Y a pesar del cargamento de vino la hiperactividad del sujeto no perdonó .
Se sentó . Volvió a tumbarse . Se incorporó de nuevo y , eructando cavernosamente , exigió la presencia del esclavo galo . Y ordenó que le descalzase .
Y contemplé algo que volvía a retratarle .
Cada una de las suelas de las sandalias aparecía pintada . Creí reconocer la imagen alada de la diosa Isis . Procla , minutos más tarde , me sacaría de dudas . La extravagancia no era gratuita . Poncio expresaba así unos enfermizos sentimientos de venganza . Todos sus enemigos y todo aquello que odiaba habían sido dibujados en la incontable reserva de botas , sandalias , pantuflas , etc . Y cada día , al despertar , dependiendo del voluble humor , seleccionaba al que debería << pisotear >> durante la mañana . Por la tarde y noche cambiaba nuevamente de calzado ..., y de << enemigos >> . Y para la fiesta de cumpleaños de su esposa - cómo no - , el símbolo más venerado por Claudia : la diosa Isis .
Éste era el hombre que << juzgó >> a Jesús de Nazaret....
Y el mudo y paciente atleta de la melena rubia inclinó la cabeza asintiendo al último requerimiento de su dueño : más vino y más sesos .
Y agitando los sonrosados y rollizos dedos invitó al tribuno y a quien esto escribe a que nos acomodáramos a sus pies .
El joven oficial responsable de la administración de la cohorte - al que llamaban Vedio - fue el primero en obedecer . Y poncio , más lúcido de lo que suponía , le obsequió con el brillo de sus tres dientes de oro .
El tribuno , a juzgar por su juventud ( probablemente rondaría los veinte años . era un mienbro de la clase senatorial que cumplía el servicio militar en calidad de tribunus laticlauis . Es decir , un << recomendado >> que preparaba así el cursus honorum , fundamental para ingresar en el senado de Roma . Naturalmente , como digo , sólo desempeñaba funciones de jefe administrativo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Se sentó . Volvió a tumbarse . Se incorporó de nuevo y , eructando cavernosamente , exigió la presencia del esclavo galo . Y ordenó que le descalzase .
Y contemplé algo que volvía a retratarle .
Cada una de las suelas de las sandalias aparecía pintada . Creí reconocer la imagen alada de la diosa Isis . Procla , minutos más tarde , me sacaría de dudas . La extravagancia no era gratuita . Poncio expresaba así unos enfermizos sentimientos de venganza . Todos sus enemigos y todo aquello que odiaba habían sido dibujados en la incontable reserva de botas , sandalias , pantuflas , etc . Y cada día , al despertar , dependiendo del voluble humor , seleccionaba al que debería << pisotear >> durante la mañana . Por la tarde y noche cambiaba nuevamente de calzado ..., y de << enemigos >> . Y para la fiesta de cumpleaños de su esposa - cómo no - , el símbolo más venerado por Claudia : la diosa Isis .
Éste era el hombre que << juzgó >> a Jesús de Nazaret....
Y el mudo y paciente atleta de la melena rubia inclinó la cabeza asintiendo al último requerimiento de su dueño : más vino y más sesos .
Y agitando los sonrosados y rollizos dedos invitó al tribuno y a quien esto escribe a que nos acomodáramos a sus pies .
El joven oficial responsable de la administración de la cohorte - al que llamaban Vedio - fue el primero en obedecer . Y poncio , más lúcido de lo que suponía , le obsequió con el brillo de sus tres dientes de oro .
El tribuno , a juzgar por su juventud ( probablemente rondaría los veinte años . era un mienbro de la clase senatorial que cumplía el servicio militar en calidad de tribunus laticlauis . Es decir , un << recomendado >> que preparaba así el cursus honorum , fundamental para ingresar en el senado de Roma . Naturalmente , como digo , sólo desempeñaba funciones de jefe administrativo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez