazan la sentencia para el día siguiente ...>>.
Pues bien , esta importantísima prescripción jurídica no sólo no fue tenida en cuenta por aquellos treinta secuaces del sumo sacerdote , sino que , además , resultó vilmente manipulada .
De mutuo acuerdo , Caifás y sus partidarios se retiraron de la sala del tribunal , reduciendo las 24 obligadas  horas de reflexión y ayuno previas a la emisión definitiva de la sentencia , a 30 escasos minutos . Una media hora que , en mi opinión , alcanzó una de las más altas cotas de salvajismo a que pueda llegar un grupo humano ...
Es posible que por ignorancia  , o por respeto , los evangelistas no nos digan prácticamente nada de lo que padeció el Maestro en aquellos momentos y en aquel lugar . Personalmente me inclino por la primera razón : la falta de información . Como detallaré de inmediato , Juan no pudo estar presente en aquella espeluznante media hora .  Los escritores sagrados hacen algunas alusiones - siempre muy superficiales y como no queriendo entrar en detalles - sobre una bofetada , algunos salivazos y golpes propinados por los siervos del Sanedrín...
Creo , honestamente , que los evangelistas - quizá en un afán de no mortificar a sus lectores con los sufrimientos del Cristo - hicieron un flaco servicio a la Verdad no exponiendo con mayor minuciosidad ese amargo trance del Nazareno .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

¡¡¡ Unos abuelos felices !!!

En el día de hoy somos nuevamente abuelos de un niño precioso . Así que hoy será un día especial.
Antonio Martinez y familia

Caballo de TRoya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 69 )

El suegro del sumo sacerdote , que fue el único que permaneció sentado y en silencio , solicitó calma . Y cuando el último de los sanedritas había obedecido la orden de Anás  , éste se dirigió al alterado Consejo sugeriendo que se buscaran nuevas acusaciones . Especialmente , cargos  que pudieran comprometer al Nazareno  frente a las autoridades  romanas .Con una inteligencia mucho más sutil que la del resto de los allí congregados , el veterano ex sumo sacerdote les dio a entender que aquellas alegaciones podían no satisfacer a Poncio Pilato .
Pero los sacerdotes , con Caifás  a la cabeza  , se opusieron  rotundamente . Y durante un buen rato , los jefes del Templo , escribas y fariseos discutieron acaloradamente , pisándose las palabras unos a otros . De aquella agria polémica  deduje  que los archiereis - tal y como ya había demostrado Caifás - no deseaban demorar el proceso por dos razones básicas :
Primera : , porque era el día de la preparación de la pascua y , según la ley , todos los trabajos debían concluir  antes del mediodía .
Segunda , porque el temor general apuntaba hacia la posibilidad de que el gobernador dejara Jerusalén , regresando a su base : Cesarea .
Este último extremo pesó mucho más que el primero . Si Poncio dejaba la ciudad santa , las maniobras del Sanedrín habrían resultados esteriles .
Anás no pudo controlar la situación y los jueces , imitando al sumo sacerdote , se levantaron , abandonando la sala . Pero antes , uno tras otro , pasaron por delante del Maestro , escupiéndole en el rostro . Si no recuerdo mal , fueron treinta salivazós . Mejor dicho , esputos y salivazos , quizá a partes iguales .
Cuando el Maestro pasó a nuestro lado , camino de la estancia donde iba a tener lugar una de las más salvajes y denigrantes afrentas de aquella jornada , el discípulo volvió su cara , impresionado por las repugnantes expectoraciones que ocultaban casi el rostro y barba del dócil Jesus . Juan fue presa de una serie de fuertes arcadas , terminando por vomitar en uno de los rincones de la sala Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

viernes, 29 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 68 )

La sagrada ornamentación del sumo sacerdotecayó sobre el piso , con un casi imperceptible chasquido de las agujas de marfil al estrellarse contra el enlosado .
Y Caifás , fuera de sí , exclamó con voz quebrada por la congestión , al tiempo que una involuntaria << lluvia >> de gotitas de saliva saltaba por los aires:
- ¿  Qué necesidad tenemos de testigos ...? ¡ Ya han oído la blasfemia de este hombre ....! ¿ Qué creen y cómo hemos de proceder con este violador ?
La treintena de saduceos , fariseos y escribas se puso de pie como un solo hombre , vociferando a coro :
- ¡ Merece la muerte ....! ¡ Crucifixión ....! ¡ Crucifixión ! 
La acelerada palpitación de las arterias del cuello de Caifás demostraban muy a las claras que su organismo estaba experimentando una importante descarga de adrenalina . Y con la misma furia con que había desgarrado parte de sus vestiduras volvió a encararse con el Maestro , lanzando un violento revés a la mejilla izquierda de Jesús . Los sellos de la mano izquierda del sumo sacerdote  ( llegué a identificar una piedra de jaspe , un sardio y una cornerina  ) hirieron el pómulo y dos finísimos reguerillos de sangre se abrieron paso hacia la barba .
Pero el Galileo no dejó escapar un solo lamento . Bajó los ojos y ya no volvería a levantarlos hasta que la policía del Templo le condujo a la sala donde había visto congregados a los testigos .
El yerno de Anás se retiró a su puesto , mientras el coro de jueces seguía vociferando : << ¡ Muerte ....!  ¡ Muerte ....! >>
Juan se aferró a mi brazo , mordiendo el manto en un ataque de impotencia y desesperación . Pero nadie , ni siquiera el soldado romano , movió un solo dedo en defensa de Jesús .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 67 )

<< ... El acusado desvía peligrosamente a las gentes del pueblo y , además les enseña .
<< ... El acusado es un revolucionario fanático que aconseja la violencia  contra el Templo sagrado y , además , puede destruirlo .
>> .... El acusado enseña y practica la magia y la astrología ( La astrología estaba entonces severamente penada . Rops asegura que era una << ciencia funesta >> que engendraba totas las maldades . Nota de J.J.Benitez ) . La prueba de que prometa edificar un nuevo Sanuario en tres días y sin ayuda de las manos es concluyente .>>
Juan , estupefacto , me hizo ver algo que estaba claro como la luz : la redacción de semejantes acusaciones tenía que haber sido hecha de mutuo acuerdo con los falsos testigos .
Pero las indignidades de aquel consejo no habían hecho más que empezar.
Anás volvió a enrollar el pergamino y aguardó , en pie , la respuesta del reo , Sin embargo , Jesús no movió un sólo músculo.
El anciano , visiblemente contrariado , se dejó caer sobre el banco , y aquel denso y amenazante silencio inundó de nuevo la cámara .
En un acceso de ira , Caifas saltó de su puesto y llegando frente al maestro le conminó con el dedo , gritándole :
- En nombre de Dios vivo , ¡ bendito sea ! , te ordeno que me digas si eres el liberador , el Hijo de Dios .... ¡ bendito sea su nombre !
Esta vez , Jesús , bajando sus ojos hacia el menguado y colérico sumo sacerdote , sí dejó su potente voz :
- Lo soy .... Y pronto iré junto a mi Padre . En breve , el Hijo del Hombre será revestido de poder y reinará de nuevo sobre los ejércitos celestiales .
Las palabras del Nazareno , rotundas , retumbaron en la sala como un mazazo . Caifás retrocedió dos pasos . Tenía la boca abierta y temblorosa y sus ojos aparecían inyectados de sangre , al igual que su cuello y cara . Sin dejar de mirar a Jesús echó mano de las cinco hazalejas que rodeaban su pecho y , con un tirón , hizo saltar los pasadores que sujetaban dichas bandas por la espalda .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 66 )

Caifás levantó sus brazos  pidiendo calma , mientras una cínica sonrisa se dibujaba en su rostro . Y el silencio se restableció poco apoco . En esos momentos , Anás hizo una señal a su yerno . Éste se inclinó y el ex sumo sacerdote le comentó algo al oído . Al terminar , ambos tenían los ojos fijos en Jesús . Éste seguía impertubable . Ninguna de las alegaciones  había logrado alterar su ánimo .
- ¿ No contestas a ninguna de las acusaciones  ? - le gritó de pronto Caifás  , con aquella voz chillona y desagradable .
Los jueces , testigos , levitas y el resto de los asistentes , incluido Judas , esperaron la respuesta del Galileo . Fue  inútil . El Maestro , con los ojos puestos en Caifás , no despegó sus labios .
Aquel silencio del acusado , unido a su gran entereza , hizo enrojecer a Caifás . Sus párpados empezaron a cerrarase y abrirse rítmicamente , presa de un tic nervioso . Es muy posible que el odio de aquel hebreo hacia Jesús de Nazaret alcanzase en aquellos minutos unas cimas extremas . Y estoy casi seguro también que , por encima de las enseñanzas y milagros del Cristo , lo que verdaderamente alimentaba la venganza del sumo sacerdote era el dominio de que hacía constante gala el Maestro . Si Jesús se hubiera humillado o adoptado una postura conciliadora , quizá el simulacro de proceso no hubiera arrastrado tan dolorosas consecuencias para la persona del rabí de Galilea .
Cuando todo parecía indicar que Caifás estaba a punto de estallar , Anás se incorporó . Extrajo un rollo de pergamino del interior de su manga derecha y , mientras procedía a desplegarlo , anunció al tribunal que << aquella amenaza del Galileo de destruir el Templo era razón más que suficiente como para considerar las siguientes acusaciones ...>>
Y con voz premiosa y vacilante , pegando casi el documento a los ojos , dio lectura a los cargos que , obviamente , habían sido fijados antes , incluso , de la sesión del Sanedrín.
Autor J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 65 )

Durante mi estancia en el palacete del ex sumo sacerdote no había tenido oportunidad de conocerle  . Ahora , al verle subir al estrado ayudado por dos de sus siervos  , sentí cierta decepción . El poderoso suegro de Caifás  y padre de la influyente  familia sacerdotal era en relidad un viejo decrépito , muy proximo a los 70 años y aquejado de una avanzada dolencia de Parkinson . Como sâgan o presidente de la cámara de los << ancianos >> ocupó el asiento ubicado a la derecha del sumo sacerdote  en funciones aquel año . Inmediatamente, el resto de los jueces  volvió a acomodarse  y Caifás , con un displicente gesto de sus regordetas manos  , indicó a los testigosque prosiguieran.
A pesar de su más que probable  esclerosis cerebral , Anás o Anano - como lo llama Josefo - conservaba ojos de rapaz nocturna  , grandes y vertiginosos . Nada más sentarse recorrieron la sala , yendo a posarse en los del Maestro . Y el temblor de sus manos acentuó .
Jesús sostuvo su mirada y Anás , indeciso , trató de esconder las apergaminadas manos bajo el ropón púrpura que le cubría . Después , desviando su atención hacia el inquisidor de turno , pareció olvidarse del Galileo .
-.... Este hombre - había empezado a proclamar el testigo  - afirmó que destruiria el Templo y que en tres días edificaría otro , pero sin la ayuda de la mano del hombre .
Los archontes o jefes del Templo habían encontrado , al fin , un argumento condenatorio lo suficientemente sólido . Por supuesto , aquello no era  lo que había dicho Jesús . Además , ni este testigo ni el siguiente , que ratificó cuanto había dicho su compañero , hicieron alusión alguna al decisivo gesto del rabí cuando , al tiempo que pronunciaba aquellas proféticas palabras , señalaba hacia su cuerpo con el dedo .
Si no recuerdo mal , aquél fue el único testimonio en el que dos sujetos lograron ponerse de acuerdo .
Antes de que concluyeran los testigos , el clamor  de los sacerdotes jefes fue general , turbando el orden de la sala con exageradas muestras de desagrado e incredulidad.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 64 )

Varios de los Judíos , acompañaron sus palabras con grandes aspavientos , recordaron al tribunal otro de los << delitos >> de Jesús : << No haber comido el oblegado cordero pascual ...>>
Aquella información sólo podía haber sido suministrada por Judas . El Iscariote  , que había al edificio del Sanedrín mucho antes que nosotros  , permanecía  detrás del grupo de testigos , aunque en ningún momento llegó a testificar . ( Las normas de aquella gente prohibían que un traidor se dirigiera públicamente al Consejo .) La ley mosaica , efectivamente  , establecía que todos los israelitas estaban obligados a comer cordero o cabrito en la fiesta de la Pascua . Sólo años más tarde , después de la destrucción del Templo , la Misná , en su capítulo IV suaviza las normas , diciendo textualmente que << en el lugar donde no sea costumbre comer carne no se coma >> .
Uno de los últimos acusadores llegó a rizar el rizo en aquella sarta de incongruencias y despropósitos . Aludiendo a otra de las leyes judías . llegó a acusar al Nazareno de << homicidio frustado >> . Su endeble e irrisorio argumento se basaba en otra norma  que decretaba la culpablidad de aquel que golpease a su prójimo con una piedra de manera tal que resultase muerto .
El aleccionado testigo expuso entonces el incidente protagonizado por una adultera , salvada del apedreamiento popular cuando Jesús , dirigiéndose a la muchedumbre , invitó a que << aquel que estuviera libre de pecado arrojase la primera piedra >>.
Para el retorcido hebreo , aquel gesto constituía delito , ya que incitaba al asesinato ...
La grotezca escena se vio un tanto distendida cuando , súbitamente  , los 23 jueces  y el resto de los miembros del Sanedrín  se pusieron en pie . En la sala se hizo un espeso silencio y uno de los saduceos  - el que se sentaba a la derecha de Caifás - se retiró de su puesto , cediendo el lugar a un individuo menudo y encorvado que acababa de irrumpir en la sala .
- Es Anás - me susurró Juan .
Autor J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 63 )

Otro de las falsos testigos tomó la palabra y señalando al Galileo recordó a la sala la multiplicación de los panes y los peces .
- ... De acuerdo con nuestras leyes - aseguró -, este hombre es un mago que engaña al pueblo con sus actos . Aquiba dice en nombre de Yehosúa : << Si dos reunen pepinos sirviéndose de la magia  , uno de los colectores no es culpable y el otro si . El que realiza el acto es culpable y el que sólo engaña la vista no es culpable . >> Muchos pudimos ver entonces cómo este enviado del Príncipe de los demonios llevaba a cabo el acto y sus discípulos le secuncaban....
Un murmullo de aprobación se extendió entre los jueces . Pero el Maestro seguía mudo .
- Según el Levítico - argumentó otro de los hebreos - , el reo adquirió impureza por contacto con cadáveres . Y , por si no fuera culpa suficiente , se atrevió a violar la sagrada creencia de la resurrección de los muertos , sacando de la tumba a Lázaro ...
Algunos de los saduceos , cuya filosofía rechazaba de plano la resurrección de los muertos , movieron la cabeza negativamente , sonriendo sin disimulo . Caifas , que pertenecía a esta casta , pasó por alto la impertinencia de los saduceosn . No era aquél el momento de entrar en polémicas con los fariseos , que habían fruncido el ceño con claro disgusto por las irónicas y silenciosas manifestaciones del resto del tribunal . La momentánea tensión entre los jueces se vio disipada cuando aquel testigo desvió su acusación hacia el nuevo << hecho magico >> de haber levantado a Lázaro del sepulcro en un tiempo << inferior al toque del sofar >> . ( Aquel dato me hizo pensar que , puesto que cada uno de estos toques de cuerno de los levitas del Templo nunca se prolongaba más allá de los 15 segundos , la resurrección de Lázaro - desde que Jesús le llamó hasta que aquél volvió a la vida - pudo suceder en un tiempo de 12 a 15 segundos . )
La acusación como casi todas , resultaba pueril y falta de base que el sumo sacerdote  - cada vez más descompuesto - apremió a los siguientes testigos para que continuaran . Pero las siguientes alegaciones no fueron más brillantes....
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 62 )

En los rostros de aquellos individuos - casi todos con edades que oscilaban alrededor de los 60 años - había perplejidad . El porte majestuoso y calmado del Nazareno debió causarles una honda imprensión . Desde el momento en que Jesús fue situado frente a ellos no cesaron en sus cuchicheos .
Pero Caifás parecía tener prisa , y a una orden suya , algunos de los policías invitaron al grupo de judíos que aguardaban en la sala contigua a que se aproximaran al consejo .
Ante la sorpresa primero , y la indignación después , de Juan , aquellos << testigos >> comenzaron a declarar contra las enseñanzas y la persona del Galileo . Sus ataques , tan exaltados como desordenados , se centraron fundamentalmente en las numerosas violaciones del sábado y de las leyes mosaicas que - según ellos - habían cometido Jesús y su << grupo de desharrapados galileos >> . Los perjuros , a todas luces comprados de forma precipitada por el Sanedrín , se contradecían incesantemente , convirtiendo la sesión en una farsa . El desfile de falsos testigos llegó a ser tan lamentable que algunos de los jueces , avergonzados , bajaban la cabeza o se revolvian nerviosos y violentos en sus asientos .
El Maestro , que en esta ocasión sí había levantado su rostro , permanecía impasible , sobresaliendo sobre sus acusadores , no sólo por su talla sino , sobre todo , por su porte majestuoso . Aquel talante sereno , sin la más debil sombra de orgullo o engreimiento , exasperó aún más a Caifás y a sus complices , que no entendían cómo un hombre podía guardar semejanten calma cuando todo apuntaba hacia una posible sentencia de muerte .
-este profanador del sábado  - afirmó uno de los testigos - es reincidente , ya que conta que fue amonestado por los sacerdotes en varias ocasiones  . Por tanto , es reo de exterminio ...
( De acuerdo con la Misná  - capítulo << Sanedrín - Makkot >> -, el que profanaba el sábado con premeditación y de forma reincidente debía ser muerto por lapidación .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

jueves, 28 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 61 )

A decir verdad , aquellos dos escribas fueron lo único legal y correcto en todo aquel simulacro de juicio . ( Uno , según la Misná, se encargaba de ir recogiendo las alegaciones en favor de la absolución del detenido o detenidos , y el segundo escribía las propuestas de condenación . )
Jesús , siempre en compañía del legionario que controlaba la cuerda que amarraba sus muñecas , fue obligado a situarse al pie mismo del entarimado , de cara a los jueces y dando la espalda a las tres filas de bancos .
Juan y yo , en compañía de otros levitas y domésticos del Sanedrín , tomamos posiciones por detras de esas hilerasde asientos y am lam izquierda del Maestro . Al fondo de la sala , a traves de una puerta situada a nuestras espaldas y que permanecía  entreabierta , descubrí un grupo de hebreos . Pero , a juzgar por su indumentaria , no parecían sacerdotes ni miembros del sanedrín . ( La incognita no tardaría en despejarse . )
Desde un primer momento me llamó la atención un personaje que ocupaba el centro de aquel tribunal . Debía rondar los cincuenta años . No era muy alto y en su cuerpo sobraba grasa por todas partes . Su obesidad destacaba especialmente en su cara , redonda y congestionada , y en una gran papada , sobre la que descansaba una barba canosa . La cabeza , sin el turbante que lucían algunos de sus compañeros de banco , estaba rematada por un cabello negro y muy corto , al estilo << juliano >>
Su gran humanidad se veía notablemente multiplicada por unas vestiduras muy distintas a las del resto de los jueces . Mostraba una túnica y unos calzones , todo ello de seda y en una tonalidad leonada . Su pecho aparecía ceñido por cinco bandas o hazalejas , ccada una de un color  : oro , carmesí , grana , cárdeno y leonado .
Aquel individuo era José ben Caifás , sumo sacerdote desde el año 18 , por designación del gobernador romano Valerio Grato , antecesor de Pilato .
A derecha e izquierda del yerno de Anás , como digo , se sentaban otros 22 miembros del Sanedrín , casi todos cubiertos por amplios mantos multicolores . Juan , en voz baja , me fue señalando a los más venenosos  e intrigantes :
Semes , Dothaim , Leví , Gamaliel , Jairo , Neftalí y un tal Alejandro , en su mayoría saduceos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 60 )

Y cuando creía que todo estaba perdido , el soldado , que se hallaba aún a mi lado , cortó el suspense , con una oportunísima respuesta :
- ¡ Alto ...! Este hombre viene conmigo . Como yo , representa al gobernador .
Aquella mentira  - consecuencia del denario de plata que había entregado al legado del suboficial Arsenius  - fue determinante  . Y sin más explicaciones nos dirigimos al centro de la cámara .
Algo más de la mitad de aquella sla ( de unos 10 metros de lado ) se hallaba ocupada por un banco corrido de madera de forma semicircular o de media luna . Este asiento común , sin brazós y dotado de altos respaldos  , minuciosay primorosamente labrados  , había sido dispuesto sobre un entarimado de unos 40centímetros , de tal forma que sus ocupantes pudieran dominar la estancia .
Frente a estos asientos  - cerrando el semicirculo  - observé tres filas de bancos , igualmente de madera , pero sobre el enlosado del piso y , por tanto , en un nivel mucho más bajo .
Cuando entramos , el asiento en forma de media luna estaba ya ocupado por un total de 23 sacerdotes . Otros seis o siete se habían acomodado en la primera de las tres hileras de bancos ya mencionadas . Las otras dos filas permanecían vacías . ( Posteriormente , al contrastar estas informaciones con las del ordenador central de la << cuna >> pude sacar en conclusión que aquella media docena de saduceos y fariseos que se sentaban fuera del semicirculo había obrado así , simplemente porque aquel lugar era la sede del llamado << Sanedrín menor >> , formado única y exclusivamente por 23 miembros . Caifás había logrado reunir a una treintena de << adeptos >>b y , en consecuencia , no todos pudieron tomar asiento en el tribunal oficial . )
Sentados en el filo del entarimado , y frente a cada uno de los dos extremos del semicirculo , se hallaban dos escribas << judiciales >> . Vestían sus tradicionales túnicas de lino blanco , portando en sendas fajas  unas cajitas de madera de las que empezaron a extraer sus útiles de escritorio : plumas de caña y dos reducidos frascos que hacían las veces de titeros . Y preparaban los rollos de cuero .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya : El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 59 )

Durante esta nueva conducción de Jesús  , la posibilidad de que nos dirigieramos  a la tradicional sede del Sanedrín , en el interior del Santuario me hizo temblar . De haber sido así , ni el mercenario romano que custodiaba al Maestro ni yo hubiéramos podido tener acceso al mismo . Afortunadamente  - tal y como había sabido por los textos  del historiador Flavio Josefo -, pocos meses antes de iniciarse el año 30 , las castas sacerdotales  habían << descongestionado >> la célebre  sala de las << piedras talladas >> ( emplazadaen uno de los ángulos  suroccidentales  del atrio de los Sacerdotes  ), trasladando el lugar de reunión del Sanedrín a este edificio de gruesas piedras  grises  y apenas desbastadas . El juicio que Caifás había planeado - como iremos viendo  - no era muy ortodoxo  y , aunque el Consejo Supremo israelita seguía reuniendose  en ocasiones en el Santuario , en esta ocasión - y con gran contento por mi parte  -, el sumo sacerdote y sus correligionarios habían preferido liquidar el asunto en la nueva sede , mucho más discreta que la cámara de las << piedras talladas >>
Los levitas atravesaron un angosto y oscuro pasillo , desembocando en el reducido patio central del bouleyterión o << cuartel general >> del Sanedrín . Desde allí , y sin pérdida de tiempo , penetramos en una sala cuadrada , bastante espaciosa y de alto techo , situada - a juzgar por el camino que habíamos recorrido  - en el ala más occidental del edificio . La escasa claridad que entraba por las troneras obligaba a mantener encendidas las lucernas de aceite
Tal y como me temía , nada más pisar la estancia donde debía celebrarse el << juicio >> contra el Galileo , uno de los criados del sumo sacerdote se interpuso en mi camino , exigiendo que me identificara . Fueron segundos de gran tensión . En mi condición de simple mercader griego , yo no tenía por qué asistir a dicha asamblea . De cara a aquellos hebreos , mi presencia no era justificable  desde ningún punto de vista .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 58 )

Al cabo de este tiempo , Anás regresó a la sala y aproximandose a Jesús reanudó el interrogatorio :
-  ¿ Te consideras el Mesias , el libertador de Israel ?
>> Jesús levantó nuevamente  el rostro y con identica calma le dijo :
>> - Anás me conoces desde mi juventud y sabes que no pretendo ser nada más y nada menos que el delegado de mi Padre . He sido enviado para todos los hombres : tanto gentiles como jidíos .
>> Pero el ex sumo sacerdote no quedó satisfecho y repitió la pregunta :
>> - He oído comentar que pretendes ser el Mesías . ¿ Es cierto ?
>> El Maestro esperó un poco antes de contestar . Por un momento ctrí que no deseaba hablar . Pero ya lo creo que lo hizo . ¡ Y con qué seguridad , Jasón !
- >> - ¡ Tú lo has dicho - le dijo al fin .
>> Entonces fue cuando entraron esos sacerdotes . Venían de parte de Caifás . Y acercandose a Anas le munmuraron algo al oído . No puedo decirte el qué , aunque supongo que tiene mucho quem ver con el Consejo del Sanedrín . Como te decía , no tardaremos en saberlo .
>> El resto ya lo sabes : Anás ordenó que condujeran a Jesús a la presencia de su yerno y abandonamos la casa ...
Poco antes de las seis de la mañana el pelotón que conducía a Jesús se detuvo frente a un caserón muy rústico , situado a escasa distancia del gran rectángulo del Templo . Concretamente , junto a la esquina suroccidental , en una reducida zona ajardinada , perfectamente aislada de aquel sector de la ciudad baja por los arcos de Wilson y Robinson al norte y  sur y por la muralla  meridional y el muro del Templo , al este y oeste , respectivamente .
Unas madrugadoras golondrinas aleteaban juguetonas entre los aleros del segundo piso de auella casona de algo má de 50 metros de largo por unos 34 o 35 de ancho .
Los trinos de estos negros emigrantes  y el sordo y rítmico rugido de la molienda  del grano , levantándose  desde todas las casas de Jerusalén  , fueron los últimos  y agradables  sonidos que escuchamos antes de penetrar en aquelm << antro >> .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 57 )

Cuando me interesé porm la reacción de Jesús , Juan se encogió de hombros y señalando al Maestro , que caminaba a escasos por delante nuestro , comentó :
- No vi sombra alguna de odio o resentimiento en sus ojos . Simplemente  , se puso frente al lameculos de los betusianos  y con la misma transparencia y docilidad con que se había dirigido a Anás le manifestó :
- >> - Amigo mio , si he hablado mal , testifica contra mí . Pero , si es verdad , ¿ por qué me maltratas ?
Pregunté entonces  al discípulo si aquella bofetada  había ocasionado alguna hemorragia nasal en Jesús . Juan lo negó . Evidentemente  , cuando vi aparecer al Galileo en la puerta del caserón de Anas , su rostro no presentaba señales de violencia . Al menos , yo no llegué a distinguirlas .
Hacía un buen rato que venía observando cómo Pedro nos seguía a corta distancia  . Pero , al aproximarnos  al actualmente denominado arco de Robinson , y enuna de las ocasiones  en que giré la cabeza  para comprabar si el solitario y desdichado Simón  continuaba allí , le vi sentarse  al pie de la muralla  meridional que separaba  los dos grandes  barrios de Jerusalén . Por su forma de dejarse caer sobre los adoquines  y de cogerse la cabeza entre las manos  intuí que el apóstol se había dado por vencido . Su derrota en aquellas horas era total . De no haber conocido el final de aquellos sucesos  , no hubiera puesto mi mano en el fuego respecto a sus suerte ....
Desgraciadamente , ya no volvería a verle .
Juan , que en esos momentos no estaba al corriente de las negaciones de su amigo , finalizó así su relato.
- Anás hizo un gesto de desaprobación por el brutal golpe de su siervo al Maestro , pero su orgullo es tal que no le hizo ninguna observación . Se limitó a levantarse de su asiento y salió de la estancia . No le volvimos a ver hasta pasadas dos horas...
- Jesús te dijo algo en ese tiempo ?
- No - respondió Juan -.El Maestro , los sirvientes , el soldado u yo continuamos allí , sin movernos y en silencio .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de TRoya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 56 )

- ¿ sabes de qué fue capaz ....? Anás le propuso perdonarle la vida si salía inmediatamente de Palestina ... Oero el Maestro no se inmutó siquiera .
>> Aquel  nuevo silencio exasperó aún más al ex sumo sacerdote . Y golpeando los brazós de la silla , le gritó a Jesús :
-- ¿ No estimas que soy muy bondadoso contigo ...?¿ No te das cuenta de cúal es mi poder ? Yo puedo determinar el resultado final de tu proximo juicio ...
>> Jesús , por primera vez , habló y , dirigiendose a Anás , le dijo :
>> - Ya sabes que jamás podrás tener poder sobre mí sin permiso de mi Padre . Algunos querrían matar al Hijo del Hombre porque son unos ignorantes y no saben hacer otra cosa . Pero tú , amigo , sí tienes idea de lo que haces . Entonces , ¿ cómo puedes rechazar la luz de Dios ?
>> La inesperada amabilidad del Maestro para con aquella serpiente  derrotó a Anás y me desconcerto .
>> Y el viejo se puso a cavilar buscando , supungo - interpretó Juan - , alguna nueva maquinación para perder a Jesús .
>> Al rato le preguntó de nuevo :
>> - ¿ Qué intentas enseñar al pueblo ? ¿ Quién pretendes ser ?
>> El Maestro no eludió ninguna de las cuestiones . Y se dirigió a Anás con gran firmeza :
>> - Muy bien sabes que he hablado claramente al mundo . He enseñado en las sinagogas muchas veces y también en el Templo , donde judíos y gentiles me han escuchado . No he dicho nada en secreto . ¿ Cuál es entonces la razón por la que me interrogas sobre mis enseñanzas ? ¿ Por qué  no convocas a mis oyentes y te informas por ellos ? Todo Jerusalén me ha oído . Y tú también , aunque no hayas entendido mis enseñanzas .
>> Antes de que Anás pudiera reponderle , uno de los siervos  de la casa se volvió hacía el Maestro y le abofeteó violentamente , diciéndole :
>> ¿ Cómo te atreves a contestar así al sumo sacerdote  ?
>> ¡ Ah , Jasón ! ¡ cómo me ardía la sangre .... !
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 55 )

>> Se sentó en una de las sillas y permaneció un buen rato sin pronunciar palabra , observando al Maestro con gran curiosidad .
>> Después , con su habitual presunción y autosuficiencia  , se dirigió a Jesús en los siguientes términos :
->>- Ta sabes que tengo que hacer algo en cuanto a tus enseñanzas ... Estás perturbando la paz y el orden de nuestro país .
>> El Maestro levantó la cabeza y le miró fijamente . Pero no habrió los labios .
>> Aquello no le gustó a Anás . Sus nervios empezaron a fallar y sin poder ocultar la rabia le exigió :
>> - ¡ Dime los nombres de tus discípulos ...!
>> Pero el Maestro siguió callado . Y , sin pestañear , continuó con sus ojos fijos en los del viejo reptil .
>> Te juro , Jasón , que muy pocas veces había visto tanta mejestuosidad en el rostro de nuestro Maestro . Mientras Anás se encolerizaba  por momentos , Jesús , en pie y a pesar de estar amarrado , le demostraba a ese bastardo su verdadera grandeza ...
A pesar de las circunstancias , Juan hablaba del galileo con el mismo o mayor entusiasmo , si cabe , que lo habá hecho en ocasiones como la de su entrada triunfal en Jerusalén.
- Entoces , ante mi sorpresa , y supongo que la de Jesús  - prosiguió el Zebedeo -, Anás cambió de táctica . Llegó a sugerir al Maestro que estaba dispuesto a olvidarlo todo , con una condición.
Aquello también era nuevo para mí y , mientras ascendiamos por las callejas de la ciudad baja , ya con el claro propósito de llegar hasta la sede del Sanedrín - ubicado en la zona exterior suroccidental del Templo ( muy cerca de lo que hoy se conserva y denomina como << muro de las Lamentaciones >> ) -, presté toda mi atención a las palabras del discípulo .
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

miércoles, 27 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 54 )

Aquel amanecer , efectivamente , no fue tan fresco como los anteriores .
El pelotón tiraba con prisas del Maestro . Así que me apresuré a interrogar a Juan , el Zebedeo , sobre lo ocurrido en el interior de la casa del poderoso e influyente Anás .
Tal y como sospechaba  - siempre según el testimonio de Juan , que no se apartó un momento de Jesús -, Anás se tomó el encuentro con el Galileo con una lentitud muy extraña . La presencia del rabí ante el ex sumo sacerdote carecía prácticamente de sentido , de no haber sido por la estratagema urdida por Caifas y su suegro , a fin de retenerle enn un lugar seguro hasta que los saduceos , escribas y fariseos comprometidos en la trampa terminaran de comparecer ante el sumo sacerdote .
José de arimatea , que asistió a parte del interrogatoriao y que había preferido quedarse con Anás , completaría  horas más tarde  la narración de Juan , explicándome  que el hábil suegro de Caifas tenía  , desde un primer momento , la secreta intención  de liquidar allí mismo aquel enojoso asunto . Por lo visto , conociendo el caracter violento e impulsivo de su yerno , no deseaba  que la causa  contra el Maestro cayera en sus manos . Pero la inesperada postura de Jesús  de Nazaret abortó sus planes ...
- .... Anás , me informó el << discipulo amado >> del rabí , conocia al Maestro desde hacía varios años  . Como todo el mundo en Israel , también él había  oído hablar de las  señales , prodigios y enseñanzas de Jesús .
>>  Al recibirnos en sus entancias privadas , Anás quiso prescindir del representante del optio y de mi mismo , pero el soldado romano se opuso , advirtiéndole que se trataba  de una orden de Pilato . Como sabes  , las relaciones de ese corrompido sacerdote con los romanos son excelentes y , finalmente  , tuvo que resignarse .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor -tomo 1-7 de abril , viernes ( 53 )

La portera que permanecia a nuestro lado , se dirigió velozmente hacia la cancela , procediendo a abrir la chirriante puerta de hierro . Y el grupo de levitas , rodeando siempre al Maestro , salió del palacete de Anás .
Desde ese instante , ydurante un buen rato , otros gallos llenaron con sus cantos las primeras luces de aquel viernes , 7 de abril , que jamás podré olvidar....
Hubiera dado cualquier cosa por seguir al lado de Pedro . Creo que , a partir del canto de aquel gallo , el apóstol ya no fue el mismo . Es cierto que el inexplicable portento de la resurrección del Maestro le afectó decisivamente . Sin embargo , aquellas negaciones pesarían ya para siempre en su alma . Allí , estoy convencido , murió , si no toda , sí buena parte del Simón asustadizo , torpe y engreído . Su espíritu , como digo , había recibido el más duro de los golpes ...
Pero la misión me exigía permanecer lo más cerca posible del Nazareno . Y con una breve carrera me uní a Juan y el soldado romano . Al cruzarla puerta de entrada al palacete del ex sumo sacerdote me sorprendió ver a Juan Marcos , cubierto esta vez por un manto . ¿ Cómo había llegado hasta allí ? No pude detenerme a preguntárselo , pero deduje que , despues de escapar de los mercenarios , se habría hecho con aquella prenda , siguiendo a la escolta romana , al igual que Juan Zebedeo y Pedro .
La comotiva enfiló las desnudas calles de Jerusalén en el momento en que las trompetas del Templo procedían a despertar a la población . Pregunté a Juan si sabía a dónde nos dirigíamos .
- Los sacerdotes enviados por Caifás - me dijo - anunciaron al suegro de esa rata que el tribunal del sanedrín estaba dispuesto . Me temo que pronto lo sabremos ....
En ese momento , Eliseo abrió de nuevo su conexión , advirtiendome que eran las cinco horas y cuarenta y dos minutos  . Su nuevo << parte >> metereológico vino a confirmar lo que ya me había adelantado el día anterior : constante subida de los barómetros e incremento de la velocidad del viento , con riesgo de << siroco >>.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 52 )

Y por cuarta vez , Pedro volvió a negar cualquier conexión con el Nazareno . Pero , en esa oportunidad , su negativa  fue mucho más fría y calculada  . Sus anteriores razonamientos  sobre la falta de autoridad legal por parte de las mujeres para acusarle y la circunstancia de que este nuevo ataque  no hubiera sido hecho en público , fueron , a mi entender , decisivos .
Pero ni Pedro ni yo contábamos con que , justo en esos momentos , cuando la claridad del nuevo día  apuntaba ya por el Este , en el interior de la mansión empezaran a escucharse algunas voces . Nos pusimos en pie  , al tiempo que uno de los domesticos de Anás salía precipitadamente , alertando a los policías .
Todo sucedió tan rápidamente que apenas si pudimos reaccinar . De pronto , en el umbral de la puerta apareció el Maestro . Seguía atado . Junto a él , Juan , el soldado romano y otros dos sirvientes de Anás .
Por espacio de un minuto , mientras los levitas del Templo se organizaban para conducir al preso , Jesús levantó lentamente la cabeza , girando su rostro hacia nosotros , que seguíamos  a su derecha y a poco más de dos metros . A la luzparpadeante y rojiza de las antorchas  , la mirada  del Galileo se clavó única y exclusivamente  en la de su amigo Pedro . Jesús  no sonrió , pero de sus ojos  partió un profundo y escalofriante mensaje de amor y de piedad . Con aquel gesto , el gigante llegó como nunca hasta el aturdido corazón del renegado . Las palabras  sobraban . El Maestron parecía saber lo ocurrido durante aquellas casi tres horas en el patio del ex sumo sacerdote  . Y Pedro , al recoger aquel intenso mensaje  , empezó a valorar en profundidad la gravedad de su culpa .
En esos momentos , cuando el soldado romano situado a espaldas del Nazareno le empujó violentamente , obligándole  a descender las escalinatas , un gallo de las proximidades  rasgó el silencio del alba conn un canto largo y estridente .
Y el amigo del Maestro palideció.
Autor : J.J.Benitex
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 51 )

Una sonrisa mecánica acompañó las inesperadas palabras de Simón . Entonces comprendí que su máxima preocupación en aquellos momentos  no era , como yo había creído , el innoble  hecho de haber renegrado de su amigo . Nada de eso . Pedro , en mi opinión , no tenía una conciencia  muy clara de que había traicionado a su Maestro . Lo que le había angustiado y aterrorizado era la amenaza de un posible encarcelamiento .
Esta sospecha , que fue ganando terreno en mi corazón , se vio confirmada por los sucesivos comentarios del apóstol , felicitándose a sí mismo por haber sido capaz de evitar su identifacación .
- ... Esas mujeres , además  - añadió Pedro , que prácticamente expresaba en voz alta sus pensamientos  -, no tienen autoridad moral . No pueden interrogarme . No tienen derecho ... No , no lo tienen ... No lo tienen ...
El Galileo repitió aquella monótona cantinela , como si necesitara justificar su actitud . Y en ningún momento recordó o se refirió a Jesús . No creo equivocarme si digo que el pescador no cayó verdadera y definitivamente  en la cuenta de su sucio gesto hasta que no escuchó el canto de los gallos de la ciudad . Sólo entonces recordó la profecía del Maestro y asumió todo el peso de su infidelidad .
Cuando le interrogué sobre la suerte que habían corrido sus compañeros  , Pedro no supo darme razón . Lo ignoraba todo . Sólo recordaba que , cuando se hallaba a escasos metros de la empalizada de piedra del huerto de Simón , algo le obligó a detener su huida . Y ciego de rabia se ocultó entre los olivos , dispuesto a seguir a la chusma que había capturado al rabí.
Y allí continuabamos hasta que , pocos minutos antes del alba , la portera y la sirvienta que habían comprometido la seguridad del apóstol con sus preguntas volvieron a la carga . Se acercaronn sin previo aviso hasta nosotros y , sin levantar apenas la voz , la guardesa le comentó en tono sereno y desprovisto de aquella malicia inicial :
- Estoy segura de que eres uno de los discípulos de este Jesús . No sólo porque uno de sus fieles me pidió que te dejara pasar al patio , sino también porque mi hermano te ha visto en el templo con ese hombre ....¿ A qué negarlo ?.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 50 )

El silencio seguía dominando a Jerusalén . A lo lejos , muy de tarde en tarde , se escuchaban algunos de los numerosos perros callejeros que yo había visto a mi paso por la ciudad santa . Fueron aquellos casi siempre lastimeros aullidos los que trajeron a mi memoria  otro hecho que , precisamente  , aún no se había registrado . Pedro había negado s au Maestro por tres veces y , sin embargo , yo no había oído el famoso canto del gallo .
No es que esta anécdota me preocupara excesibamente . Y mucho menos cuando estaba viviendo - y sufriendo - las angustias de Simón , totalmente deshecho y abatido junto al portón de entrada a la residencia de Anás . Sin embargo , y mientras esperaba la llegada del alba , procuré afinar mis oídos  . Meditando sobre este particular comprendí que los gallos de Jerusalén no podían haber iniciado sus caracteristicos cantos por la sencilla razón de que aún faltaba  más de una hora para el amanecer ( aquel viernes , 7 de abril , como ya he citado en otras ocasiones , la salida del sol se produjo a las 5 , 42 horas ) . En algún momento llegué a creer que los evangelistas habían vuelto a equivocarse  . Las tres negaciones , como digo , ya se habían producido y los cronómetros << monoiónicos >> del módulu marcaban las cuatro de la madrugada . Pero no. Esta vez no hubo error , aunque las versiones de los escritores  sagrados tampoco coinciden al cien por cien ....
Pero debo ajustarme a un estricto orden de los acontecimientos .
Cuando estimé que Pedro podía haberse tranquilizado , yo también me retiré del grupo de los levitas . Me dejé  caer junto al discípulo y acerqué mi mano a su hombro izquierdo . Pedro se sobresaltó de nuevo . Interrumpió aquel movimiento , casi catatónico , y , al comprobar que era yo , suspiró aliviado . Durante un buen rato casi no hablamos . ¿ Qué podía decirle ?
Al poco , Pedro - que había ido recuperando la normalidad - me miró fijamente , expresando una idea que aún me dejó más confuso :
- ¿ Has observado , Jasón , con qué habilidad he destruido las acusaciones de esos serviles esclavos del Templo ?
Autor J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 49 )

Aquello cambió las cosas . Ya no se trataba únicamente de unas más o menos veladas acusaciones por compartirn la doctrina del Galileo . La última afirmación podía arrastrar al apóstol a un fulminante  arresto , como culpable de agresión a uno de los esbirros del sumo  sacerdote .
Y entiendo que fue esta circunstancia la que realmente  hizo estallar los nervios de Pedro . No se trataba ya de negar a Jesús  sini , sobre todo , de evitar tan peligrosa acusación .
Algunos de los levitas se pusieron en pie , blandiendo sus porras en actitud amenazante  . Y posiblemente hubieran prendido a Pedro , de no haber sido por el torrente  de juramentos que empezó a brotar de su boca . Aquella obscena y agria retahíla de imprecaciones  - en la que el decompuesto amigo del Nazareno llegó a incluir a su propia madre y a sus hijos  - frenó los ímpetus de los policías . Y cuando finalmente , el acorralado galileo juró por el oro del tesoro del Templo , abriendo su manto en forma que todos pudieran comprobar que no ceñía espada  , aquellos serviles personajes terminaron por dejarlo en paz  . ( Jurar y pner por testigo al Templo era importante  , pero hacerlo por el oro de dicho Santuario lo era mucho más ...)
Cuando Pedro vio alejarse el fantasma de su arresto dio media vuelta y muy despacio  - procurando no levantar nuevas sospechas  - se distanció de la hoguera  . Arrastrando los pies , sin fuerza y con el ánimo duramente castigadon , fue a sentarse en las escalinatas de mármol de la puerta . Durante unos minutos no me atreví a moverme del fuego . El desdichado discípulo había enterrado el rostro entre sus pequeñas y callosas manos , acompañando su evidente desesperación con una ininterrumpida y rítmica oscilación frontal de su cuerpo .
Eran las cuatro de la madrugada  . La penúltima y tercera negación pública se había consumado...
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo1 - 7 de abril , viernes ( 48 )

La creencia en cuestión no fue muy bien recibida por uno de los sacerdotes , un tal Mardoqueo , más conocido en Jerusalén por << Petajía >> ( y al que ya refefí anteriormente ) , como consecuencia de su gran facilidad para las lenguas . ( Conocía según el pueblo , más de setenta idiomas y dialectos . De ahí su apodo : << Petajía >> , de la palabra pataj : << abria >> las palabras al interpretarlas . )
Este sacerdote , responsable también de uno de los << cepillos >> del Templo y hombre de gran cultura , se burló de tales patrñas . Las risotadas de << Patajía >> indignaron a uno de los policías , quien , señalando primero a Pedro y después al interior de la mansión , exclamó :
- Puedes reirte cuanto quieras , pero mira a ese galileo .... Tú mismo asististes a su entrada triunfal en Jerusalén , a lomos de un jumento . No tuvo la precaución de colocar una cola de zorro o un trapo rojo entre los ojos del borriquillo y fijate lo que le ha deparado la fortuna ....
En ese instante , Simón cometió un nuevo error . Irritado por aquella arraigada superstición hebrea , intervino el la discusión , intentando aclarar a los presentes que el rabí de Galilea no necesitaba protegerse con tan absurdas supercherias y que su poderío era tan grande que , si así lo deseaba , podía hacer bajar fuego de los cielos y arrasar al Sanedrín , sin tocar siquiera a los inocentes ...
Los levitas y servidores del Templo no prestaron mucha atención a la valiente pero inoportuna defensa de Pedro . Sin embargo , << Petajía >> - que había captado al instante el duro acento galileico del apóstol - se encaró con él , desviando el rumbo de la conversación hacia un derrotero que habrió de nuevo las carnes de Simón :
- Tú tienes que ser uno de los seguidores del detenido .
Este Jesús es un galileo y tu forma de hablar te traiciona .... Hablas como un verdadero galileo .
Antes de que Simón pudiera reaccionar , uno de los sicarios del Sanedrín  - aquel que precisamente había hablado de la milagrosa curación de Malco - refrendó el descubrimiento de << Patajía >> , desvelando a todos un hecho que , hasta ese momento , había pasado inavertido:
-.... Tú además - exclamó alarmado - , estabas en el camino del Olivete  ... Yo vi como herías a mi pariente ....
 Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

martes, 26 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 47 )

Pedro podía haber abandonado el patio de Anás  despues de su primera traición . Y no lo hizo . Y tampoco se retiró después de la segunda y de la tercera  y de la cuarta ... Porque aunque los evangelistas citan tres  negaciones , hubo en realidad una más , aunque también es cierto que esa negación << extra >> no tuvo un caracter público . Quiero decir con todo esto que , si bien Pedro  no se comportó dignamente , no es menos cierto que su sola presencia en el lugar le redime en buena medidad de aquellos momentos de debilidad .)
El testarudo galileo no estaba dispuesto a imitar a los compañeros que habían huido monte a través y , remontando el miedo , se acomodó como pudo entre los sirvientes , los cuales  - dicho sea de paso - en ningún momento se convirtieron en acusadores ni le molestaron . Al menos , los hombres que , hasta ese momento , se apretujaban en torno a las llamas .
Pero la mala suerte quiso que , al rato , el grupo se viera incrementado por media docena de sacerdotes , llegados , al parecer , de la residencia de Caifás y que traíuan la misión de coordinar y controlar el traslado del Nazareno . Despues de solicitar información de los levitas allí reunidos  , cuatro de estos sacerdotes se dirigieron al interior de la casa y los dos restantes permanecieron junto a la fogata . Desde un primer momento se sintieron atraídos por la animada conversación sobre las supersticiones del pueblo judío .
Alguien había mencionado a < Lilith >> y la polémica se encendió de nuevo . Por lo visto , el tal << Lilith >> era el sobrenombre que recibía uno de los diablos más famosos . La mayoría de los presentes aceptaban su existencia , clasificándolo como << demonio - mujer >> . Este curioso << espíritu >> centraba sus ataques , como mujer que era , en los hombres . Y más concretamente , sobre aquellos varones que se atrevían a permanecer solos en una casa .
-... Y sólo el Divino , ¡ bendito sea su nombre ! , sabe cuándo puede presentarse -  remachó otro de los servidores del Sanedrín.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 46 )

Pedro había puesto tanta vehemencia en sus frases que las arterias del cuello se hincharon y su rostro  se tornó púrpura . Los ojos del aterrorizado amigo de Jesús se despegaron casi de sus órbitas , mientras un finísimo hilo de saliva  se descolgaba por la comisura izquierda de sus labios .
La contundencia de Pedro fue tal que la sirvienta retrocedió asustada , escapando del lugar en dirección a la puerta de la casa .
Esta vez , los sirvientes y policías permanecieron unos segundos con la vista clavada en el desdichado pescador . Pedro , aturdido , dio media vuelta , separandose del fuego.
Creí que su intención era huir del recinto y poco me faltó para salir tras él . Pero no . Simón , a pesar de su debilidad , seguía amando al Maestro . ¡ Qué poco y qué pobremente se ha escrito sobre la tortura interna de este primitivo galileo , consciente de sus errores , dominado por el instinto de la supervivencia y forzado por su temperamento a aquel callejón sin salida !
Tuve que hacer denodados esfuerzos para no correr a su lado y consolarle . Sin embargo , el objetivo de mi misión logró imponerse y esperé .
Apoyado sobre las rejas del muro , Simón , encorvado y silencioso , golpeaba una y otra vez su cabeza contra los hierros . Temí por su integridad física . Aquellos cabezazos , secos y continuados , en lugar de lastimarle , parecieron devolverle una cierta serenidad . Y al rato , despues de secarse las lágrimas conn una de las mangas del manto , se reincorporó al grupo . ( Sinceramente , aquella actitud del apóstol - volviendo al fuego - me hizo reflexionar , haciéndome olvidar incluso su detestable y hasta cierto punto comprensible conducta . Las iglesias - especialmente la Católica - han juzgado y clasificado este episodio de las negaciones  como un suceso lamentable  por parte de Simón Pedro . Pero muy pocos teólogos  y moralistas  parecen tener  en consideración un << atenuante >> que dice mucho en favor del << renegado >> .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 45 )

El de arimatea  se despidió , indicándome  que tenía  intención de entrar en la residencia  del ex sumo sacerdote  y hacer cuanto estubiera en su mano  - incluso sobornar al viejo Anás  - para que Jesús  fuera puesto en libertad . Al verlo desaparecer en el interior de la casa  no pude  reprimir un sentimiento de tristeza por aquel leal seguidor del Maestro . Estaba en su derecho de alentar la esperanza . Lo que él no podía saber es que esa esperanza había muerto mucho antes : en el huerto de Getsemaní....
Semioculto enla oscuridad del patio informé a Eliseo del curso de los acontecimientos  , rogándole que me avisase  poco antes del alba . En aquellos instantes eran las tres de la madrugada .
Volví al fuego . Pedro , encerrado en sus pensamientos  , ni siquiera había advertido la llegada de José de Arimatea . Se había sentado detrás de los levitas , cubriendo su calvicie  con el manto . Supongo que aquel gesto poco tenía  que ver con el frío reinante  y sí con su ardiente deseo de que nadie volviera a descubrirle y delatarle .
Los policías y sicarios del Sanedrín seguían dándole  vueltas a las tradiciones y leyendas sobre los demonios  . En la residencia de Anás , todo parecía tranquilo . No observé movimiento alguno ni señal de violencia o agitación . Y supuse - erróneamente - que el interrogatorio del ex sumo sacerdote se desarrollaba sin incidentes ....
Devía de llevar algo más de media hora sentado muy cerca de Pedro cuando se aproximó al corrillo una segunda mujer . Era más joven y , por la indumentaria , deduje que se trataba de otra sirvienta . Se colocó junto a la portera  y ésta , al verla , se inclinó sobre su oído izquierdo , musitándole algo , al tiempo que señalaba a Pedro con la mano .
La recién llegada forzó la vista . Pero por la forma de entornar los ojos , supuse que era miope . Entonces dio unos pasos , rodeando a los congregados al amor de la lumbre . Y al llegar junto al apóstol retiró de un manotazo el ropón que ocultaba la cabeza de Simón , gritándole :
- ¿ No eres tú uno de los fieles de ese galileo ... ?
La inesperada  exclamación de la hebrea asustó por un igual a los levitas y a Pedro . Y el discípulo, pálido como la cal , se levantó a trompicones , encarándose con la muchacha .
- ¡ No conozco a ese hombre ! gritó con más fuerza que su inquisidora - . ¡ Y tampoco soy uno de sus discípulos .....!
Autor
J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 44 )

Sí , lo conocía , pero varios detalles seguían sin explicación . Por ejemplo : ¿ por qué el Iscariote se despegó del pelotón ? Lo lógico es que , si debía conducir a los soldados y a los levitas y sirvientes del Templo hasta la finca de Getsemaní y revelar a la turba la identidad del rabí , no se huibiese separado en ningún momento de sus secuaces . Además , si la intención del suboficial romano era capturar a un supuesto << jefe zelota >> y a su grupo , ¿ por qué Arsenius se contentó con prender a Jesús de Nazaret ? ¿ Por qué no asaltó el campamento ?
( Como dije , en la mañana del ásabado siguiente quedaría despejada la primera de las incognitas . En cuanto a la segunda , el propio Poncio me daría una explicación en mi proxima visita a la Torre Antonia . )
José , naturalmente , no pudo aclararme estas dudas . Ni él ni Ismael se habían atrevido a unirse al pelotón que salió del Templo minutos despues de las doce y media de la noche por la puerta Dorada . En cuanto a mi pregunta de por qué el maestro había sido traído a la casa de Anás , en lugar de ser trasladado de inmediato ante la presencia de Caifás , el de Arimatea - evidentemente cansado - comentó :
- Feliz tú , Jasón , que no tienes que vivir las constantes intrigas de estos hombres impuros ... No lo sé con certeza , pero tengo entendido que Anás y su yerno están de acuerdo para retener al Maestro en este lugar hasta que Caifás consiga reunir a un máximo de sacerdotes adictos . De esta forma , el juicio será implacable . La ley señala , además , que el Consejo del Sanedrín no puede reunirse antes de la primera ofrenda .
- ¿ Y a qué hora tiene lugar ese primer sacrificio ?
- A las tres de la madrugada . Como ves , aún tenemos tiempo . Quizá se obre el milagro que tanto deseamos .....
Y José concluyó su detallada exposición , afirmando que aquel reptil llamado Caifás , con el fin de no levantar sospechas - ni siquiera entre sus propios hombres y servidores -, había ordenado a dos de sus confidentes  que pagaran expléndidamente  al optio romano para que  , en contra  incluso de la opinión del jefe  de los policías  del Templo , condujera a Jesús de nazaret al palacete de su suegro , Anás . Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 43 )

>> Pero el centurión de guardia  se negó a facilitarles una escolta  . Era muy tarde y , por otra parte , << esa orden debe partir de Poncio Pilato >> , les explicó el oficial . Los sacerdotes insistieron y el centurión no tuvo más remedio que llamar a Civilis  , el comandante en jefe de la guarnición destacada en Antonia , a quien tú conoces .
>> Nuestro común amigo , muy molesto por aquella visita , les preguntó las razones por las que debía proporcionarles la escolta . Y Judas antes de que los sacerdotes reaccionaran , se enfrentó a Civilis , advirtiendole que Jesús formaba parte de un grupo de << zelotes >> , clandestinamente asentado en la finca de Getsemaní.
>> Aquella vil mentira del Iscariote hizo dudar al centurión . Los romanos , como sabes , persiguen con saña a los revolucionarios .
>> No obstante , el oficial en jefe de la legión les ordenó que esperasen , mientras acudía a la residencia del gobernador .
>> Total , que entre unas cosas y otras , el Sanedrín perdió una hora .
>> Pilato se había retirado a dormir y , en un primer momento , no quiso saber nada del tema . Pero los enviados  de Caifás no cesaron en su empeño  , obligando a Civilis  a entrevistarse por segunda vez con Poncio , anunciandole que en el referido campamento se había descubierto un considerable arsenal de armas y que , si lograban capturar al << jefe >> a Jesús de nazaret >> -, el gobernador se apuntaría un importante triunfo , de caea al César .
>> Al final , y quizá para quitarse de encima a los odiosos sacerdotes , Pilato dio la autorización y el centurión de guardia encomendó el mando de un pelotón de 30 o 40 infantes ... no sabría precisarte el número exacto , a su optio : un tal Arsenius . Y de esta forma , con grandes prisas , aquella tropa salió de Jerusalén , guiada por Judas . El resto ya lo conoces ....
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 42 ) >>

Aquello tranquilizó un poco a Judas , pero aumentó el nervisismo de los jefes de los levitas . Tal y como suponía , la reunión secreta de Caifás con sus incondicionales  del Sanedrín había sido fijada  para la media noche  . Y a eso de las once , cuando Judas y el grupo retornaron al Templo , alguno de los fariseos  , escribas y saduceos  habían empezado a llegar hasta la sala de las << piedras talladas >> . El nervisismo de los policías  , al presentarse ante Caifás  sin el prisionero , era más que comprensible . El tiempo se les echaba encima  y , por un momento , tanto Judas como los sacerdotes llegaron a contemplar la idea de aplazar el prendimiento . No disponían de una fuerza lo suficientemente grande y poderosa como para arriesgarse a invadir el huerto y capturar al Maestro .
>> Tanto Ismael como yo - dejó entrever José con una gran amargura - llegamos a creer que , de momento , todo estaba resuelto y que Jesús quedaría libre . Vana esperanza ...Caifás no es hombre que se dé por vencido fácilmente  y su odio hacia Jesús  es tal que no dudó en proponer una solución que repugnó , incluso , a sus compinches : solicitar una escolta armada del gobernador romano .<< De esta forma >> argumentó el astuto sumo sacerdote , << el apresamiento de ese impostor  no será dificil y , de paso , la responsabilidad de la captura recaerá en las fuerzas extranjeras de ocupación...>>
>> Algunos de los miembros del Sanedrín trataron de que Caifás renunciara a este proyecto , aludiendo a las constantes manifestaciones de Jesús sobre la no violencia  . Pensaban , con razón , que el Galileo no permitiría a sus hombres que desenvainaran sus armas . Pero Judas intervino nuevamente . Y su corbadía salió a flote una vez más . Se manifestó de acuerdo con los sacerdotes , pero no admitió que los discípulos llegaran a obedecer al Maestro . << La sugerencia de Caifçás >> añadió << me parece excelente . Acudamos cuanto antes a la Torre Antonia ...>>
>> Y los sacerdotes designaron una representación del Sanedrín , que acudió de inmediato al cuartel general romano.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 41 )

- Entonces , Judas no llegó a ver a Jesús y a los once ....
- No . Pero faltó muy `poco . Si la patrulla no se hubiera demorado tanto , seguro que la captura del Maestro se produce allí mismo . Elías , al ver a Judas y a los hombres armados , se dio cuenta enseguida de sus funestas intenciones y se negó  a hablar con el Iscariote , arrojándole de su casa a patadas .
- ¿ A patadas ?
- Sí , y me temo que esa ofensa puede costarle cara al pobre Elías ...
Habia algo que no terminaba de comprender . Y así se lo comenté a José :
- Si Judas conocía las costumbres del Maestro , ¿ por qué no le siguió hasta Getsemaní ?
El de Arimatea dibujó una triste sonrisa .
Si conocieras a Judas lo entenderías . Humillado y temeroso ante la violenta reacción del propietario de la casa , el Iscariote debió comprender que , si la actuación de aquel seguidor del rabí había sido radical , la del grupo acampado en la finca de Simón no podía ser menor . Y según Ismael , el traidor , cada vez más nervioso , explicó a los que le seguían que el nazareno y sus íntimos podían haber tomado la dirección del Olivete . Cuando los levitas le apremiaron para salir en su persecución , el Iscariote les detuvo asegurando que no era prudente enfrentarse a sesenta hombres armados con espadas . Aquel cambio de planes , además , significaba que la policía del Templo tendría que luchar y , posiblemente , capturar también a los apóstoles o , cuando menos , a los líderes  del grupo de Getsemaní . Y las órdenes de Caifás  no eran precisamente éstas . Para el sumo sacerdote , el único hombre importante era el Galileo . ¿ Qué  hacer entonces ?
>> El pelotón se encontró pues , en una difícil encrucijada  . Y antes de arriesgarse  tomando , además , una iniciativa  que no había sido contemplada por Caifás , decidieron regresar al Templo.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

lunes, 25 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril viernes ( 40 )

>> Gracias al cielo , los planes del traidor no salieron tal y como él había previsto.
- ¿ Por qué ? - interrogué al anciano con gran curiosidad .
- Judas había llegado al Templo antes de lo previsto y fueron necesarias muchas idas y venidas del portero - jefe  hasta la sede de Caifás  y a las distintas dependencias del Templo para llegar a reunir un número apropiado de policías . Era imposible  echar mano de los que montaban guardia en aquellos momentos en el exterior e interior del Santuario y eso , como te digo , retrasó considerablemente  la salida del pelotón . Las dificultades para encontrar hombres  francos de servicio fueron tales que , al final , desesperados , el sanguinario Yojanán se vio obligado a solicitar del sumo sacerdote en funciones el apoyo de los servidores y confidentes de Caifás  . En total , si no recuer mal , salieron del Templo unos treinta y cinco o cuarenta esbirros , armados con toda clase de mazas y palos ...
- Pero , ¿ Y la escolta romana ?- le interrumpín de nuevo , sin poder contenerme .
- Aguarda , Jasón . Como te he dicho , afortunadamente las cosas no iban sucediendo como habían sido planeadas . El Sanedrín quería prender al Maestro cuando la ciudad quedase vacía . Y ésta era también la intención de Judasque , por lo que pude deducir , sentía miedo ante la posible reacción y represalias de los hombres de Jesús .
>> Total , que Ismael se encargó de seguir al pelotón , mientras yo permanecía en el Templo , en previsión de nuevos acontecimientos .
>> Pero el traidor  y su grupo rodearon la casa de Marcos cuando el Maestro y los once acababan prácticamente de salir hacia el huerto . Ésa fue la información que recibió Ismael de Elías .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez 

Caballo de Troyan - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 39 )

José escuchó en silencio , moviendo de vez en cuando la cabeza en señal de preocupación . Por supuesto , estaba al corriente de las andanzas del Iscariote  . El rápido aviso de Juan Marcos  le había permitido trasladarse muy a tiempo al Templo , controlando los sucesivos pasos de Judas . Allí se encontró con Ismael , el saduceo , que contribuyó eficazmente en sus pesquisas .
El de Arimatea hizo ademán de entrar en la mansión pero le detuve , rogándole que me informase sobre la conducta del traidor . Y sin querer , empecé a bombardearle con todo tipo de preguntas . ¿ Quién era aquel misterioso amigo que le acompañó hasta el Templo ? ¿ Qué había ocurrido en el interior del Santuario ? ¿ Por qué Judas había esperado hasta la media noche para llevar a cabo la captura del Nazareno ? ¿ Por qué se adelantó al pelotón ...?
José me pidió calma .
- En primer lugar - puntualizó el anciano -, ese acompañante al que te refieres , y que Judas recogió antes de su llegada al Templo , se llama también Anás . Es primo suyo . El mismo del que nos habló Ismael y que hizo la presentación del traidor a los sacerdotes en la mañana del miércoles .
>> Cuando llegué al Santuario , ambos se hallaban parlamentando con el portero - jefe  de la correspondiente sección semanal . En esta ocasión , el turno había recaido en el levita Yojanán  ben Gudgeda , un individuo especialmente brutal . Para que te hagas una idea  de su calaña  te diré que  , no sólo golpea con su bastón a los guardiones que descubre dormidos  , sino que , en ocasiones , ha llegado a prender fuego a sus vestidos .
>> Pues bién , este << capitán >> de la guardia nocturna  escuchó atentamente la información de Judas . El traidor  y su primo le explicaron que el Maestro se encontraba  en aquellos momentos en una casa del barrio bajo - en la de Elias marcos  , como bien sabes - y que su prendimiento podía ser cómodo . Según el Iscariote , sólo dos de los once hombres  que habían quedado en el canáculo ceñian espadas : Pedro y Simón Zelotes  . Pero Judas advirtió a Gudgeda que no convenía  descuidarse . En el campamento de Getsemaní permanecían alrededor de sesenta discípulos y allí sí existía un respetable arsenal de armas.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 38 )

La portera siguió impasible junto al fuego . Pero su atención se desvió pronto hacía la conversación de los sirvientes  y levitas , que habian vuelto a enzarzarse  en el asunto de los demonios  . Ninguno de los allí presentes  pareció dar demasiada importancia  a la presencia de Pedro ni a su posible vinculación con el prisionero . Si el apóstol hubiera reparado en esta actitud generalizada  de los levitas , probablemente  habría logrado remontar su pánico .
Cuando dirigí los ojos hacia él , su rostro había enrojecido . Simón evitó mi mirada , mordiéndose los labios  y arrugando nerviosamente  los pliegues de su manto . En ese momento caí en la cuenta  de que no llevaba  su acostumbrada espada  . Sin duda la habia perdido  en la huida o quizás se había desembarado de ella antes de acercarse a la casa de Anás .
El policía cuya versión sobre los demonios había sido interrumpida  por la llegada de la portera  retomó el hilo de su exposición , haciendo ver a los presentes  que el Galileo bien podía ser uno de esos << hijos >> de adán .
Pero la explicación del levita no satisfizo a la mayoría . Otro de los servidores del sanedrín añadió que , generalmente , << estos diablos solían habitar en los pantanos , ruinas y a la sombra de determinados árboles ....>>
- Éste - apuntó - no es el caso de ese galileo . Todos lo hemos visto predicar abiertamente en mitad de la explanada de los Gentiles . ¿ Qué clase de demonio actuaría así .....?
- Y no olvidemos - terció otro de los presentes  - que el rabí de Galilea ha curado a muchos lisiados ...
Ensimismado en aquella tertulia , no reparé en la presencia , a mis espaldas , de una figura . Al sentir una mano sobre mi hombro izquierdo , me sobresalté . ¡ Era José de Arimatea !
Me levanté de inmediato , separandome de la fogata y caminando con el anciano hacia el centro del patio .
Tanto él como yo ardíamos en deseos de interrogarnos mutuamente . Le anuncié que el maestro había sido conducido a la presencia de Anás , poniéndole en antecedentes de cuanto había sucedido en la finca de Simón , << el leproso >> , y en el camino del Olivete .
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 37 )

Yo hice otro tanto y Padro siguió en pie , con los ojos perdidos en las llamas .
En eso , la mujer que le había abierto la cancela salió nuevamente de la casa , situándose bajo el dintel de la puerta . Los policías comentaban las incidencias del prendimiento , maldiciendo a los romanos . Uno de ellos , sin embargo , aludió al gesto del rabí , que había curado milagrosamente a Malco . Pero la tímida defensa del levita  fue sofocada de inmediato por varios de los contertulios , que explicaron el suceso como << otra clara prueba del poder diabólico de Jesús >> . Uno de los acérrimos defensoras de esta hipótesis recordó a sus compinches cómo los demonios eran en realidad ángeles caídos  , invisibles o capaces de adoptar las más extrañas formas , dejando casi siempre unas huellas similares a las de los gallos . Otro de los servidores del Templo se opuso rotundamente a esta explicación , argumentando que los demonios eran en realidad los hijos que había engendrado Adán cuando tenía 130 años ...
La discusión se hallaba en pleno hervor cuando , inesperadamente  , la guardesa  - sin perder aquella constante y maliciosa sonrisa  - avanzó hacia el fuego , increpando a Pedro desde el extremo opuesto del círculo :
- ¿ No eres tú también uno de los discípulos de este hombre ?
Los policías se volvieron hacia Simón con gesto amenazante y el apóstol , cuyos pensamientos se hallaban muy lejos de este súbito ataque  , abrió los ojos desmesuradamente , sin poder dar crédito a lo que estaba sucediendo .
Aquella pregunta , en el fondo , era tan absurda como mal intencionada . Si Pedro hubiera reaccionado con un mínimo de frialdad y sentido común se habría dado cuenta que la matrona había sido la persona que , precisamente , le había abierto la cancela , a petición de Juan  . Era obvio , por tanto , que la mujer estaba al tanto de la amistad existente entre ambos . Pero el miedo , una vez más , se apoderó de su cerebro y , casi tartamudeando , respondió :
- No lo soy ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 36 )

Mientras el jefe de los levitas conducía al Nazareno  al interior de la mansión , la portera descendió  las escalinatas , procediendo a franquear la entrada al decaído y atemorizado Pedro .
Allí mismo fui presa de otra grave duda . Al ver entrar  a Simón recordé que  - si los Evangelios  no erraban - las famosas negaciones del fogoso discípulo no tardarían en producirse  . Y aunque loas evangelistas Mateo , Marcos y Lucas situaban tales negaciones  en la sede del sumo sacerdote  Caifás , supuse que el testimonio de Juan  - que menciona  este suceso en el patio de Anás - debía ser el correcto .
El discípulo , al comprobar mi indecisión , me instó a que le acompañase . Pero elegí quedarme en el patio , junto a Pedro . Y así se lo dije . Después de todo , lo que pudiera ocurrir en el interior  de la casa del suegro de Caifás se hallaba perfectamente << cubierto >> con la presencia de Juan .
Estos razonamientos me tranquilizaron a medias y , sin perder un segundo , acudí al encuentro de Pedro .
El Hombre , al verme , se abrazó a mí , sin poder contener las lagrimas . Estaba confuso . No acertaba a entender lo que estaba pasando y por qué Jesús se había dejado prendertan fácilmente. << Él , capaz de resucitar a los muertos - se lamentaba una y otra vez-, no ha movido un solo dedo para impedir que lle capturasen.Y lo que es peor - añadía con una rabia sorda -, es que ni siquieranos ha dejado ha nosotros la oportunidad de ayudarle ..... ¿ Porqué ? ¿ Por qué ?
A duras penas traté de serenar sus ánimos . Pero su escasa inteligencia y su pasión por Jesús no le permitían razonar con claridad . Su mente era un torbellino donde se mezclaban `por igual el odio hacia JUdas y hacia los miembros del Sanedrín , el miedo por su propia seguridad y la del grupo y una inmensa incertidumbre por el rumbo que estaban tomando los acontecimientos . Es triste y casi increíble pero , no me cansaré de insistir en ello , ni Pedro ni en resto de los apóstoles habían entendido a aquellas alturas la verdadera misión del hijo del hombre...
Simón habia empezado a temblar . No sé aún si de miedo y angustia o de frío . El caso es que , inconscientemente , nos fuimos aproximando a la fogata . Media docena de levitas y servidores de Anás se habían sentado << ala turca >> , calentándose muy cerca del fuego .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez