Cuando , más adelante , tuvimos ocasión de inspeccionarlo , comprobamos que , en efecto , Sebastos pretendia ser una copia del puerto del Pireo , pero, como sospechábamos , las medidas proporcionadas por Josefo fueron casi dobladas . Mientras el famoso recinto portuario de Atenas presentaba una longitud de tres cuarto de milla por unas seiscientas yardas de ancho ( alrededor de 540 metros ) , el << orgullo >> de Herodes no superaba los 200 metros de longitud , con una escollera de unos treinta . Y aunque gigantescos , los bloques de caliza tampoco se correspondían con lo anunciado en Antigüedades . El << anillo >> , abierto por el noroeste , se hallaba formado por una cadena de sillares cuyas dimensiones máximas eran 36 pies de largo ( 12 metros ) por otros 10 de alto y ancho ( 3 metros ) . Tanto mi hermano como yo estimamos la profundidad de la escollera en nueve metros . Aun así , como digo , el puerto - destinado exclusivamente a la flota de guerra de Roma y a embarcaciones de recreo - nos sorprendió . Todo en él era colosal y minuciosamente diseñado . Las vigas de madera y los sistemas de cierre para los muros sumergidos parecían calcados de las especificaciones del gran arquitecto romano Vitrubio . Además de las defensas citadas por Josefo , nos llamó la atención una compleja red de canales que perforaban los diques y que , merced a una serie de compuertas , permitía el control y la limpieza de las aguas , evitando la obstrucción del puerto. A escasa distancia de Sebastos , en dirección sur , se adentraba en el mar un ancho espigón construido con toscas moles sujetas entre sí por vigas de hierro . Esta escollera protegía el puerto comercial propiamente dicho , ubicado en la línea de costa que unía el gran << anillo >> con el referido espigón . Allí , efectivamente , se alineaban los desahogados almacenes portuarios que mencionaba Josefo . Allí , en suma , palpitaba la vida un incesante trasiego de hombres y mercancias procedentes de todo el mundo conocido . Allí , junto al Maestro , presenciariamos escenas inolvidables . Lástima que , con el transcurso de los siglos , este formidable puerto fuera víctima de la rapiña y la envidia .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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