Embarcados en las primeras frases de tanteo , Claudia y quien esto escribe nos dedicamos a un mutuo , implacable y sigiloso análisis . Y dada mi escasa experiencia en psicología femenina , necesité un tiempo para comprender la razón del exagerado maquillaje que ocultaba buena parte de su cuerpo . Rostro y cuello habían desaparecido , enterrados en una tintura ocre . Hasta ahí pude entender . Lo que me resultó inexplicable fueron brazos y piernas . A traves de las finísimas gasas y por debejo del viso mostraba unas extremidades igualmente embadurnadas en un barro rojizo .
- Está entisiasmado contigo...
Una cuidada peluca , en cabello negro y natural , encuadraba la estrecha y angulosa cara . Los bucles , alineados horizontalmente , escondía la frente bajo un generoso flequillo , derramándose sedosos y brillantes hasta los hombros , al estilo de la diosa egipcia Hazor .
- Ese barro del mar de Asfalto ha sido el mejor regalo ...
Los grandes ojos , de un negro tizón ,aparecían notablemente ampliados con el verde sombreado de la malaquita . Y me llamaron la atención desde el primer momento . A pesar de la aparatosidad del maquillaje disponian de luz propia , irradiando una serenidad que , por supuesto , no encontré en su esposo .
- Sé que eres médico ...
Los finos labios , acorazados en rojo , dejaron al aire una saludable dentadura . Y creí percibir un rictus de amargura . Pero , torpe de mi , no supe traducirlo . Algo la atormentaba .
- Cuéntame , ¿ Cómo está el emperador ...?
Y al levantar la copa de plata que sostenía entre los dedos empecé a sospechar el porqué de aquella amargura . Apuró el recio y negro licor y , recuperando el temple , señaló hacia los murales en un intento de rellenar la insustancial conversación .
- ¡ Jasón ! ... Es curioso ...
Y animándome a seguirla , caminó hacia el gran ventanal , dejando una fragante estela de esencia de espinardo , el cotizado perfume hindú .
Y ecarándose al primero de los frescos - Jasón alanceando a la serpiente -, repitió el comentario :
- ¡ Jasón ! .... ¡ Qué casualidad !
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Está entisiasmado contigo...
Una cuidada peluca , en cabello negro y natural , encuadraba la estrecha y angulosa cara . Los bucles , alineados horizontalmente , escondía la frente bajo un generoso flequillo , derramándose sedosos y brillantes hasta los hombros , al estilo de la diosa egipcia Hazor .
- Ese barro del mar de Asfalto ha sido el mejor regalo ...
Los grandes ojos , de un negro tizón ,aparecían notablemente ampliados con el verde sombreado de la malaquita . Y me llamaron la atención desde el primer momento . A pesar de la aparatosidad del maquillaje disponian de luz propia , irradiando una serenidad que , por supuesto , no encontré en su esposo .
- Sé que eres médico ...
Los finos labios , acorazados en rojo , dejaron al aire una saludable dentadura . Y creí percibir un rictus de amargura . Pero , torpe de mi , no supe traducirlo . Algo la atormentaba .
- Cuéntame , ¿ Cómo está el emperador ...?
Y al levantar la copa de plata que sostenía entre los dedos empecé a sospechar el porqué de aquella amargura . Apuró el recio y negro licor y , recuperando el temple , señaló hacia los murales en un intento de rellenar la insustancial conversación .
- ¡ Jasón ! ... Es curioso ...
Y animándome a seguirla , caminó hacia el gran ventanal , dejando una fragante estela de esencia de espinardo , el cotizado perfume hindú .
Y ecarándose al primero de los frescos - Jasón alanceando a la serpiente -, repitió el comentario :
- ¡ Jasón ! .... ¡ Qué casualidad !
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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